Bildu

La disidencia de ETA califica a Otegui de ser “el mayor charlatán” para conseguir poder del Estado

El cambio de estrategia supone la sumisión a nuestros enemigos, afirman

Arnaldo Otegui, en una imagen de archivo / Efe
Arnaldo Otegui, en una imagen de archivo / Efelarazon

“El mayor charlatán (y sus secuaces, que hay unos/as cuantas) que dispone la pequeña burguesía, socialdemócrata y, si hiciera falta, fiel defensora del sistema constituido”. La disidencia de ETA se refiere así, sin citarlo, a Arnaldo Otegui por la política que sigue Sortu y, en concreto, por la falta de apoyo a la huelga de hambre que lleva a cabo u o de los presos pertenecientes a dicha disidencia.

En un artículo firmado por Jon Yurrebaso, uno de los dirigentes de dicha disidencia, se critica el cambio de estrategia que ha llevado a cabo Sortu, uno de los partidos que conforman la coalición EhBildu: “si tenemos que señalar que para lo que han sido casi 60 años de lucha sin cuartel para muchos vascos y vascas (no para toda la Izquierda Abertzale organizada), Sortu ha conseguido meter en los sistemas francés y español que nos ocupan y explotan a una parte importante de lo que fue el MLNV. Bastantes por convencimiento de que el cambio no sólo suponía la desaparición de la última ETA, sino la sumisión a los sistemas de nuestros enemigos. Otros muchos, sin ningún convencimiento, pero con la mala costumbre de acatar todo lo que venga de “arriba” o instancias superiores. El cansancio, la incredulidad en su momento de los pasos que poco a poco, pero sin descanso, se han ido dando”. señala.

“En los últimos 11 años, por ir a lo más reciente, su dinámica política se ha desvinculado totalmente de la clase obrera vasca. Y hay que decirlo, en este caso sí, que Sortu se ha desvinculado de la Nación Obrera Vasca. ¿O es que también luchan por los derechos de la oligarquía financiera e industrial vasca?Todo por la paz y la convivencia. No existe la lucha de clases. Son cosas del pasado. Ahora toca conseguir algo de “poder”, en este caso en el Estado español, y repartirse con la burguesía vasco-española la cuestión vascongada y la de la alta Navarra”, denuncia.

“De zipayismo (colaboracionismo) político a ser uno de los pilares (claro que hay que trabajar duro y tener la cara muy dura) del sistema hay un trecho, pero estos y estas del aparato (y aledaños) de Sortu corren de manera olímpica”.