CGPJ

El CGPJ renueva hoy el Supremo

«Es importante transmitir el mensaje de que no nos plegamos ante los políticos que no querían que hubiese nombramientos». Se cubrirán las tres vacantes de la Sala que investiga y juzga a los aforados

Carlos Lesmes durante el acto oficial de Apertura del año Judicial en el Tribunal Supremo.
Carlos Lesmes durante el acto oficial de Apertura del año Judicial en el Tribunal Supremo.C PastranoLa Razón

El Consejo General del Poder Judicial llega al Pleno que celebra hoy con un acuerdo muy mayoritario para realizar todas las vacantes del Tribunal Supremo, tanto las existentes en la Sala Penal como para las presidencia de las Sala de lo Contencioso-Administrativo, Social y Milita. La presidencia del TSJ de Canarias, en cambio, es posible que no se aborde. Finalmente, aquellos vocales «progresistas» más afines al PSOE vieron cómo buena parte de consejeros integrantes del mismo sí estaban por la labor de llegar a un acuerdo con los «conservadores» y facilitar la renovación. La Sala Penal del Supremo, encargada de investigar y juzgar a los aforados está ahora mismo con un 25% menos de los magistrados que debería.

Este cambio de postura de los vocales próximos al PSOE, se enfrentaron a la realidad de que no podrían frenar esos nombramientos, y finalmente participaron en las «negociaciones». Primero en la que mantuvo ayer el grupo «progresista» para ultimar sus propuestas, y finalmente también con el grupo «conservador» para lograr el acuerdo definitivo que permitirá que el Consejo realice hoy esos nombramientos. El grupo «conservador», por su parte, se reunió la tarde del lunes para apuntalar sus candidatos, ratificar la decisión de que se apoyaba la renovación y cerrar la forma de llegar al consenso necesario en aquellas vacantes que exigen 13 votos y, por tanto, el aval de, al menos, una parte significativa de cada uno de los grupos.

De esta forma, la tesis que había pregonado el PSOE en las últimas semanas, pidiendo al Consejo que continuara manteniendo en stay by los nombramientos hasta que se lograse un acuerdo con el PP que desbloqueara la negociación de cara a renovar el órgano de gobierno de los jueces y magistrado, fracasaba en toda regla, algo que ya se veía venir desde el momento en que varios de los vocales «progresistas» sí estaban por la labor de lograr un acuerdo «razonable».

Las dudas principales que trataban de cerrar ayer eran las referentes a las presidencias de las tres citadas salas y a una de las tres plazas de magistrado de la Sala Penal. Respecto a estas últimas, había prácticamente un acuerdo para que Javier Hernández y Ángel Hurtado –aunque tampoco se podía descartar a Concepción Espejel- ocuparan dos de las tres vacantes de esa Sala. Hernández, destinado en la sección de Apelación de la Sala Civil y Penal del TSJ de Cataluña era el «candidato» del grupo «progresista»; mientras que Hurtado, destinado en la Audiencia Nacional – autor del voto particular en la sentencia del «caso Gürtel» por no avalar que la misma recogiese lo relativo a la supuesta «Caja B» del PP– contaría con el los vocales «conservadores»,

La tercera vacante de esta Sala es la que ayer planteaba más interrogantes. «Al incorporarse a la negociación también aquellos vocales que no estaban por la labor en un principio, entraron en juego otros parámetros». Sin embargo, un candidato que pareció perder muchas opciones fue Jesús María Barrientos, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. En cambio, se posicionaba el nombre de Leopoldo Puente, destinado actualmente en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que perteneció en su día a Jueces para la Democracia pero que es considerado como un magistrado «muy moderado y sensato». Este podría ser el magistrado elegido por «consenso», , pese a que también ayer se colaron los nombres de María Pilar Rasillo (Audiencia Provincial de Madrid) y María Dolores Hernández Rueda (Audiencia de Valencia), pero no parece que, tengan muchas opciones.

De esta forma, a expensas de cerrar esa tercera plaza para la Sala Penal, donde el que más opciones tenía ayer era Puente, quedaba por cerrar las presidencias de las salas de lo Contencioso-Administrativo, Social y Militar del Tribunal Supremo. La primera de ellas se la disputarán Pilar Teso y César Tolosa; Para la Sala Social, la principal candidata es María Luisa Segoviano. y donde más dudas era la que afectaba a la Sala Militar, en la que el magistrado de la Sala Penal Julián Sánchez Melgar y Jacobo Borja de Quiroga se la disputan.

De confirmase esos nombramientos se trataría, según fuentes del propio Consejo, de un acuerdo «equilibrado y satisfactorio» y resaltaron la importancia de «transmitir el mensaje de que el Consejo funciona con normalidad y no se pliega a las presiones de aquellos políticos que no quieren que haya nombramientos».

