Gobierno de España
Fracaso histórico: la moción menos apoyada
Únicamente la que Sánchez presentó contra Rajoy en 2018 ha prosperado
La moción de censura es un mecanismo constitucional recogido en el artículo 113 de la Carta Magna que prevé la posibilidad de que la oposición, a través de una mayoría absoluta, exija responsabilidades al Gobierno y lo tumbe. Se requiere que haya un candidato alternativo, que exponga su proyecto de país y que sea constructiva. Tres condiciones que a duras penas cumplió la que ha presentado Vox. Con Santiago Abascal como candidato por descarte y sin realizar una sola propuesta concreta en sus intervenciones, la utilidad de la moción se cuestionó abiertamente. Se visualizó como una OPA hostil al PP, por el liderazgo de la oposición, en lugar de una voluntad real de descabalgar a Pedro Sánchez del poder. En esto, también fracasó, porque Pablo Casado se revolvió y le ganó la moción a Vox. La de la ultraderecha ha sido la quinta moción de censura presentada en democracia, una iniciativa histórica en la medida que ha sido la que menos apoyos ha recabado. Todo el Congreso dio la espalda a la formación de Santiago Abascal: 298 diputados, de todos los colores se unieron de forma transversal para rechazar la maniobra de Vox, que solo contó con 52 votos afirmativos, los de sus parlamentarios.
En contraposición, solo una ha prosperado: la que Pedro Sánchez presentó en 2018 para poner punto y final al mandato de Mariano Rajoy. En los últimos tres años, se han presentado más mociones de censura que en los 39 anteriores, también en esto el multipartidismo ha cambiado el paradigma. La de ayer y la que Pablo Iglesias presentó en 2017, también a Rajoy, son las únicas impulsadas por partidos que no lideraban la oposición, aunque en ambos casos se pretendía que esta iniciativa permitiera clarificar ese liderazgo. Entonces, el PSOE se abstuvo, aunque ahora haya hecho una intensa campaña de presión para que Casado no se «pusiera de perfil» y optase por el «no».
Hasta que ha llegado Abascal, Antonio Hernández Mancha ostentaba el cuestionable honor de liderar la moción de censura con menos apoyos. 195 diputados votaron en contra, 67 a favor y 70 parlamentarios se abstuvieron. Hernández Mancha utilizó contra Felipe González en 1987 el mismo instrumento constitucional que el dirigente socialista enarboló contra Adolfo Suárez siete años antes. Entonces, solo logró atraer a 152 diputados, contra los 166 que la rechazaron y los 21 que se abstuvieron. Completa el póker de mociones, la que Pablo Iglesias impulsó en 2017 contra Rajoy. Con un Sánchez, con las riendas del PSOE recién recuperadas, los diputados socialistas integraron las 97 abstenciones, 170 diputados se alinearon con el Gobierno y 82 a favor de Podemos.
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