Gobierno

Moncloa aprobará hoy un toque de queda “sine die”

El Gobierno ultima el decreto para que la medida excepcional se prolongue durante más de 15 días

El Gobierno ofreció el jueves la declaración del estado de alarma para hacer frente a la segunda ola. La reunión interministerial no aprobó nada en concreto, y Sánchez reiteró el viernes por la mañana el ofrecimiento del Gobierno para evitar las dudas jurídicas que se han planteado en diferentes comunidades. Desde el mismo viernes se produjeron un alud de peticiones al Gobierno de Pedro Sánchez para que declare el estado de alarma. País Vasco, Extremadura, Asturias, Navarra, La Rioja, Castilla La Mancha, Cantabria y Melilla, y a última hora Cataluña, solicitaron la medida para dar cobertura a las restricciones en las que están trabajando los diferentes gobiernos autonómicos, algunos como el catalán en medio de grandes tensiones, sobre los horarios de toque de queda.

Ninguno del PP reclamó la medida. Ni Andalucía, ni Galicia, ni Murcia solicitaron medidas al Gobierno que debe presentarlo en el Congreso de los Diputados si se pretende renovar. Sólo Castilla y León, la excepción, donde el Partido Popular gobierna en coalición con Ciudadanos y se ha desmarcado en diferentes ocasiones de la estrategia marcada por el Partido Popular, se apresuró a reclamar medidas al ejecutivo.

El Gobierno cuenta con el respaldo de Ciudadanos, PNV y los independentistas catalanes, tanto Esquerra como Junts per Catalunya. El Partido Popular sigue defendiendo una reforma legal exprés, y el Gobierno central intentará a pesar de todo que los de Pablo Casado respalden la medida.

A media tarde del sábado el Ejecutivo todavía se encontraba trabajando en el Decreto que será aprobado hoy por el Consejo de Ministros extraordinario tras el retorno de Pedro Sánchez de su visita al Papa Francisco en el Vaticano. En el Palacio de La Moncloa y el Ministerio de Sanidad estuvieron todo el día de ayer preparando el texto del decreto de alarma. Poco antes de las 19.30 horas, la Secretaria de Estado de Comunicación anunciaba la convocatoria de un Consejo de Ministros Extraordinario para las 10 de la mañana. El Gobierno había recabado amplio apoyo a la medida.

Además de las comunidades socialistas, y Melilla de Ciudadanos, Euskadi y Cataluña se apuntaban al decreto de estado de alarma, que cuenta con una mayoría parlamentaria, y con el aumento de los contagios de la segunda ola, el incremento de la presión hospitalaria y la presión en las unidades de cuidados intensivos, Pedro Sánchez tomó la decisión de convocar el consejo para estudiar los términos del Real Decreto. Un decreto que, según ha podido saber LA RAZÓN, tiene la intención de perdurar en el tiempo porque como dijo el presidente se avecinan «momentos difíciles». O sea, el Real Decreto no quiere limitarse a solo 15 días. Y no se limitará.

En paralelo, los gobiernos autonómicos estaban trabajando en sus propias medidas para combatir y frenar la pandemia con un aumento exponencial de casos, de nuevo, en Catalunya. Murcia, Castilla y León, País Vasco, Asturias, Comunidad Valenciana y Galicia. Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana dictaron sus propias medidas. Valencia aplicó su propio toque de queda con limitaciones al ocio nocturno desde esta misma noche, y las medidas de Madrid entraron en vigor a partir de las 16.47 horas de ayer al tiempo que Enrique López, consejero de Justicia, recriminaba al ejecutivo central su «pasividad» por no modificar la ley de salud pública, aunque en el seno del Gobierno de la Comunidad de Madrid continuaban las tensiones entre ambos socios. El Gobierno de Díaz Ayuso ha recuperado las restricciones por áreas de salud y limitaciones de horario, y ha pedido al Gobierno de España que estas medidas se puedan mantener con la declaración del estado de alarma. De hecho, los gobiernos autonómicos quieren que el decreto del Gobierno central les otorgue un paraguas jurídico para aplicar sus medidas sin tener que contener la respiración llevando sus propios decretos a la justicia, pero quieren que el mando único se quede en sus respectivas comunidades.

En Cataluña la tensión entre los socios de Gobierno ha aumentado también en las últimas horas. El pulso entre Junts per Catalunya y Esquerra Republicana se ha acentuado. Ayer a primera hora de la mañana la consejera de Salut, Alba Vergès de Esquerra, anunciaba toque de queda desde las 22 horas hasta las 6 de la mañana. A la misma hora, en otra emisora de radio, la portavoz del Govern, Meritxell Budó de Junts per Catalunya, afirmaba que el toque de queda se establecería entre las 23 horas y las 6 de la mañana. El desacuerdo horario entre ambas obligó al Govern a puntualizar más tarde que se estaba trabajando en la duración del toque de queda, tras las diferencias entre ambos miembros del ejecutivo que ahora preside, por delegación, Pere Aragonés, vicepresidente de la Generalitat.