Política

(De) construcción: PSOE y PP chocan

Sin acuerdo. Las negociaciones continuarán hasta la segunda quincena de julio, pero ambos grupos encallan en Sanidad y en políticas económicas

El Gobierno ha naufragado en su objetivo de consensuar un gran apoyo político para sacar adelante las medidas de reconstrucción tras el Covid-19, o al menos no lo ha logrado a la primera. A pesar de ello, la Comisión para la Reconstrucción supuso una negociación in extremis entre Gobierno y el principal partido de la oposición hasta el final.

Pero los principios de acuerdos anunciados esta semana en materia sanitaria y política exterior, la buena sintonía entre los equipos de trabajo, no fueron suficientes. No hubo acuerdo entre Gobierno y PP. Los equipos negociadores integrados por Adriana Lastra, Rafael Simancas, Félix Bolaños y José Antonio Montilla por la parte del PSOE y por Ana Pastor y Guillermo Mariscal por parte del PP estuvieron reunidos hasta la última hora de la tarde del jueves para sellar un pacto en materia sanitaria y en política europea.

Desde el primer momento se descartaba un gran acuerdo para la reconstrucción económica, pero el consenso sociosanitario hacía confiar también a Gobierno y oposición a seguir avanzando en el futuro para posibles negociaciones, siempre que no se incluyeran subidas de impuestos como Sánchez ha anunciado ya, lo que puede implicar romper el diálogo social que hasta ahora afloraba. Sin embargo en el día de ayer encallaron en el Congreso al confirmar grandes diferencias en ambas materias, acabaron culpándose mutuamente del saldo negativo de las conversaciones, aunque, se emplazaron a seguir atornillados al diálogo para llegar a un entendimiento en la votación final del dictamen que se producirá en el Pleno el 20 de julio.

El PP acabó votando en contra de los documentos de los grupos de trabajo de Reactivación Económica y de Política Social, y se abstuvo en la votación del documento de Sanidad y de Unión Europea. La portavoz popular, Ana Pastor mostró su malestar con PSOE y Podemos por eliminar «la palabra víctima» del documento de conclusiones, y reconoció que esta era una de las razones por las que su grupo no apoyaba el documento, así como por rechazar una enmienda para la creación de una oficina de víctimas de la pandemia.

Los populares sin embargo no dan la negociación por catapultada e inciden en que «siguen tendiendo la mano» para el pleno definitivo. «Queremos salir de la crisis y lo conseguiremos si tomamos el buen camino», recordaba la portavoz popular Ana Pastor. Estos buenos mimbres, saltaron al aire sin embargo poco después, cuando la portavoz socialista Adriana Lastra censuró que los populares habían planteado «exigencias irresponsables e imposibles de comprender», al no apoyar al Gobierno en la eliminación del copago farmaceútico. Avivó aún más el fuego asegurando que el Partido Popular «ha decidido aliarse con la crisis sanitaria para atacar al Gobierno» y que Pablo Casado «se ha terminado convirtiendo en el pregonero del extremismo y la confrontación».

Las negociaciones entre Gobierno y PP fracasaron por la falta de un calendario de reformas legislativas sanitarias y por la negativa a la creación de una agencia de salud pública y calidad asistencial, o por no acordar un plan de actuación frente a las pandemias y planes de contingencia en todos los centros sociosanitarios, entre otras medidas. A pesar de no encontrar consenso en varias materias, sí se incorporaron a las enmiendas propuestas que sugería el PP como la creación de una reserva estratégica de productos sanitarios críticos frente a nuevas emergencias, un plan de recursos humanos que dé estabilidad al empleo de los profesionales sanitarios, la eliminación de la tasa de reposición o la creación de un mapa tecnológico de renovación.

En cuanto a la comisión de políticas sociales, PP y Cs defendieron la necesidad de que no se excluya a la enseñanza concertada del reparto de los 2.000 millones de euros de fondo destinados a ayudas. Sobre la política europea, las principales diferencias con el PSOE son las menciones a Gibraltar y el pacto de Estabilidad. La cita acababa con el último ruego del presidente de la comisión Patxi López de que los grupos usaran el tiempo restante para «seguir pactando». Dieciséis días restan.