Presupuestos: Ciudadanos negociará las cuentas pese a la imputación de Podemos

La imputación a parte de la cúpula de Podemos, por parte de la Justicia, no solo pone contra las cuerdas al líder de la formación morada y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, sino que, además, hace tambalear la estabilidad de los socios de coalición del Gobierno.

Mientras, Iglesias, quien abanderó la lucha por las políticas regeneracionistas, carga contra los medios de comunicación por informar sobre la presunta financiación ilegal de Podemos de una investigación que ya afecta al secretario de Comunicación y responsable de las últimas campañas de los morados, Juan Manuel del Olmo, por presunta malversación de fondos públicos y financiación irregular.

Pedro Sánchez intenta que esto no le salpique, y evita defender a su vicepresidente en público, esquivando valorar el fondo o las consecuencias que este caso pudiera provocar en la estabilidad de la coalición de Gobierno que en septiembre tendrá que lograr sacar adelante unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) con una aritmética parlamentaria comprometida.

Junto al PNV, Cs se ha convertido en el baluarte del Gobierno para mantener el estado de alarma, dejando a los soberanistas de ERC en la intrascendencia. Lo que había sido imposible con Albert Rivera –compatibilizar a morados y naranjas– se convirtió en una realidad con Inés Arrimadas y esta fórmula de éxito –o, más bien, de supervivencia– es la que tienen en la recámara en Moncloa como seguro para que no decaigan las cuentas.

El Gobierno buscará a Cs, a pesar del veto impuesto por Iglesias, más aún cuando ahora es un vicepresidente «tocado». Desde el Ejecutivo, se han ocupado de cuidar la buena relación y los contactos que mantienen con los de Arrimadas y que se iniciaron durante las prórrogas de la excepcionalidad constitucional. Cs ya ha asistido a dos reuniones al «más alto nivel» con la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo para hacer seguimiento de esos acuerdos alcanzados entonces y, los naranjas se muestran «satisfechos» porque se están cumpliendo. Pero Podemos manifestó sus suspicacias, y criticó que los naranjas les hubiesen «vetado» en la última reunión, algo que fue desmentido tanto por la propia Calvo, que indicó que ella representa a todo el Ejecutivo; y por parte del portavoz de Cs, Edmundo Bal, quien apuntó que ellos en su día también negociaron con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Ciudadanos destaca que, «cada segundo que pasa, las sospechas sobre la financiación ilegal de su partido –Podemos– huelen peor». Sin embargo, insiste en su papel de partido «útil» y, a pesar de la presunta financiación ilegal del partido morado, mantiene la mano tendida al Gobierno para dialogar sobre las cuentas públicas. Fuentes del partido aseguran que «ante una situación de emergencia sanitaria y económica como sufre nuestro país, en Cs no estamos pensando en tácticas políticas ni en votos. En Ciudadanos seguimos pensando en salvar vidas y empleos». Por ello aseguran que «nuestro objetivo es únicamente ése» y consideran que «sería una irresponsabilidad que ante los rebrotes que estamos viendo y con la caída de nuestra economía, estemos pensando en cálculos políticos». Por ello, las mismas fuentes de la formación naranja subrayan que, «vamos a seguir exigiendo unos Presupuestos moderados, para que esta crisis afecte lo menos posible a las familias españolas, a los autónomos y a las pymes».«Vamos a hacer todo lo que esté en nuestro mano para que no sean unos Presupuestos bolivarianos y que no dependan de Rufián y de Otegui».

Sin “irse de rositas”

Por otro lado, los naranjas están «muy satisfechos» por el hecho de que Pablo Iglesias tenga que acudir al Congreso a rendir cuentas, ante todos los españoles, sobre la presunta financiación ilegal de su partido. Fuentes del partido, aseguran que Iglesias «no se irá de rositas» en este asunto. Recuerdan que el pasado miércoles solicitaron la comparecencia del vicepresidente segundo en la comisión de Calidad Democrática del Congreso, pero que, ante la gravedad de las noticias que iban apareciendo, pidieron al PP unir fuerzas y solicitar conjuntamente en la Diputación Permanente del Congreso, para que explique la presunta «caja B» de Podemos sin esperar a septiembre. Los naranjas creen que el Partido Popular debería haber sido quien liderara esa oposición, –a pesar de que los populares anunciaron su ofensiva parlamentaria ese lunes–, y se alegran de que «todo apunta» a que Iglesias tendrá que dar cuenta en agosto ante la Cámara.