Armada
El Supply de Navantia, 173 metros de megabuque camino de Australia
El buque de apoyo logístico, con casi 20.000 toneladas de peso y construido en el astillero de Ferrol, llegará al país oceánico a principios de octubre
La ría de Ferrol fue testigo hace poco más de una semana de la partida rumbo a Australia del primer megabuque de apoyo logístico construido por Navantia para la Marina de este país. Con casi 20.000 toneladas de peso, la inmensa embarcación, de 173 metros de eslora (entre uno y medio y dos campos de futbol de largo), dejó el 2 de septiembre el muelle número 9 del astillero del constructor naval en Ferrol y enfiló lentamente la boca de la ría escoltado por dos remolcadores. El buque, bautizado como Supply, está inmerso ya en una larga travesía en la que recorrerá medio mundo hasta echar el ancla a principios de octubre en la ciudad portuaria de Perth, en el oeste del país oceánico. En total, unos 35 días de singladuras en argot marinero.
Tres años han pasado desde el inicio de la construcción. El último hito se produjo el pasado mes de agosto. Navantia completó entonces con éxito las pruebas de mar, en las que se comprueba durante varias jornadas en aguas abiertas que todo los equipos y sistemas funcionan correctamente. Cabe destacar que el coronavirus obligó a retrasar esta evaluación cuando todo estaba listo en marzo de este año.
La misión principal de este tipo de buques es transportar y suministrar combustible, agua, víveres, municiones y otros materiales como armamento o repuestos al resto de buques militares que componen una flota. En la práctica, este tipo de embarcaciones funciona básicamente como una estación de servicio flotante, pudiendo abastecer hasta a tres buques al mismo tiempo.
El Supply navega gracias a dos potentes motores diésel de 9.000 kW cada uno -12.200 caballos- e incorpora una hélice de proa que le proporciona empuje transversal para facilitar la maniobra en lugares restringidos. La planta eléctrica está constituida por cuatro diésel generadores de 1.460 kW cada uno, dos situados en la sala de diésel generadores y dos en la sala del motor principal.
Está equipado con cuatro estaciones, que harían las veces de surtidores, para el aprovisionamiento en la mar de líquidos -combustible y agua- y sólido -víveres y munición- de hasta dos toneladas y tiene una quinta estación en popa solo para combustible. Bajo la cubierta, en sus depósitos, puede almacenar 8.200 metros cúbicos de fuel para buques, 1.530 metros cúbicos de combustible para helicópteros y 170 metros cúbicos de agua potable. Unas cifras que hablan por sí solas.
Tiene una eslora de 173 metros, una manga 23 metros y un calado de 8,3 metros. La automatización de los sistemas hace posible que la embarcación pueda cumplir con su misión con una tripulación de 130 marineros, relativamente pequeña en proporción a su tamaño. En total, los camarotes permiten alojar a casi 200 personas.
También cuenta con armamento para la autodefensa. En concreto, porta seis sistemas de lanzamiento de señuelos Terma, dos cañones Typhoon de calibre 25 mm y otros dos sistemas de defensa de corto alcance Phalanx de calibre 20 mm. Además, dispone de un hangar con capacidad para albergar dos helicópteros MRH-90 o MH-60R. La capacidad de carga y transporte de contenedores y el gran volumen de sus tanques también le permiten actuar en misiones de ayuda humanitaria y sanitaria a población civil en circunstancia de catástrofe y de defensa medioambiental.
Mientras el Supply ya navega rumbo a Australia, en el astillero de Ferrol continúa la construcción de su gemelo, el Stalwart, cuyas pruebas de mar arrancarán a principios de 2021. Si todo sale según lo previsto, este segundo AAOR (Australian Auxiliary Oiler Replenishment) seguirá la estela del primero en torno al mes de marzo del próximo año.
Diseño español
Ambos están basados en el Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC) Cantabria de la Armada española, construido también por Navantia, en este caso en su astillero de Puerto Real (Cádiz). Está en servicio desde 2010. La compañía ha introducido modificaciones en el sistema de combate o en los espacios habitables para cumplir con los requisitos establecidos por Australia e incorporado algunas lecciones aprendidas durante la década de operaciones del Cantabria, con el objetivo de mejorar la fiabilidad y el mantenimiento del barco. Estos cambios, destaca el constructor naval, no han afectado a la velocidad, el alcance, la capacidad de combustible o la estabilidad.
El encargo empezó a fraguarse en 2013 durante una visita de nueve meses del Cantabria al país oceánico que permitió a la Marina Real Australiana (RAN, por sus siglas en inglés) evaluar las capacidades el buque en más de medio centenar de maniobras de aprovisionamiento con sus propios barcos. Navantia y la Commonwealth de Australia firmaron en mayo de 2016 el contrato para el diseño y construcción de dos buques para la RAN por un importe de 420 millones de euros.
Este contrato supone 1,5 millones de horas de trabajo por buque, así como 35.000 horas derivadas de la fabricación y suministro de los motores principales, diésel generadores y reductoras, y otras 35.000 derivadas del Sistema Integrado de Control de Plataforma. La filial de Navantia en Australia será responsable del apoyo al ciclo de vida de los dos buques por un período de cinco años y también trabaja en el adiestramiento de la tripulación en la base de Randwick, al este de la ciudad de Sydney.
Tras arribar a Australia, el Supply atracará en la base naval la Royal Australian Navy (RAN) en Garden Island. En estas instalaciones se completará la instalación de los equipos y sistemas adquiridos por el Gobierno del país. La entrega definitiva será el próximo mes de diciembre.
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