Presupuestos del Estado
¿Fin de la mayoría de investidura?
¿Cómo ha afectado el coronavirus a los Presupuestos?
El Gobierno tenía diseñadas las cuentas para 2020 antes del impacto del coronavirus, de hecho, el Congreso de los Diputados había aprobado a finales de febrero los objetivos de estabilidad presupuestaria para este ejercicio y el siguiente. Sin embargo, la pandemia convirtió estas cuentas en papel mojado, ya que las previsiones que el Ejecutivo barajaba para realizarlas han quedado sentenciadas por la crisis económica que se avecina.
¿Qué necesita el Gobierno para diseñar unas nuevas cuentas?
El Ejecutivo necesitaba resolver varios interrogantes antes de diseñar las nuevas cuentas. En primer lugar, el montante de ayudas europeas que se recibirían desde Bruselas para paliar los efectos negativos del coronavirus. Tras el acuerdo histórico de esta semana, España ya sabe que contará con 140.000 millones de euros extra. Tan importante como esta inyección de dinero europeo es contar con unas previsiones económicas certeras que les permitan estructurar las partidas adecuadamente.
¿Cuándo quiere el Gobierno presentar las cuentas?
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, firmó hace una semana la orden de elaboración de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), lo que supone poner en marcha la maquinaria de las cuentas públicas, unas cuentas que se conciben como «imprescindibles para la recuperación y la reconstrucción del país y la reactivación de la economía». El Gobierno quiere llevarlas al Congreso «a la mayor brevedad posible», lo que se cuantifica como finales de septiembre o principios de octubre.
¿Cómo se tramitan?
El Consejo de Ministros tiene que aprobar los Presupuestos y remitirlos a la Cámara Baja, con carácter general antes del 1 de octubre para que el Congreso los apruebe antes de final de año. Una vez las cuentas llegan al Congreso se inicia el periodo de enmiendas y las comparecencias de altos cargos para explicar su contenido en las distintas comisiones. Finalizado el plazo de presentación de las enmiendas, las cuentas se someten a un primer debate en el Pleno: el debate de totalidad, en el que se votan las enmiendas a la totalidad que pueden hacer descarrilar los PGE. Si se aprueba una enmienda a la totalidad, los Presupuestos se devuelven al Gobierno, que puede optar por presentar un nuevo Proyecto o por convocar elecciones, ante el bloqueo, como ya ocurrió en 2019. Si las cuentas sobreviven a las enmiendas a la totalidad pasan a debatirse en ponencia y comisión y vuelven al Pleno del Congreso para votar las modificaciones de los grupos. Superado este trámite, llegan al Senado.
Una vez concluida la tramitación en el Senado hay tres escenarios: que los PGE se aprueben sin modificaciones, que se aprueben con enmiendas o que se veten. En el primer caso, si los Presupuestos han sido aprobados sin modificaciones, ya están listos para su publicación y entrada en vigor. En los casos contrarios, si los PGE han sido vetados o enmendados en el Senado, regresan al Congreso, donde se someten a un último debate. La Cámara Baja puede levantar el veto por mayoría absoluta en primera votación o simple dos meses más tarde.
¿Qué mayoría necesita el Gobierno para aprobarlos?
El Gobierno necesita mayoría absoluta (176 diputados) para superar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Una aritmética complicada si partimos de la base de que la coalición cuenta con 155 escaños. Para superar los 21 votos que le faltan, deberá sumar obligatoriamente el «sí» de Ciudadanos (10) o de ERC (13), unidos a los del PNV (6), Más País (2), Compromís (1), NC (1), BNG (1), PRC (1) y TE (1).
¿Qué puede hacer que se decante por uno u otro socio?
El contexto preelectoral en Cataluña y la necesidad de hacer reformas como exige Europa, además de la disposición que ha mostrado el partido de Inés Arrimadas, hacen más probable que se decanten por Ciudadanos. Aunque la idea original sea reeditar la mayoría de la investidura con ERC.
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