La Guardia Civil desmantela un grupo dedicada a cometer secuestros con fines económicos

La Guardia Civil ha detenido a los dos cabecillas de un grupo especializado en la comisión de secuestros, entre ellos el de un vecino de Gijón, al que asaltaron a punta de pistola y mantuvieron cinco días en cautiverio en una nave industrial situada en la periferia de Valencia.

La investigación comenzó el pasado mes de marzo después de que los agentes tuvieran conocimiento de la desaparición de esta persona mientras trabajaba en la empresa familiar. Según las primeras investigaciones, los autores accedieron al lugar y, bajo amenazas con armas de fuego, le obligaron a introducirse en el maletero de un vehículo. Los autores se pusieron en contacto con un familiar de la víctima y le exigieron cinco millones de euros por su liberación.

Los investigadores, a cargo de la Unidad Central Operativa, se desarrollaron con la celeridad que requieren estos casos ante el peligro real existente para la vida de la víctima. Los agentes lograron localizar los vehículos de los secuestradores.

Aunque durante el traslado de la víctima los captores adoptaron grandes medidas de seguridad cambiaron la placa de matrícula del vehículo utilizado en varias ocasiones, los agentes confirmaron que la víctima había sido trasladada desde Gijón a algún punto del levante español. Fue finalmente liberada por sus captores ante la presión policial en una pequeña localidad de la provincia de Albacete.

Una vez asegurada la integridad física de la víctima, la investigación se centró en conocer la identidad de los autores, su modus operandi y localizar el lugar concreto de cautiverio. Las pesquisas condujeron hasta una nave industrial en la provincia de Valencia, así como a acreditar la implicación directa en los hechos de dos personas y que habían utilizado varios vehículos para trasladar al secuestrado y realizar labores de vigilancia.

La localización del cabecilla del grupo, natural de una pequeña localidad del norte de Madrid, fue bastante compleja por las extremas medidas de seguridad que adoptaba en todos sus movimientos, utilizando siempre documentación falsa. A mediados del pasado mes de agosto, los agentes detectaron que uno de los vehículos empleados habitualmente por esta persona, se desplazaba por la autovía A-3 en dirección Valencia. A pesar de identificarse como otra persona, se pudo verificar que se trataba del principal investigado en las actuaciones. Se le detuvo así como a un cómplice que estaba en en la Comunidad de Madrid.

Al analizar el vehículo empleado por el primer detenido, se pudo averiguar la existencia de un sofisticado sistema de ocultación de acceso a dobles fondos; se localizaron teléfonos móviles, tres juegos de matrículas falsificadas, bridas, un rotativo policial, sprays antiolor, pasamontañas, cinta americana, grilletes y diversa ropa.

En el registro de una nave, fue localizado un vehículo de alta gama utilizado para el traslado del secuestrado, cuya llave estaba oculta en una regleta de la luz. También había elementos dispuestos para la inminente comisión de nuevos secuestros, como documentos de identidad, pasamontañas, bengalas, grilletes o cinta americana, así como útiles especiales de limpieza e incluso un sistema de poleas para elevar objetos de peso sobre un bidón metálico de grandes dimensiones. Junto a éste, se encontraban numerosas garrafas que contenían una sustancia altamente corrosiva que, practicados los correspondientes análisis, resultó tratarse de unos 250 litros de ácido sulfúrico.

Los dos detenidos P.P.J., y C.R.M., de 38 y 51 años de edad, vecinos de pequeñas localidades del norte de la Comunidad de Madrid, fueron puestos a disposición de los Juzgados de Guardia de Requena y de Colmenar Viejo respectivamente, decretándose el ingreso en prisión preventiva sin fianza para ambos. Tienen un amplio historial delictivo, incluido otro secuestro en Madrid con anterioridad, en el cual uno de ellos resultó detenido. La Guardia Civil mantiene abierta la operacuión por si pudieran haber cometido otros secuestros.