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Las vacantes del Supremo se renovaron en media hora
El ex diputado del PSOE y vocal Álvaro Cuesta fracasó en su intento de que se retiraran los nombramientos
Menos de media hora tardó el Consejo General del Poder Judicial en renovar las seis vacantes existentes en el Tribunal Supremo, tres de ellas de la Sala Penal, la que investiga y juzga a los aforados, y otras tres para las presidencias de las salas de lo Social, Contencioso-Administrativo y Militar. Todos los candidatos obtuvieron un amplísimo respaldo ,entre 18 y 19 votos, descolgándose del mismo dos vocales considerados muy afín al PSOE y a IU, el ex diputado socialista Álvaro Cuesta y Concepción Sáez, respectivamente. Este pleno pasará también a la historia por haber sido quien ha designado a la primera magistrada que presidirá una Sala del Alto Tribunal, María Luisa Segoviano, que será quien esté al frente de la Sala Social.
El Consejo ratificaba por la vía de los hechos el acuerdo alcanzado entre los representantes de los grupos «conservador» y «progresista» para renovar de golpe todas las vacantes existentes en el Tribunal Supremo y hacía oídos sordos a los mensajes que llegaban desde el Gobierno de mantener en suspenso esos nombramientos hasta que se renovara el órgano de gobierno de los jueces y magistrados. En este amplio consenso ha jugado un papel relevante el presidente del Consejo, Carlos Lemes, quien «ha trabajado mucho» en que fuese posible y que vocales progresistas se sumaran al pacto para la renovación, según fuentes jurídicas.
Los nuevos magistrados de la Sala Penal serán el «conservador» Ángel Hurtado –quien emitió un voto particular en la sentencia del «caso Gürtel» por no estar de acuerdo que en la misma se hiciera alusión alguna a la “Caja B” del PP al no ser objetivo del procedimiento–, el «progresista» Javier Hernández y el «moderado» Leopoldo Puente, quien en su día perteneció a Jueces para la Democracia y cuya candidatura no fue vetada por los «conservadores». Se lograba, según fuentes del Consejo, «un reparto equitativo y moderado» para una sala que lleva un año con el 25 por ciento menos de la plantilla que corresponde.
Una vez cerrado las vacantes de la Sala Pena –un año después de que se convocaran– se afrontó las designaciones de las tres presidencias de Sala. Aquí también se respetó de forma casi unánime el acuerdo: el «conservador» César Tolosa presidirá la Sala de lo Contencioso-Administrativo, que es la encargada, entre otras funciones, de revisar y resolver los recursos contra los actos y resoluciones del Gobierno.
Primera presidenta
Esta designación llevó a que el «progresista» Jacobo Barja de Quiroga se hiciera con la presidencia de la Sala Militar, dejando en el camino al ex fiscal general del Estado y magistrado de la Sala Penal Julián Sánchez Melgar. María Luisa Segoviano, por su parte, se convertirá en la primera magistrada al frente de una Sala del Supremo, en este caso la sala que corresponde a lo Social.
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