División

El PSOE acusa a Podemos de romper el “fair play” de la coalición

Acusan a los morados de estar instalados en la oposición y de haber “incumplido lo pactado” con la enmienda antidesahucios presentada junto a ERC y Bildu

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y otros miembros del partido aplauden a Pablo Iglesias en la moción de censura
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y otros miembros del partido aplauden a Pablo Iglesias en la moción de censuraEUROPA PRESS/E. Parra. POOLEuropa Press

Las costuras del Gobierno de coalición vuelven a tensionarse. Las polémicas se acumulan y la sensación de que Pablo Iglesias va por libre recorre ya no solo el PSOE, sino también la Moncloa. La estrategia de consolidar una alianza estable con EH Bildu y ERC ha ido más allá del pronunciamiento de Arnaldo Otegi a favor de las cuentas, la enmienda parcial que Unidas Podemos suscribió con ambas formaciones para rectificar los Presupuestos de la coalición ha agravado el malestar de los socialistas. “No han cumplido lo que hemos acordado”, resuelve certera una fuente socialista a LA RAZÓN. Desde el Grupo Parlamentario Socialista reconocen que Unidas Podemos informó de la enmienda, e incluso trasladó la redacción de la misma, pero puntualizan que desde el PSOE se les transmitió que no la presentaran. “No es lo adecuado”, aseguran las citadas fuentes, que van más allá y lo tildan de “error político” por la obcecación de Iglesias por marcar perfil dentro de la coalición para no quedar fagocitado. Desde Podemos confirman que Echenique, escribió un WhatsApp a Adriana Lastra para informarle de la presentación de la enmienda y que invitó al PSOE a sumarse a la firma. Esperan, los morados, que, en los próximos días, sus socios se sumen a la iniciativa, aunque reconocen que es complicado y son sabedores de que sin su apoyo la enmienda no prosperará.

“Hay quien no ha entendido que ahora son un partido de Gobierno”, recriminan desde el PSOE, en alusión a la actitud que mantienen sus socios de continua enmienda a la política gubernamental, como si todavía siguieran en la oposición. En el sector socialista de Moncloa se hacen cargo de la situación desesperada que suponen los desahucios, pero consideran que una enmienda en los presupuestos no es el vehículo para solventar esta problemática. Creen que se debe hacer a través de una ley específica, como es el anteproyecto de ley de vivienda en la que ya trabaja el Ejecutivo y que llegará al Congreso en los próximos meses. No obstante, el ministro encargado del ramo, José Luis Ábalos, intentó ayer templar gaitas asegurando que se abre a debatir la enmienda en el Parlamento. Tanto Ábalos como otros ministros del área económica, Nadia Calvino o María Jesús Montero, han reconocido en las últimas horas haberse enterado de la iniciativa de su socio por la prensa.

En Podemos, por su parte, tratan de zanjar cualquier polémica y niegan que exista malestar dentro del Ejecutivo. Recuerdan que es una reivindicación morada de sobra conocida por parte del presidente del Gobierno y transmitida de hecho por boca del propio vicepresidente. Además, recalcan que es un debate que ha llegado al Consejo de Ministros. La cuota morada en Moncloa trató sin éxito de ampliar así el escudo social para blindar el fin de los desahucios en el contexto del estado de alarma. Ahora, aseguran, existen ministros que estarían a favor, según la versión morada, de extender las prohibiciones de los desahucios. El propio Iglesias advirtió ayer de que seguirá presionando en este sentido: “A nosotros no nos votaron para hacer amigos, sino para empujar con las fuerzas que tenemos para revertir, aunque sea parcialmente, algunas injusticias. Gobernar es eso”.

Sin embargo, la situación ha creado un enfado y una descoordinación contra la que en la coalición se propusieron luchar. En concreto, los partidos que la conforman se dieron un protocolo de funcionamiento, una suerte de manual de buenas prácticas, para evitar esta serie de supuestos y que Podemos ha incumplido. Específicamente en el punto referido a la actuación parlamentaria y en lo referente a los Presupuestos Generales del Estado se establece que “con el fin de facilitar su aprobación, los grupos parlamentarios de los socios no podrán presentar enmiendas sin el acuerdo previo sobre las mismas. A tal fin se instrumentará un procedimiento adecuado para garantizar su información y discusión entre el gobierno de coalición y los grupos”. A expensas de lo que diga el citado documento, desde el PSOE reconocen a este periódico que existía un acuerdo, que los morados han roto, y que consistía en que las enmiendas que se presentasen se harían de manera conjunta. “Todas las enmiendas del PSOE llevan la firma de Echenique”, aseguran para confirmar esta actitud coordinada, que ellos sí han cumplido.

Los socialistas hablan ya abiertamente de “falta de lealtad” de Iglesias, en un momento muy tenso internamente a cuenta del pacto con Bildu, en el que el propio Sánchez acusó a dirigentes socialistas de esto mismo por airear públicamente sus diferencias. La escenificación de una alianza con los abertzales no es lo único que molesta de Podemos, también la forma en la que se está abordando la crisis migratoria en Canarias. El sector morado no comparte la estrategia del ministro del Interior, pero el hecho de que desde Podemos en las islas se pidiera la dimisión de Fernando Grande Marlaska ya ha supuesto la gota que colma el vaso. Desde la dirección nacional de los morados, han salido a rectificar públicamente a su portavoz en el archipiélago.

A esto se suma que las diferencias persisten también en el ámbito económico, con una guerra cada vez menos soterrada entre la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, y la de Economía, Nadia Calvino, que ayer llegó a confesar que hubiera preferido el apoyo del PP a las cuentas que el de los socios actuales del Ejecutivo. En todo caso, todos los interlocutores consultados confirman que, aunque las costuras se tensen no se van a romper, porque tanto a Sánchez como a Iglesias les interesa que el Gobierno siga vivo y más ahora que están a punto de aprobar unos Presupuestos que les garantizarían agotar la legislatura.