Terrorismo

Sale de prisión, con los “honores” habituales, la etarra Marta Igarriz

Escondía en su casa explosivos y, cuando fue detenida, adujo que eran “chorizos y puros”

Recibimiento al salir de la cárcel
Recibimiento al salir de la cárceljmziga

La presa etarra Marta Igarriz Izeta ha quedado en libertad tras 15 años en prisión. Ha salido de la cárcel de Logroño y recibida, como se aprecia en la fotografía, con los “honores” habituales, de ikurriñas y carteles en los que se puide la excarcelación de todoss los reclusos y la vuelta, sion pasar por los tribunales de Justicia, de los huidos de la banda terrorista

Igarriz perteneció al “comando Amaiur” y fue condenada en abril de 2007 por la Audiencia Nacional por haber alojado en un piso a los integrantes de la célula y haber escondido explosivos de la banda en un comercio familiar pese a que luego alegó que pensaba que se trataba de “chorizos y puros”.

Los hechos se remontan al año 2004, cuando Igarriz alquiló un piso en el que se alojaron tres etarras y ocultó armamento que le había entregado dicho comando en una lonja de su familia situada en Hernani (Guipúzcoa).

La sentencia destacó “la ausencia de una explicación coherente por parte de la acusada respecto del motivo por el que se le habría hecho entrega de las mochilas y el baúl con explosivos para guardarlas y sobre el contenido de los mismos al sostener la similitud de lo observado en su interior con chorizos y puros”.

En este sentido, consideró probado el “conocimiento por parte de la acusada del contenido de las mochilas y el baúl "que le fueron entregados ya que de las circunstancias concurrentes se deriva que la acusada era consciente del carácter clandestino del depósito que se le efectuaba y de la pertenencia a la organización terrorista ETA de quienes realizaban la entrega”. “Con base en las reglas de la lógica y los principios de la experiencia, cabe afirmar que la acusada conoció el peligro de realización del tipo y no obstante actuó o, en todo caso, que si no llegó a conocer las circunstancias que rodeaban los hechos, eran reveladoras del peligro concreto de la realización del tipo, lo que permite, sin duda asegurar que obraba con dolo, al menos, eventual”.