El Gobierno de Pedro Sánchez
Urgente auditoría al gobierno
Un auditoria de la gestión realizada significaría transparencia, que es una de las cosas que faltan para recuperar la confianza internacional.
El sector turístico, que hasta la pandemia representaba más del 12% del PIB español, da el año prácticamente por perdido. La repercusión, en términos de pérdida de empleo, es de más de 260.000 personas.
Hay una parte de la caída que es turismo nacional que tiene miedo a contraer el virus. La gente decide no exponerse saliendo de casa y, además, la mayoría de las familias ha decidido disminuir el consumo ante un futuro inmediato de crisis económica.
Sin embargo, lo que pasa con el turismo internacional es más preocupante. Reino Unido, Francia, Bélgica, Países Bajos, Noruega, Finlandia, Polonia o Alemania, son algunos de los países que han realizado recomendaciones restrictivas a sus ciudadanos sobre viajar a España, en el marco de medidas contra la Covid-19.
Más de 580 brotes activos y un número creciente de positivos y de ingresos hospitalarios, en tan solo cinco semanas, desde que terminó el estado de alarma son, como mínimo, preocupantes.
Las cifras de fallecidos por cada 100.000 habitantes en España superan a Francia, Portugal y a Italia, donde la pandemia fue terriblemente dura. La conclusión es evidente: algo está fallando en la gestión de la crisis y los europeos lo saben.
Por eso, es absolutamente oportuna la petición de realizar una auditoria que han reclamado públicamente un grupo de los mejores expertos en salud pública y virología a través de un artículo.
Su demanda está exenta de motivaciones partidistas. Valga el ejemplo de uno de los firmantes, Rafael Bengoa, exconsejero de sanidad en Euskadi por el PSE-PSOE y asesor del presidente Obama en materia sanitaria, su compromiso con los socialistas está fuera de duda.
Un auditoria de la gestión realizada significaría transparencia, que es una de las cosas que faltan para recuperar la confianza internacional.
No se trata de una comisión de investigación que pueda usarse políticamente. Sencillamente, es para encontrar qué es lo que hay que hacer de manera diferente para que un sistema sanitario que, a priori, es sólido y está en los primeros puestos en términos de calidad, no siga fallando en la gestión de la pandemia.
20.000 mayores fallecidos en las residencias porque no fueron atendidos por una sanidad colapsada y más de 40.000 sanitarios infectados son evidencias de que la sanidad española no estaba preparada.
A tenor de los rebrotes, todo apunta a una segunda oleada del virus. El gobierno insiste en esconder la cabeza bajo tierra como el avestruz, pero su obligación es detectar los errores para subsanarlos. Otros países, como Reino Unido o Suecia, están haciendo auditorias, España debería dejar de tener déficits democráticos como este.
La calidad democrática no consiste solo en conocer cuál es el patrimonio de un diputado recién elegido o en el debate maniqueo sobre el sueldo de los políticos, por muy morboso que sea y muchos titulares que acapare.
La transparencia es mostrar, sin ningún tipo de ocultación, cómo se gestionan las cosas importantes del país. Si España cumple su parte, el turismo internacional volverá.
✕
Accede a tu cuenta para comentar