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Irene Montero rompe a llorar en un acto contra la violencia de género

Con la voz entrecortada la ministra de Igualdad pide “la unidad entre mujeres” frente al patriarcado “que nos quiere en soledad”

Visiblemente emocionada, la ministra de Igualdad, Irene Montero, subía al atril para decir unas palabras en un acto contra la violencia de género y ha sido ahí precisamente cuando la titular de Igualdad se ha roto y sus ojos se han llenado de lágrimas. La ministra de Igualdad, Irene Montero, pidió “la unidad entre mujeres” frente al patriarcado “que nos quiere en soledad” y que es “incapaz de reconocer las violencias que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo”.

Montero hizo esta petición con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos durante un acto institucional organizado por el Ministerio de Igualdad para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se realizó de forma online por la pandemia, y en el que los premiados de este XVI edición agradecieron los reconocimientos.

Montero les dio las gracias “por luchar por la vida” y calificó el acto de “una apuesta por la vida, un acto de memoria y de reparación” porque “nos queremos vivas y libres”, pero también de recuerdo para “las mujeres que ya no están”, para las víctimas asesinadas, 1.074 desde el año 2003 y 41 en lo que va de año.

Además, la titular de Igualdad elogió al movimiento feminista y al de las mujeres que juntas, “combaten la violencia” y resaltó la importancia de su Ministerio que es “el de todas las mujeres y que “existe gracias al movimiento feminista”.

Contra la extrema derecha “negacionista”

Lamentó el cuestionamiento de la existencia de la violencia machista por parte de la extrema derecha. “El discurso negacionista es doloroso e intolerable” y por eso animó a las fuerzas políticas a reforzar el Pacto contra la Violencia de Género “para reparar la herida de la violencia machista” y también el pacto entre las mujeres, “esas alianzas son de por vida”.

Montero también abogó por que “las instituciones cumplan con la memoria de las que no están” en cada política pública y en cada práctica institucional en el combate contra las violencias machistas, porque las mujeres “no confían aún en ellas”. “El Estado deber creer a las mujeres para que ninguna se sienta sola”.