Felipe VI

Lesmes reitera ante Felipe VI la inexorable necesidad de renovar “sin más dilaciones” el CGPJ

Confía en que haya sido su “último discurso” como presidente del TS y del Consejo. Despejas dudas y asegura que, si no hay aucerdo, continuarán los nombramiento pendientes, entre ellos tres magistrados de la Sala Penal del Supremo. Reclama una “mayor claridad normativa” sobre restricción de derechos derivada de la pandemia de Covid-19

El rey abre el año judicial marcado por la COVID-19 y el bloqueo del CGPJ
GRAF864. MADRID, 07/09/2020.- El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes (i), interviene en presencia del rey Felipe VI, al inicio del acto de inauguración del año judicial en una ceremonia celebrada este lunes en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo, en Madrid. El monarca inaugura un año judicial totalmente inaudito, marcado por las restricciones de la COVID-19, que hicieron que, al protocolo habitual de este solemne acto, se sumara el sanitario para cumplir con las medidas de seguridad impuestas por la pandemia. EFE/J.J. Guillén POOLJ.J. GuillénEFE

El presidente del Consejo General y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, ha vuelto a reclamar esta mañana, en presencia de Felipe VI, durante la apertura del año judicial, en la necesidad de proceder de manera urgente a la renovación del órgano de Gobierno de los jueces y magistrados, el cual se encuentra “en funciones” desde diciembre de 2018: una renovación que, destacó al respecto, sigue sin producirse “pese a que venimos reclamando insistentemente”, algo que representa “una seria anomalía”. De hecho, terminó su intervención con el deseo de que el de hoy haya sido su “último discurso como presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial”.

“Es la propia Constitución la que fija en cinco años la duración del mandato de cada Consejo, por lo que me veo en la obligación de exhortar nuevamente a los poderes públicos concernidos a renovar la institución sin mayores dilaciones”, afirmo al respecto Carlos Lesmes durante su discurso.

Lesmes ha advertido, no obstante, de que “conviene recordar también” que el CGPJ tiene asignadas por esa misma Constitución “unas muy relevantes funciones, en particular en materia de nombramientos, ascensos, inspección y régimen disciplinario, funciones que son permanentes y de debido cumplimiento, de manera que deben seguir desarrollándose con normalidad, porque lo contrario sería incumplir la propia norma fundamental, con grave quebranto para la justicia española, a la que dañaría una paralización institucional mantenida en el tiempo en un momento en el que debe afrontar unos retos enormes”.

Por otro lado, Lesmes, se refirió también a la pandemia de coronavirus y su incidencia en la Justicia; pandemia que, aseguró, ha puesto de manifiesto “la necesidad de una mayor claridad normativa” respecto de la adopción por las Administraciones de medidas restrictivas de la libertad personal al amparo de la legislación sanitaria de excepción, que exige ulterior control judicial aun bajo el estado de alarma.

La pandemia, añadió Lesmes, ha supuesto un “desafío inmenso” para los órganos judiciales -que han tenido que atender los nuevos asuntos derivados de la emergencia sanitaria manteniendo a la vez la tramitación y resolución de los procedimientos que la ley establece como urgentes- y “ha mostrado con crudeza las debilidades de nuestro sistema judicial y procesal”, pero también es “una oportunidad para avanzar”.

Por ello, consideró “indispensable” que la Administración de Justicia se convierta en una Administración lo suficientemente tecnificada y bien organizada para que, llegado el caso, pueda seguir prestando sus servicios de forma eficiente pese a dificultades como las que ahora vivimos”, ha dicho Lesmes, que ha señalado que “quizás sea hora ya, definitivamente, y con el objetivo de contribuir también desde la justicia a la recuperación del grave golpe social, económico y moral sufrido, de alentar un verdadero giro estratégico a nivel legislativo sobre la forma de concebir la estructura del proceso judicial, en la que la tecnología y la digitalización no meramente ayuden o faciliten las tareas procesales, sino que las vertebren en su integridad”.