Pablo Iglesias e Irene Montero, obligados a finalizar sus vacaciones en Asturias tras sufrir insultos y amenazas

El vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra de Igualdad Irene Montero se han visto obligados a finalizar su periodo vacacional en Asturias tras sufrir en estos últimos días acoso, insultos y amenazas. Según fuentes del entorno de los ministros, ambos han tomado la decisión con el fin de proteger a su familia, por la propia seguridad de sus hijos.

Iglesias y Montero habían elegido la pequeña localidad de Felgueras (Asturias) para pasar unos días de descanso. Ambos, con sus tres hijos menores de edad residían momentáneamente en la casa del líder del PCE, Enrique Santiago, según apunta “El Comercio”. Durante su estancia, prácticamente no salieron de la vivienda, según informan vecinos de la localidad a este diario.

Sin embargo, en estos dos últimos días, tras conocerse el paradero del vicepresidente y la ministra, una multitud de usuarios en las redes sociales comenzaron a boicotear a la familia, señalando incluso el lugar exacto de su residencia, donde un grupo de personas ha llegado a realizar pintadas amenazantes en las que se podía leer, entre otras, “coletas rata” en la carretera y donde se han concentrado para insultar y amenazar a la familia.

El boicot llegó también a un restaurante donde la familia Iglesias-Montero pidió comida, en Casa María. LA RAZÓN se ha puesto en restaurante con la dueña del establecimiento, que ha expresado su estupefacción ante las amenazas que han proferido hacia ella y el bar que regenta desde hace 18 años. “Me han dicho de todo y hasta han dado las coordenadas de mi restaurante, y tengo dos hijos”, lamenta. De hecho, María se ha visto obligada a emitir un comunicado en sus redes sociales en el que aclara que están “abiertos para absolutamente TODO EL MUNDO” y que su casa “se desvincula totalmente de cualquier inclinación ideológica,siendo el respeto y la educación ,lo único que prima entre nosotros”.

No es la primera vez que la familia del vicepresidente recibe amenazas. En su casa de Galapagar se han concentrado multitud de personas en varias ocasiones para realizar varios escraches a la familia donde viven tres niños menores. De hecho, el vicepresidente ya se ha querellado contra uno de los supuestos organizadores de estas actuaciones denunciando seis presuntos delitos.