Coronavirus

Defensa compra de urgencia dos congeladores para almacenar la vacuna

Los arcones, valorados en 33.008 euros, se instalarán en el Centro Militar de Farmacia de Madrid en el plazo de un mes

Una de las áreas del Centro Militar de Farmacia de la Defensa de Madrid
Una de las áreas del Centro Militar de Farmacia de la Defensa de MadridCristina BejaranoLa Raz�n

Las Fuerzas Armadas siguen abasteciéndose de material sanitario para esta segunda oleada y desde hace tiempo están adquiriendo gran cantidad de elementos de protección, como mascarillas, guantes o tests. Pero la última de sus compras va más allá y ya han previsto que tendrán que almacenar parte de las vacunas, por lo que se harán con dos arcones congeladores para conservarla en el Centro Militar de Farmacia de la Defensa de Madrid.

Así lo refleja el contrato de la Inspección General de Sanidad publicado hoy y que ha sido adjudicado a la empresa madrileña “Carpal Médica” por un valor de 33.008,8 euros. Una licitación que, debido a la situación sanitaria, se ha tramitado por la vía de emergencia para que, entre otros, los dos congeladores se entreguen en un plazo máximo de un mes. Para ello, se ampara en la Ley de contratos del Sector Público, que permite esta forma cuando es necesarioactuar de manera inmediata a causa de acontecimientos catastróficos, de situaciones que supongan grave peligro o de necesidades que afecten a la defensa nacional”.

Tal y como se desprende del contrato, las Fuerzas Armadas “continuarán su desempeño solidario con el esfuerzo del conjunto de la sociedad para superar la crisis, como ya hicieron en la gestión de las fases más críticas de la pandemia”. Y añade que “la ministra de Defensa prestará especial atención a la mejora de las capacidades para afrontar futuras crisis sanitarias y, para ello, se reforzará la Sanidad Militar y se potenciará la Sanidad Operativa con el objetivo de mejorar los recursos sanitarios militares para garantizar, mediante actuaciones conjuntas, el apoyo a la población civil en caso de crisis de esta naturaleza”.

“Condiciones de crioconservación especiales”

Y una de las formas de colaborar es utilizar las capacidades de la Farmacia Militar como almacén de la vacuna “bajo unas especiales condiciones de crioconservación”. Sin embargo, al no disponer de cámaras con estas características técnicas, Defensa ve necesario adquirir los citados arcones congeladores.

Además, el contrato establece en una de sus cláusulas que “el contratista se compromete a salvaguardar la confidencialidad, a guardar sigilo y a no difundir aquellos datos o antecedentes que, sin ser públicos o notorios, estén relacionados con el objeto del contrato, y de los que hayan tenido o tenga conocimiento con ocasión del mismo”.

Sede del Centro Militar de Farmacia de la Defensa en Madrid
Sede del Centro Militar de Farmacia de la Defensa en MadridCristina BejaranoLa Raz�n

La Farmacia Militar ha sido -y es- un elemento clave de la aportación de las Fuerzas Armadas a la lucha contra el coronavirus, pues no ha dejado de fabricar medicamentos y solución hidroalcohólica durante todo este tiempo, además de mascarillas en el centro que también tiene en Burgos.

En el de Colmenar Viejo (Madrid), donde se guardarían parte de las vacunas, cuentan con un edificio de más de 1.500 m2 con tres grandes zonas diferenciadas en las que las medidas higiénicas son muy que estrictas para evitar cualquier tipo de contaminación.

Entre las últimas compras para hacer frente al coronavirus que ha realizado Defensa destaca la que hizo el Ejército de Tierra a principios de mes para el conjunto de las Fuerzas Armadas. A través de seis contratos valorados en 5,3 millones de euros se harán con 7.396.000 mascarillas de distintos tipos, 5.520.000 de guantes de nitrilo, 130.000 batas desechables, 68.000 calzas cubrebotas, 50.000 test de antígenos, 27.000 monos... y 13.000 sudarios para cubrir los cadáveres de los fallecidos por la Covid 19, ante la previsión de un aumento de muertes o la posibilidad de que los uniformados vuelvan a tener que hacerse cargo de los cuerpos, como ya ocurrió en la primera oleada en las tres morgues improvisadas de Madrid.