Pablo Casado

Casado homenajea a los “mártires de la libertad” con el recuerdo de Zamarreño quien avisó: “Sé que me van a matar”

El líder del PP reclama en Rentería "unidad" para no "homologar" a quienes siguen sin condenar los asesinatos de ETA, para que no quiten ni pongan gobiernos

Pablo Casado y Carlos Iturgaiz homenajean en Rentería a Manuel Zamarreño, concejal del PP asesinado por ETA el 25 de junio de 1998. En la imagen, junto a su viuda y su hija
Pablo Casado y Carlos Iturgaiz homenajean en Rentería a Manuel Zamarreño, concejal del PP asesinado por ETA el 25 de junio de 1998. En la imagen, junto a su viuda y su hijaDavid mudarra

“Sé que ETA me va a matar, pero no pienso renunciar”. Estas palabras siguen retumbando en la memoria de Carlos Iturgaiz, candidato de PP+Cs a la lendakaritza, 22 años después de que la banda terrorista ETA asesinara con una moto bomba al concejal del PP, Manuel Zamarreño cuando volvía de comprar el pan. Junto a la mujer y a la hija del edil asesinado, en el parque que lleva su nombre, el líder del PP homenajeó en él a todos los “mártires de la libertad”.

Antes de que comience la campaña electoral, Casado e Iturgaiz recordaron a los que les hicieron estar y seguir en política en un acto de recuerdo y reivindicación porque, “cuando hablamos de las más de 850 víctimas hay que recordar por qué murieron, pero también para qué vivieron”, dijo el líder del PP que destacó uno de los principios en los que creía Zamarreño: “La libertad”.

“Él sabía que le iban a matar y tomó el testigo de otro compañero al que asesinaron. Acababan de asesinar a José Luis Caso, su amigo y compañero y pidió tomar su testigo en el ayuntamiento de Rentería. “A penas estuvo tres meses en el puesto de concejal”, recordó Casado. Los meses que estuvo como concejal le tenían “sentenciado” y él lo sabía. A la hija, Naiara, su padre no podía ir a buscarla porque, cuando lo hacía, ésta tenía que separarse a varios metros de sus amigas. Cuando Zamarreño fue asesinado, su mujer tuvo que soportar las carcajadas de los abertzales en el autobús.

Por ello, Casado criticó que haya parlamentarios, como EH Bildu, que visiten al terrorista “Txapote” en la cárcel de Huelva quien “mataba para imponer sus ideas”, y que, según ha determinado un juez, participó en el asesinato de Zamarreño, al igual que en el de Miguel Ángel Blanco. El líder del PP reivindicó la labor de los “demócratas que impidieron que hubiera impunidad y los que vencieron a ETA” y reclamó “unidad” contra el terrorismo y “no homologar” a los que aún no han condenado 858 asesinatos. “Las formaciones políticas que se enorgullecen de ese historial no deben quitar y poner gobiernos ni ser claves en el futuro de nuestros hijos”, apuntó.

“Yo no estaría en política si no fuera por Manuel -Zamarreño-, Goyo -Ordóñez- o Miguel Angel -Blanco- además de otros veinte de los nuestros a los que os amenazaron, pusieron bombas, o reventaron sus coches, recordó Casado. “Tengo la obligación moral de continuar en vuestro nombre” para que “nuestros hijos no olviden lo que aquí pasó”.

Por su parte, el candidato del PP+Cs, Carlos Iturgaiz aseguró que los etarras “vinieron a que desapareciéramos de esta tierra” y aseguró que entonces “resistimos y resistiremos”.

Del asesinato de Caso a Zamarreño

José Luis Caso fue asesinado en diciembre de 1997. Era amigo de Zamarreño. Tenía 64 años, y era concejal del PP en Rentería. Estaba en el bar Trantxe en Irún, sobre las 22:57, cuando un encapuchado entró en el bar, le disparó a la cabeza y salió corriendo. Una semana antes ETA había intentado secuestrar o asesinar a su compañera de partido Elena Azpiroz, concejal de San Sebastián. Caso, que estaba amenazado, había rechazado tener escolta.
Zamarreño le sustituyó en el ayuntamiento de Rentería y ETA le señaló. Ya le habían atacado el coche, y puesto pintadas con la diana, cuando apenas dos meses después de ocupar el cargo, una moto bomba le asesinó. En la toma de posesión, Zamarreño en mayo de 1998, expresó su “pena y tristeza” por el hecho de que la sustitución de Caso estuviera motivada por “el vil asesinato de un compañero, que fue víctima de la barbarie irracional” al tiempo de que dijo sentirse “orgulloso” porque estos nombramientos “significan el retorno a una normalidad que no debería haberse perdido, y el triunfo de la democracia y de la mayoría de los ciudadanos sobre quienes por medio de la extorsión, la amenaza y la violencia pretenden quebrar la paz y la convivencia”.