Felipe VI apela a la “unidad” para afrontar “las consecuencias sociales y económicas” de la pandemia

En uno de los años más difíciles de los últimos para la economía y el turismo,los Reyes de España han viajado también a Galicia dentro de su ronda de visitas por el territorio nacional, coincidiendo con el día grande de la Comunidad y para asumir en primera persona la Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago, marcada este año, como el resto de celebraciones, por la pandemia del coronavirus. La Ofrenda al Apostol, que ha empezado a las 11 de la mañana, se celebra en la Iglesia de San Martiño Pinario debido a las obras en la Catedral donde habitualmente se celebra esta ceremonia.

A su llegada a la Iglesia, sus majestades fueron recibidas por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio y el resto de autoridades, encabezadas por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño y el alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo. Tras sonar el himno nacional y el coro, sus majestades se dirigieron hasta el altar mayor para escuchar la misa que se está celebrando en estos momentos.

El Rey Felipe VI ha sido el encargado de hacer la invocación al apóstol Santiago y durante su intervención ha recordado que esta tradición fue instituida en 1643 por Felipe IV y, a lo largo de los años, se ha mantenido para pedir la intercesión del Apóstol en asuntos de actualidad o de preocupación colectiva.

En un discurso en castellano y gallego, el monarca ha dicho que “con la mirada puesta en la celebración del próximo Año Santo, cumplimos hoy con una tradición que trae consigo nuestra memoria de la Historia”. Tras recordar a las víctimas de la pandemia del coronavirus y a todos las personas que se han sacrificado para paliar los efectos de la covid-19, ha elogiado el “impagable sacrificio de los ciudadanos” que, ha añadido, deben mantener la “unidad” para “afrontar las consecuencias sociales y económicas” que todavía restan del coronavirus.

“Debemos afrontar las consecuencias sociales y económicas de la pandemia, que requieren una unidad profunda [...] y un compromiso firme con la búsqueda del bien común”, ha dicho el monarca. “El conjunto de la sociedad estamos llamados a un esfuerzo común, similar al de otras encrucijadas”, ha indicado.

El monarca ha recordado que durante la pandemia “España actúo al unísono y los españoles se sintieron unidos en una lucha compartida” y ha añadido, que es “fundamental que ese espíritu se amplíe en la búsqueda de la concordia”.

Felipe VI ha admitido que las problemáticas a las que se enfrenta ahora España “son enormes” y “no solo afectan a la salud o a la economía”, si no “también a la confianza de las personas en el futuro que, para muchos, puede dejar de ser un hogar acogedor para convertirse en un horizonte incierto”.

Ante este escenario de incertidumbre, Felipe VI ha subrayado que “nada mejor que evocar al Apóstol”, dado que su memoria consiguió que “una tierra considerada el fin del mundo se convirtiera en el principio de la unidad de España y de Europa”.

“Le pedimos al Santo Patrón de España que siga siempre a nuestro lado inspirándonos y protegiéndonos”, ha rogado el monarca en su invocación jacobea. En esta causa colectiva, ha remarcado que “la vocación y el deber de la Corona es ser punto de encuentro que permita recorrer unidos y en libertad el camino” de la historia.

Tras la ceremonia, la visita va a completarse en el Pazo de Raxoi, sede del Ayuntamiento, donde los reyes van a firmar en el Libro de Oro y saludar a los miembros de la corporación municipal. Galicia es la decimotercera comunidad autónoma que visitan los reyes en la gira que emprendieron el pasado 23 de junio en Canarias para reconocer el esfuerzo hecho por las instituciones y la ciudadanía durante la crisis del coronavirus y apoyar a los sectores económicos y sociales más afectados.