Terrorismo
Ofensiva política coordinada para llevar a los presos de ETA al País Vasco
El suicidio de Igor González ha sido aprovechado para relanzar la campaña
Todo está perfectamente orquestado. Tras el suicidio en la prisión de Martutene del etarra Igor Gonzáles (que, por cierto, formaba parte de la disidencia que se opone a la estrategia de Arnaldo Otegui y los suyos), la “mesa nacional” de EhBildu hizo una declaración en la que decía que los que guardaban silencio ante este hecho eran cómplices. Era el 7 de septiembre.
Tardó dos días el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en “recoger el guante” y lamentar, en el pleno del Senado, la muerte del terrorista. 9 de septiembre.
Tres días después, el Colectivo de Presos de ETA, el EPPK, hacía público un comunicado en el que, entre otras cosas, exigía “unir a todos los presos políticos vascos en las cárceles del Estado español en las cárceles del País Vasco” empecemos a trabajar de una vez por todas para sentar las bases de un País Vasco sin presos políticos. Las prisiones y las políticas penitenciarias nunca deben matar a otros presos". Por si había alguna duda de lo que quieren, terminaban con los gritos de Independencia y Amnistía.12 de septiembre.
Hoy han sido diversos grupos parlamentarios, Bildu, ERC, PNV, Junts, CUP, Más País, BNG, Compromís, Geora Bai y Més per Mallorca, los que, pese al “pésame oficial”, han echado en cara a Sánchez el suicidio del etarra y le han pedido el cambio de la política carcelaria de “excepción”.
Simultáneamente, en Vitoria, PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU han suscrito en el Parlamento Vasco una declaración conjunta en la que reclaman al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el fin de la política de dispersión de los presos de ETA, tras subrayar que Igor González, que apareció muerto en su celda en Martutene, falleció “víctima” de esa política. Estaba en San Sebastián; ze le había acercado al País Vasco.
Expertos antiterroristas y miembros de las asociaciones de víctimas consideran que existe una acción perfectamente coordinada para, cuando sea posible por las circunstancias políticas, agrupar a los presos de ETA en cárceles del País Vasco y Navarra, en especial en la alavesa de Zaballa, que es la que tiene capacidad suficiente.
Desde que Eh Bildu posibilitara que el PSOE gobierne a nivel central y en Navarra, se ha comentado que una de las contraprestaciones no declaradas eran los presos terroristas. Ahora, Arnaldo Otegui lo manifiesta públicamente cuando se aviene a negociar los Presupuestos Generales del Estado.
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