Y ello, después de reconocer, sobre todo en lo referente a las vacantes de la Sala Penal, que el Consejo ha podido pecar de «ingenuidad , ya que «se nos decía que el acuerdo entre PSOE y PP estaba cerrado y al final no hubo nada. Hemos retrasado dos veces estos nombramientos para nada».

¿Qué plazas están vacantes en la Sala Segunda del Supremo y desde cuándo?

Las correspondientes a los magistrados Luciano Varela, Alberto Jorge Barreiro y Francisco Monterde. La de Luciano Varela se convocó el 12 de septiembre del pasado año, después de hubiese pasado a la jubilación inmediatamente después de la sentencia del «procés». Las relativas a Barreiro y Monterde se producen también por jubilación de ambos, el 21 de septiembre y 17 de diciembre. Estas dos últimas vacantes fueron convocada por el CGPJ el 31 de octubre de 2019. De esta forma, la renovación se producirá prácticamente al año de ser convocadas.

¿Y cuántas presidencias de Sala del Tribunal Supremo se van a renovar?

Las de las salas de lo Social, Militar y Contencioso-Administrativo. En las dos primeras por la jubilación de quienes ostentaban al presidencia, Jesús Gullón y Ángel Calderón, respectivamente; mientras que la relativa a la Sala de lo Contencioso-Administrativo se produce al vencer el mandato de Luis María Díez-Picazo, quien, además, decidió no presentarse a la renovación tras una mandato que resultó bastante controvertido en algunos momentos. El mandato de quienes resulten elegido será de cinco años.

¿Cuántos votos se necesita para que un candidato sea nombrado?

Se requiere el aval de tres quintos del Pleno, es decir, de 13 votos. Por ello, se necesita el respaldo de vocales de los dos grupos, ya que ninguno de ellos tiene esa mayoría cualificada.

¿Por qué se ha aplazado en dos ocasiones este año las vacantes existentes en la Sala Penal del Supremo?

Porque el Consejo General del Poder Judicial tuvo conocimiento «oficioso» de que las negociaciones entre PSOE y PP para renovar el órgano de gobierno de los jueces y magistrados estaban muy enfiladas y todo apuntaba a un acuerdo inmediato. La primera ocasión fue en el mes de enero y, la segundo, en julio. Finalmente, no hubo acuerdo.

¿Todos los vocales estaban a favor de cubrir esas vacantes?

Al final, sí, pero anteriormente los vocales más afines al PSOE defendían que no se realizaran aún estas renovaciones y que fuese el próximo Consejo, que aún está pendiente de elegirse, quien lo hiciera.

Un año para renovar las vacantes

¿Qué plazas están vacantes en la Sala Segunda del Supremo y desde cuándo?
Las correspondientes a los magistrados Luciano Varela, Alberto Jorge Barreiro y Francisco Monterde. La de Luciano Varela se convocó el 12 de septiembre del pasado año, después de hubiese pasado a la jubilación inmediatamente después de la sentencia del «procés». Las relativas a Barreiro y Monterde se producen también por jubilación de ambos, el 21 de septiembre y 17 de diciembre. Estas dos últimas vacantes fueron convocada por el CGPJ el 31 de octubre de 2019. De esta forma, la renovación se producirá prácticamente al año de ser convocadas.
¿Y cuántas presidencias de Sala del Tribunal Supremo se van a renovar?
Las de las salas de lo Social, Militar y Contencioso-Administrativo. En las dos primeras por la jubilación de quienes ostentaban al presidencia, Jesús Gullón y Ángel Calderón, respectivamente; mientras que la relativa a la Sala de lo Contencioso-Administrativo se produce al vencer el mandato de Luis María Díez-Picazo, quien, además, decidió no presentarse a la renovación tras una mandato que resultó bastante controvertido en algunos momentos. El mandato de quienes resulten elegido será de cinco años.
¿Cuántos votos se necesita para que un candidato sea nombrado?
Se requiere el aval de tres quintos del Pleno, es decir, de 13 votos. Por ello, se necesita el respaldo de vocales de los dos grupos, ya que ninguno de ellos tiene esa mayoría cualificada.
¿Por qué se ha aplazado en dos ocasiones este año las vacantes existentes en la Sala Penal del Supremo?
Porque el Consejo General del Poder Judicial tuvo conocimiento «oficioso» de que las negociaciones entre PSOE y PP para renovar el órgano de gobierno de los jueces y magistrados estaban muy enfiladas y todo apuntaba a un acuerdo inmediato. La primera ocasión fue en el mes de enero y, la segundo, en julio. Finalmente, no hubo acuerdo.
¿Todos los vocales estaban a favor de cubrir esas vacantes?
Al final, sí, pero anteriormente los vocales más afines al PSOE defendían que no se realizaran aún estas renovaciones y que fuese el próximo Consejo, que aún está pendiente de elegirse, quien lo hiciera.