Gobierno de España
El PSOE guarda silencio sobre las imputaciones de Podemos para encapsular en su socio el desgaste
El PP pide que Iglesias comparezca y Vox exige la salida de los morados del Gobierno hasta que se esclarezca las investigaciones sobre su presunta "caja B"
La situación requiere pies de plomo. Un Gobierno de coalición cuyo presidente llegó a La Moncloa a lomos de una moción de censura presentada contra un partido señalado por su financiación ilegal se encuentra ahora en la situación de que una de sus partes está cercado por una situación similar. El martes negro de Podemos dejó en silencio a Ferraz. Los socialistas, al menos de momento, evitan pronunciarse y entrar a valorar los tres mazazos que ayer recibió su socio en el Consejo de Ministros: la imputación del tesorero, la imputación de una de las personas de máxima confianza del vicepresidente Iglesias y la imputación del partido como persona jurídica.
Tanto los dirigentes como los ministros socialistas no tendrán más remedio que pronunciarse en los próximos días en torno a esta cuestión. Empezando por el propio presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a su salida del encuentro que mantendrá hoy con Felipe VI en Palma. Comparecerá ante los medios y la pregunta en torno a si le preocupan las imputaciones conocidas ayer y las sombras de financiación irregular y de malversación que salpican Podemos parece evidente. Como también parece clara la estrategia que seguirán los líderes del PSOE, según avanzan fuentes próximas a la coalición: encapsular el problema en Podemos y remitir a la formación morada para que dé las explicaciones oportunas.
De hecho, las novedades conocidas ayer en torno al culebrón judicial que rodea a los de Iglesias a cuenta de su financiación no hacen sino dar la razón a aquellos que desde Moncloa vienen insistiendo, tras la debacle morada en las elecciones gallegas y vascas, en la necesidad de que Iglesias y los ministros morados pierdan peso y visibilidad en el comienzo del nuevo curso. Y es que al mal resultado de los comicios celebrados en julio en estas dos comunidades, se une otro elemento: en Moncloa perciben con cierta preocupación la posibilidad de que las continuas informaciones de carácter judicial que protagoniza Unidas Podemos –hay que tener en cuenta que, a la denuncia sobre la supuesta financiación irregular hay que sumar las actuaciones realizadas en la Audiencia Nacional alrededor del conocido «caso Dina»– terminen contaminando a la coalición en su conjunto y, con ello, a la estabilidad del Gobierno de Sánchez. Y todo ello como colofón a unas semanas en las que han sido más evidentes que nunca importantes discrepancias en el seno de la coalición en relación con dos cuestiones de calado: la inclusión de Ciudadanos en los contactos que el Gobierno debe tener para sacar adelante el proyecto de presupuestos de este año –respecto a lo que Podemos ya ha mostrado su frontal rechazo al reivindicar a los socios de investidura como la única vía posible– y la situación creada tras la decisión de Don Juan Carlos de trasladar su residencia fuera de España –en donde la posición de Sánchez de apoyo a la Monarquía y al pacto constitucional ha sido rebatida por el vicepresidente Iglesias y los ministros Montero y Garzón–.
«Un político acorralado»
Tras conocerse las imputaciones de varios miembros de la cúpula morada, las reacciones que sí llegaron fueron las de los partidos de la oposición. El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, emplazó al vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias a aclarar «hoy mismo» si «estaba al tanto» de la presunta financiación irregular de su partido. A su entender, Iglesias está «acorralado» por los «escándalos» y debe «dar la cara». «Lo que tiene que responder Pablo Iglesias es si sabía de esa financiación ilegal y para eso lo que tiene que hacer es no perder ni un minuto más, salir del escondite y atender a los medios de comunicación», señaló el dirigente popular. Por todo ello, también por los gastos irregulares detectados por el Tribunal de Cuentas en la formación de Iglesias el 28-A, el PP ha pedido la comparecencia del secretario general del partido morado.
El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, recriminó ayer a Podemos que «hoy son todos lo que criticaban». Según el dirigente naranja, «han arrasado sus propios pilares fundacionales. Quien les crea, que les vote». Aguado ha añadido que, según los líderes de Podemos recalcaban, eran «la gente» porque «luchaban contra la casta y la corrupción, organizaban escraches en forma de jarabe democrático y gritaban aquello de ‘sí se puede’». El dirigente de Ciudadanos y líder del partido en el Parlament de Cataluña, Carlos Carrizosa, pidió a los miembros de la dirección de Podemos que den explicaciones sobre su financiación y dejen la «chulería política».
Desde Vox, la diputada Macarena Olona reaccionó en Twitter: «Podemos imputado. La financiación ilegal es de extrema gravedad en cualquier partido. Supone estar dopado en todos los actos políticos. Mientras se esclarece, no pueden permanecer un minuto más en el Gobierno. Nos va la democracia en ello».
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