Historia

¿Por qué hay que pedir perdón por la muerte de Companys?

Torra reclama una disculpa de Felipe VI y de Pedro Sánchez por la muerte del presidente catalán, que fue capturado por los nazis y ejecutado por el franquismo

Companys al proclamar la República catalana
Companys al proclamar la República catalanaLa RazónLa Razón

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha reclamado al Gobierno central que organice un “acto solemne” en el que el presidente, Pedro Sánchez, y el jefe del Estado -el Rey Felipe VI- se disculpen públicamente por el fusilamiento del ex president catalán Lluís Companys.

En el mensaje institucional con motivo de la Diada, emitido por TV3 , ha recordado que este año se conmemora el 80 aniversario del asesinato de Companys y “España todavía no ha asumido su responsabilidad ni ha pedido disculpas al pueblo de Cataluña”.

¿Pero qué le ocurrió realmente al ex presidente de la Generalitat?

Companys fue responsable del Govern desde 1934, cuando tras acusar al nuevo Gobierno español de «monarquizante» y «fascista», proclamó el «Estado Catalán» dentro de la República Federal Española, invitando a los republicanos de izquierda de toda España a establecer un gobierno provisional de la República en Barcelona. Tras la intervención militar dirigida por el general Batet, Lluís Companys fue detenido junto con el Gobierno catalán en pleno y encarcelado en el buque Uruguay, donde permanecieron recluidos hasta el 7 de enero de 1935, fecha en que se les trasladó a la cárcel Modelo de Madrid.

Condenados a treinta años de reclusión mayor, tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, no tardó en llegar la amnistía para todos.

Al inicio de la Guerra Civil, Companys creó el Comité Central de Milicias Antifascistas y ordenó repartir 20.000 armas que empuñaron los anarquistas de la FAI y los escamots, los grupos de pistoleros creados por los independentistas de ERC y el Estat Català.

El presidente catalán propició también la celebración de juicios populares en los que eran condenados, sin garantías legales, los sospechosos de ser desleales a la Generalitat. Entre ellos, cientos de religiosos. Se le atribuye el brutal asesinato de 8.129 catalanes durante su mandato.

Exiliado tras la Guerra Civil, constituyó en Francia el Consejo Nacional de Cataluña. Capturado por la Gestapo el 13 de agosto de 1940 y, a petición de la policía franquista, fue trasladado a España, donde fue sometido a un consejo de guerra y sentenciado por «adhesión a la rebelión militar». Finalmente fue fusilado el 15 de octubre de 1940 en el foso de santa Eulalia del castillo de Montjuic.