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José Ignacio Landaluce: “Si Marruecos decide finalmente abrir fronteras será un auténtico caos”

El alcalde de Algeciras asegura que "el Ejecutivo de Pedro Sánchez todavía me debe todo lo que hubo que gastar en la crisis migratoria de hace dos veranos... Y si protesto, insinúa el subdelegado en Cádiz que soy un poquito xenófobo"

José Ignacio Landaluce
José Ignacio LandaluceLa RazónLa Razón

Sabe lo que son los días vacíos como puñaladas que deja la Covid-19. José Ignacio Landaluce se contagió y se ha recuperado, pero admite que tras salir del hospital estaba «espeso», como el que «duerme poco y no se acuerda bien de las cosas». Cuando ahora recomienda sin parar el uso de mascarilla no lo hace «por ser pesado». Conoce lo que evita.

–Finalmente este año no habrá Operación Paso del Estrecho (OPE), ¿aliviado?

–Supuestamente no, pero si la hay, estamos en el peor escenario posible. El ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Burita, dijo en la Cámara de representantes que no iba a haber OPE y con eso se quedó la ministra de Exteriores española –Arancha González–, Fernando Simón, y unos cuantos más que no siguieron escuchando. Burita dijo también que podría haber apertura de las fronteras marítimas, terrestres y áreas en época estival. Si esto ocurre y no está preparada la colaboración con los países por los que empiezan a transitar los marroquíes camino de España y nuestro Gobierno no tiene preparada la OPE, será un caos. Iba a ser complicadísimo con dos barcos menos para las rotaciones por la desinfección, sin hospital de referencia con capacidad para atender a los supuestos enfermos de coronavirus, que entre más de tres millones de personas por fuerza tiene que haber; ni ningún espacio de cuarentena para los ocupantes de los vehículos que diesen positivo, porque no sólo vienen familias. Era la OPE más complicada de la historia, si todo el mundo colaboraba. Si encima pasan los días y no se prepara nada, como Marruecos decida finalmente abrir fronteras va a ser un auténtico caos.

–Por lo que dice, ¿cree que el Gobierno de España debió tomar las riendas antes?

–Sí. Espero que esté hablando con el Gobierno marroquí al más alto nivel, aunque no nos lo cuente, porque una cosa es esto, y otra que no trabajen, que no prevean. No se trata de algo que se haga de hoy para mañana. No es poner más guardias civiles y más gente dentro del puerto a orientar a los vehículos. Están casi todos los ministerios implicados porque hablamos de carreteras, áreas de servicio, Capitanía Marítima, Protección Civil, los cuerpos de seguridad, los ayuntamientos, la Junta de Andalucía... ¿Dónde está sanidad exterior, que depende del Estado y es la que coordina con el resto de países y Marruecos? ¿Qué va a pasar si hay positivos en los vehículos que llegan a Tánger, van a devolver el barco entero? ¿Y si Francia detecta que están entrando personas contaminadas, cierra fronteras y se quedan aquí en España miles de vehículos y cientos de miles de viajeros? El tema es muy complejo.

–¿Qué supone su suspensión para la economía de la zona?

–Económicamente es importante, pero nunca nada lo es tanto como la salud, la seguridad y la prevención. Eso se tiene que anteponer siempre. No se puede poner en un platillo de una balanza una cosa y otra. Vamos a preservar la salud y la actividad económica y el empleo. Pero si es incompatible, antes hay que decantarse por la salud.

–¿Necesita ayuda Algeciras para atender a inmigrantes?

–El Gobierno de Pedro Sánchez todavía me debe todo lo que hubo que gastar en la crisis migratoria de hace dos veranos. El 31 de marzo, en pleno Estado de alarma, llegó una zodiac de inmigrantes subsaharianos a Almería. La Policía los filia, la Guardia Civil los monta en un autobús y los dejan en Algeciras. Parece ser que no había ni mascarillas, que habrá que confirmarlo. Parte de ellos son los que se han contaminado después con otros dos inmigrantes que dieron positivo y que se reunían en la misma ONG. Son gente fuerte y joven que no muestra sintomatología, que están enfermos, no lo saben y transmiten el virus. Es un problema para ellos y para la población. Hemos demostrado con creces que somos una ciudad solidaria y que soy un alcalde comprometido. Abrimos en el Estado de alarma un polideportivo para todos los «sin techo» e indigentes que nos han traído de muchos sitios y no he protestado. Pero, lo que no me parece de recibo, es que venga un autobús con inmigrantes y no hayan dicho nada al alcalde. Se pueden habilitar los centros de atención temporales de extranjeros, que tienen área sanitaria y están cerrados, y no dejarlos en pensiones o en pisos de acogida. Es hacer las cosas con falta de respeto, de compromiso institucional y de colaboración. Y si protesto, como he hecho, insinúa el subdelegado del Gobierno en Cádiz, en nombre y por orden del Gobierno de la Nación, que soy un poquito xenófobo y poco colaborador. Tergiversa, insulta y falta a la verdad cuando dice, por ejemplo, que fui el último en abrir el centro de atención. Es falso y yo mismo estuve cargando agua y he puesto a disposición la empresa municipal de limpieza o los autobuses para el traslado de los inmigrantes. Y los responsables de servicios sociales han colaborado de lunes a domingo con la Policía.

–¿Han sido los ayuntamientos los olvidados de la pandemia?

–Los ayuntamientos siempre son los grandes olvidados. El ciudadano cuando tiene un problema se acerca al alcalde o al concejal, no pilla al consejero ni al ministro o al secretario de Estado de turno.

–La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) ha presentando una queja en la que pide que se visite la comisaría local tras la muerte de dos personas en seis meses, ¿cómo lo valora?

–Algeciras cuenta con grandes funcionarios, policías y unas instalaciones en la comisaría nueva que son dignas donde las haya. Acusar tan fácilmente es un riesgo porque aquí se cumplen todas las normas. De todas formas, ahí están las investigaciones internas y después los jueces. Mucho me temo que no tienen razón de ser estas denuncias.