Terrorismo yihadista
Los yihadistas tratan de entrar en España a bordo de pateras
Existen varios precedentes en Europa. En abril, una célula fue detenida tras «desembarcar» en la costa almeriense
Las Fuerzas de Seguridad prestan especial atención estas semanas a la llegada de pateras por si, entre los inmigrantes, intentan infiltrarse elementos yihadistas en territorio nacional, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas. No han pasado muchos meses desde que la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional detuvo en Almería a los tres integrantes de una célula, encabezada por el rapero británico-egipcio Abdel Bary, de 29 años.
Había llegado a las costas andaluzas a bordo una patera, procedentes del puerto argelino de Orán y planeaban cometer atentados en Europa, incluida España. Era un FTF (combatiente extranjero) con conocimientos de armas y explosivos.
La llegada de yihadistas por vía marítima a Europa para perpetrar atentados criminales no era una novedad. Gran parte de los que cometieron los atentados de París del 13 de noviembre de 2015 en París, que causaron 130 muertos, habían entrado en Europa utilizando las redes ilegales de inmigración. Hay más ejemplos que justifican que las Fuerzas de Seguridad mantengan la alerta para que entre los inmigrantes no se cuelen yihadistas con la intención de cometer atentados en España o en otras naciones.
Según expertos, es relativamente sencillo para un yihadista hacerse pasar por inmigrante ilegal. Las zonas en las que, tanto en Argelia como Marruecos, esperan para que las mafias les embarquen en pateras, son conocidas. Basta con mezclarse entre ellos y pagar los 2.000 euros que cuesta el «pasaje».
Una vez en territorio nacional, siguen la trayectoria de los otros inmigrantes y si consiguen no ser detenidos, lo que corre con más frecuencia de la deseada, pueden poner en marcha sus planes y, si los tienen, establecer contacto con personas afines. En el caso de arrestados, al ser detectada la patera o en el momento de la llegada, acuden, como los demás, a los centros de estancia temporal de inmigrantes, o lugares habilitados para tal fin, hasta que logran una cierta libertad. Saben que su devolución a los países de procedencia es prácticamente imposible, en especial ahora por el cierre o restricción de fronteras a causa del coronavirus.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en su reciente viaje a Argelia trató, entre otros asuntos, del reforzamiento contra la inmigración ilegal y la lucha contra el terrorismo yihadista. Dos fenómenos diferentes pero que, llegado el momento, pueden converger.
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