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“Baluarte”: Las Fuerzas Armadas activan la “Operación Balmis II”

Los militares vuelven a la calle oficialmente para hacer frente a la segunda oleada. No se encargarán de vigilar que se cumplan las nuevas restricciones de movilidad

Hospital de campaña en las inmediaciones del Hospital Gregorio Marañón
El Ejército de Tierra montó un hospital de campaña en el Gregorio Marañón de Madrid durante el estado de alarmaMarta Fernández JaraEuropa Press

Desde hoy, los militares vuelven a la situación en la que estaban el pasado 15 de marzo: preparados y en alerta para desplegarse en cualquier punto de España para hacer frente al coronavirus. Es lo que se bautizó entonces como “Operación Balmis”, que finalizó el 21 de junio, cuando concluyó el estado de alarma. En 98 días, las Fuerzas Armadas llevaron a cabo por todo el país más de 20.000 intervenciones, principalmente tareas de desinfección, transporte o de apoyo para levantar hospitales de campaña. Algo que, si se les pide, volverán a realizar a partir de hoy, después de que se haya recuperado la estructura de mando y operativa de “Balmis”, aunque en este caso la operación se llamará “Baluarte”.

Y es que desde ese 21 de junio, las Fuerzas Armadas continuaron llevando apoyos puntuales, aunque no en el marco de ninguna misión y con una estructura más reducida, pues en los peores momentos de la pandemia se llegaron a desplegar más de 8.200 militares por todo el país. De esta forma, los militares han levantado hospitales de campaña en Zaragoza, alojamientos temporales en Huesca o desinfectado puntos críticos de Canarias. Hasta llegar al pasado mes, cuando se pusieron a disposición de las comunidades autónomas 2.000 rastreadores militares. Esta nueva tarea se enmarcó en una nueva misión, “Baluarte”, la cual, ante actual situación sanitaria, ha ampliado sus cometidos y estructura para convertirse en la que sería la “Operación Balmis II”. Algo para lo que los militares se han estado preparando durante estos meses poniendo al día sus planes de contingencia.

"Ya hemos activado el Centro de Operaciones Conjuntas para conducir esta «Operación Baluarte». Siguiendo las ordenes de la ministra, vamos a asumir todos los cometidos que realizaban las Fuerzas Armadas hasta la fecha”. Con estas palabras se ha estrenado en el cargo el nuevo comandante del que fue el cerebro de “Balmis”, el Mando de Operaciones (MOPS), teniente general Francisco Braco, quien sustituye al teniente general Fernando José López del Pozo. De esta forma, vuelve la estructura inicial, con una dirección, el MOPS, a quien llegarán las solicitudes de ayuda de las comunidades y, tras estudiarlas, se repartirán entre los diferentes Mandos Componentes (Tierra, Armada, Aire y UME) para llevarlas a cabo. En los días más duros de la pandemia llegaron a recibir más de 600 peticiones de ayuda.

Sala de control del Mando de Operaciones durante "Balmis"
Sala de control del Mando de Operaciones durante "Balmis"Rubén MondeloLa Razón

Tal y como ha explicado el teniente general, ante el incremento de necesidades que exigen a las Fuerzas Armadas, “se ha considerado necesario centralizar todas las colaboraciones para aumentar la eficacia y la eficiencia. Por eso se ha puesto en marcha esta nueva operación”. Y ha destacado que “la gran ventaja es que podemos emplear toda la experiencia acumulada durante «Balmis»”. Al mismo tiempo, ha confirmado que ya han empezado a recibir peticiones directamente y a “ejecutar apoyos ordenados desde este mando”.

Y esas capacidades que vuelven a ofrecer las Fuerzas Armadas son las mismas que durante el estado de alarma: desinfección de infraestructuras y puntos críticos, como son las residencias de ancianos; ayuda a levantar hospitales y albergues de campaña, transporte de material, enfermos o fallecidos; apoyo sanitario, como la UCI que montó el Ejército del Aire en Ifema o garantizar la seguridad en infraestructuras críticas. Además de todas las capacidades de la Sanidad Militar, como son los hospitales de Madrid (Gómez Ulla) y Zaragoza o los Centros de Farmacia y Veterinaria Militar.

Los rastreadores de la UME colaboran en la detección de brotes
Los rastreadores de la UME colaboran en la detección de brotesJesus G. FeriaLa Razón

A todas ellas se suman los rastreadores militares: hasta ahora, las comunidades (excepto Cataluña y País Vasco) han solicitado 1.700 de los 2.000 que ofreció Defensa. La autonomía que más apoyo ha recibido es Andalucía, con 360, seguida de Galicia, con 180, y Madrid, con 154.

Al respecto de esta nueva operación, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha querido dejar claro que los militares no se encargarán de controlar el cumplimiento de las nuevas restricciones de movilidad: “Las Fuerzas Armadas no tienen entre sus competencias funciones de orden publico o seguridad ciudadana. Eso le corresponde a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Que nadie tenga la tentación de usar las Fuerzas Armadas para lo que no son competentes”, ha avisado.