Lucha contra ETA

Los proetarras mantienen su cita en Alsasua pese a los rebrotes de coronavirus

Homenaje a los condenados. El acto coincide con la libertad condicional de los encarcelados por agredir a dos agentes. Grupos abertzales califican de «virus» a la Guardia Civil

Los padres de los ocho condenados por agredir a dos agentes de la Guardia Civil convocaron el año pasado una concentración en la que pedían su libertad y se leía «fuera montajes policiales»
Los padres de los ocho condenados por agredir a dos agentes de la Guardia Civil convocaron el año pasado una concentración en la que pedían su libertad y se leía «fuera montajes policiales»Jesus DigesEFE

Los proetarras mantienen, pese a la situación del coronavirus, la convocatoria para el próximo sábado, del «Ospe Eguna» en Alsasua contra la Guardia Civil. Resulta llamativo que convoquen concentraciones en plena pandemia y que el lema de los actos sea, precisamente, el de calificar a la Benemérita como «el auténtico virus».

A estos actos acuden individuos de toda Navarra y también del País Vasco, donde la situación del coronavirus es especialmente preocupante. Las posibilidades de contagio son, por lo tanto grandes, no sólo para ellos sino también para los agentes. Pero nada impide a los organizadores (la Justicia, de momento, tampoco), esta nueva provocación proetarra con el fin de protestar por la presencia de la Benemérita en la localidad navarra. Lo hacen cada año, sin ningún tipo de consecuencia penal.

El llamado «Ospe Eguna» («Día del Adiós») se celebra todos los años con diversos actos y desfiles en los que se denigran al Instituto Militar y, en alguna ocasión, a las altas instituciones del Estado. En el cartel de este año se ve una especie de «gremlin» malo con tricornio, una olla a presión de la que salen los lemas «alde hemendik» (iros de aquí). Debajo del capotón, la figura lleva un retrato de Franco, una botella de licor y una medalla militar.

Los intentos por prohibir este tipo de convocatorias, en especial desde la Asociación Dignidad y Justicia , que preside Daniel Portero, no han tenido éxito y los proetarras han podido llevar a cabo sus actos y desfiles.

La convocatoria coincidió con la noticia de que tres de los ocho condenados por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua, en octubre de 2016, que cumplen condena en la cárcel alavesa de Zaballa, han obtenido el tercer grado, por lo que pueden acceder a los permisos correspondientes y, por supuesto, estar presentes en el «Ospe Eguna».

Se trata de Adur Ramírez de Alda, Jokin Unamuno y Oihana Arnanz, quienes recibieron las condenas más altas del Tribunal Supremo, entre 8,5 y 9 años de cárcel, respectivamente.

En el cartel de la convocatoria se ve también una olla a presión, que parece a punto de explotar, en relación la supuesta situación de la localidad navarra contra la Guardia Civil. Algo que sólo provocan los proetarras con su actitud hostil contra la Guardia Civil.

El pasado mes de junio, durante las hogueras de San Juan, quemaron monigotes que simbolizaban agentes de la Benemérita a modo de «precalentamiento» de lo que va a ocurrir el sábado.

Una de los puntos de la alternativa KAS, por cuya consecución ETA ha protagonizado cuatro décadas de terror con más de 850 muertos, era precisamente la salida de las Fuerzas de Seguridad del País Vasco y de Navarra. Los actos de hostigamiento, según las citadas fuentes, hay que enmarcarlos en esta estrategia.

Los acuerdos del Gobierno central con el de Navarra, con EhBildu como gran mentor por medio, en el sentido de retirar las competencias de Tráfico a la Guardia Civil en la Comunidad Foral, no han hecho otra que envalentonar a los proetarras.

Desde el entorno la banda no se perdona a la Guardia Civil su decidida acción contra el terrorismo y, sobre todo, su presencia en zonas que consideran de «su propiedad» al actuar como garante la de la unidad de España y d que los ciudadanos, sea cual sea su ideología, puedan ejercer sus derechos.

Por su parte, la citada asociación ha presentado una denuncia en los juzgados de Pamplona en la que pide que se prohíba el acto y que se vigile por si se produce algún hecho delictivo. Subrayan que la finalidad de dichos actos es la de injuriar gravemente, mediante la caricatura y la ridiculización, «y causar el terror en un colectivo como la Guardia Civil, el cual vive un clima de acoso y amedrentamiento por parte de la mayor parte de la población de dicha localidad navarra».