Otro agosto «negro» para los Iglesias-Montero

El mes que se presupone vacacional para los miembros del Gobierno, está a punto de convertirse en una especie de calvario para la familia Iglesias-Montero, y ya van dos consecutivos, después de que el pasado verano Podemos viera frustrado su intento de formar gobierno con el PSOE.

Lejos de hacer un «impasse» tras meses frenéticos en los que el Gobierno ha dedicado sus esfuerzos a frenar la crisis sanitaria, lo cierto es que ahora parte de la cuota morada en Moncloa se enfrenta a una nueva prueba, la de doblegar el cerco judicial que les asola. Tras la imputación del partido, la formación se ha visto obligada a cambiar su hoja de ruta dirigida a orquestar toda una ofensiva contra la Monarquía al inicio del curso político. Ven desvirtuadas sus intenciones al tener ahora que defenderse de las sospechas de financiación irregular. Es por ello que alegan desde la dirección un «juicio mediático» contra ellos para tratar de apartarles del Consejo de Ministros, así como una estrategia de Vox para afrontar la moción de censura contra la coalición. Así lo han defendido esta semana sus portavoces, que trataban de suplir el silencio en el que se había instalado el vicepresidente, que hasta el viernes no emitió un juicio en sus redes sociales para vincular la imputación de Podemos a su defensa de la República.

Buena parte del intento del partido del cambio de estrategia se comprueba también en la tímida defensa que han hecho de la ley «estrella» de los morados que ahora el Gobierno ha retirado, el anteproyecto de ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, impulsado por el ministerio de Igualdad. Fue el principal choque entre los partidos de Gobierno y ahora el Ejecutivo ha ordenado al Consejo del Poder Judicial que pare su informe sobre la futura norma para retocarla.

Iglesias y Montero han optado por sumarse en un estudiado silencio ante la tormenta judicial. La última aparición televisiva del líder de Podemos fue el pasado 4 de agosto, tras conocerse la decisión del Rey Emérito de abandonar el país. La misma fecha que «cerró» su agenda la ministra de Igualdad. Ni rastro en la agenda del Gobierno de actos de ambos. A pesar de que agosto es un mes carente de actividad gubernamental, otros compañeros de gabinete sí han mantenido encuentros oficiales. La ministra de Hacienda realiza casi un acto diario en Cádiz, mientras que la titular de Educación ha hecho lo propio en Mallorca.

Si en 2019 Iglesias se enfrentaba a un «duro» verano tras la negativa de Pedro Sánchez a gobernar con Podemos, ahora, vuelve a transitar por el mismo escenario y, previsiblemente, como el año pasado, se acogerá a un perfil bajo de presencia pública hasta septiembre, donde la oposición espera que de explicaciones en el Congreso de los Diputados.