Josu Ternera

«Josu Ternera» podrá salir siete horas al día del domicilio

El Tribunal de Apelación de París sí le impide abandonar la capital francesa y dormir en una vivienda que no sea la designada para su arresto domiciliario

El ex dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, «Josu Ternera», podrá salir siete horas al día del domicilio en París en el que permanece ya en arresto domiciliario a la espera de que las autoridades francesas decidan sobre su extradición a España. Según ha podido saber LA RAZÓN, el histórico ex jefe de la banda terrorista, que lleva una pulsera telemática en el tobillo para evitar su fuga, tiene autorización judicial para ausentarse de la vivienda –que pertenece a una profesora de la universidad de la Sorbona amiga suya– dos horas por la mañana y otras cinco por la tarde.

«Josu Ternera» abandonó ayer a las nueve de la mañana la prisión de La Santé, donde le esperaban sus abogados –Laurent Pasquet y una letrada de su despacho– y su hijo Egoitz. Juntos abandonaron el centro penitenciario en un vehículo alquilado con los cristales tintados. El ex responsable de ETA y su equipo jurídico descartaron la posibilidad de trasladarse a su nuevo domicilio en la capital francesa en un furgón, para evitar así que llegara a la vivienda en un vehículo policial.

Su excarcelación ha sido posible gracias a la decisión del Tribunal de Apelación de París de permitir que Urrutikoetxea –que se encontraba encarcelado en Francia desde junio del pasado año tras ser detenido en los Alpes franceses– quede en arresto domiciliario con control telemático.

Además, según esas mismas fuentes, sin ceñirse a esas franjas horarias puede realizar otras actividades (incluso conducir), como acudir a revisiones médicas por el cáncer que padece (lo hará en el mismo centro hospitalario que le ha estado atendiendo el último año durante su estancia en prisión), asistir a clases en la Sorbona (de hecho ya se ha matriculado en la universidad de la Sorbona para continuar con sus estudios de historia) o para reuniones con sus abogados.

No obstante, en estos supuestos deberá comunicarlo a la oficina de gestión penitenciaria dependiente del Tribunal de Apelación de París, para evitar que salte la alarma de la pulsera telemática.

El tribunal francés sí ha impuesto al ex jefe de ETA dos restricciones insoslayables: no puede salir de la ciudad ni dormir fuera del domicilio, donde según apuntan no existirá vigilancia policial.

La intención de «Josu Ternera» es solicitar más adelante permiso al tribunal para trasladarse a otra vivienda que su familia se encargaría de alquilar en París, para pasar allí el resto del arresto domiciliario. Y es que, según fuentes jurídicas, el recurso contra la decisión de las autoridades francesas de entregarlo a España para que sea juzgado por el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza en 1987 no se resolverá antes de tres meses.

Fuentes próximas a su defensa consideran que la decisión de reclamar la entrega también por un delito de lesa humanidad, que ha rechazado el Tribunal de Apelación de París, «puede volverse en contra de la Audiencia Nacional» y provocar finalmente que Francia «no acceda a la entrega». La Audiencia le reclama por cuatro causas, pero el tribunal galo descartó hace un mes entregarle para que sea juzgado por lesa humanidad por los crímenes cometidos por ETA mientras fue uno de sus jefes.

Cuatro causas pendientes en España

La acusación de lesa humanidad por la que Francia se niega a entregar a “Josu Ternera” -a quien se le atribuyen dos asesinatos durante el periodo en el que fue uno de los jefes de la banda terrorista- fue impulsada por la asociación Dignidad y Justicia y culminó con el procesamiento del terrorista en 2015 junto a otros tres antiguos dirigentes de ETA: Garikoitz Aspiazu, “Txeroki”, Mikel Carrera Sarobe y Ángel Iriondo.

La Audiencia rechazó sin embargo procesarles también por genocidio y limitó la imputación de lesa humanidad únicamente a partir de octubre de 2004, cuando el Código Penal incorporó este delito, que desde 2015 está castigado con la pena de prisión permanente revisable. Todos ellos tenían, según señalaba el instructor en el auto de procesamiento, “perfecto dominio de la organización”, por lo que “deberían responder de los hechos delictivos que han dirigido o respecto de los cuales han decidido”.

La Justicia francesa sí accedió el pasado enero a la entrega del terrorista para que responda en España por el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza en 1987, que causó once muertos, entre ellos seis niños, y decenas de heridos, pero la defensa del ex dirigente etarra, que ejerce en España el letrado Gonzalo Boye, recurrió esa decisión.

Además, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz tiene abierto un sumario en el que se investiga la posible responsabilidad del ex dirigente etarra en el asesinato de Luis Maria Hergueta, directivo de Michelín en Vitoria, de un tiro en la nuca, el 25 de junio de 1980, y el titular del Juzgado de Instrucción número 5, José de la Mata, mantiene como investigado a Urrutikoetxea por delito de integración en organización terrorista en la macrocausa por la financiación de ETA a través de las “herriko tabernas”. En total, España ha tramitado dos demandas de extradición y dos euroórdenes contra el ex jefe terrorista.

Tras ser imputado por el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza, “Josu Ternera” se dio a la fuga en noviembre de 2002, eludiendo así la citación del Tribunal Supremo, que había asumido la causa por la condición de diputado del Parlamento vasco del terrorista en esas fechas.

En su comparecencia ante el magistrado Christophe Seys tras su detención en Francia en mayo del pasado año, “Josu Ternera” aseguró que desde su fuga en 2002 estuvo «implicado activamente» en el «proceso de paz» y no en la clandestinidad. El juez galo consideró entonces su ingreso en prisión “la única forma de garantizar” que estuviese a disposición de la justicia, dado que -recordaba- “es objeto de búsqueda en España en el marco de tres procedimientos relativos a hechos de extrema gravedad, castigados con penas muy elevadas”.