Negociación
Ábalos cede ante Iglesias y asume la paralización de los desahucios durante el estado de alarma
El acuerdo llega tras retirar los morados la enmienda a sí mismos en los Presupuestos. Pactan que no podrán ejecutarse lanzamientos judiciales hasta que los desahuciados tengan garantizado su realojo
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha conseguido volver a imponer su voluntad. El Gobierno paralizará los desahucios a las familias vulnerables que no tengan alternativa habitacional mientras dure el estado de alarma. Iglesias ha llegado a un acuerdo con el ministerio de Agenda Urbana de José Luis Ábalos para aprobar su ansiado decreto ley para ampliar la moratoria de los desahucios. Lo han confirmado fuentes de la vicepresidencia, aunque todavía se desconoce cuando llegará al Consejo de Ministros.
De esta manera, las familias vulnerables no podrán ser desahuciadas mientras no exista la posibilidad de que sean realojadas en una vivienda digna, incluidas aquellas que viven como okupas en casas de propietarios con más de una decena de viviendas. Según fuentes ministeriales, serán las comunidades las encargadas de ofrecer esa alternativa habitacional que será siempre una vivienda digna. Especifican que «no podrá ser un albergue». También afectará a aquellas familias «en precario» que estén en una vivienda de un gran tenedor de inmuebles.
Sin embargo, este decreto solo se ciñe al asunto de los desahucios, por lo que volver a recuperar la prohibición de cortes de suministros de población vulnerable –medida que se dejó de aplicar a finales de septiembre–, es todavía una promesa incumplida, aunque insisten en que aún se está negociando con su socio de Gobierno.
Ambos ministerios han llegado al acuerdo justo un día después de que Unidas Podemos retirara la enmienda a los Presupuestos Generales del Estado junto a ERC y Bildu para prohibir los desahucios hasta el 2022. El pacto en el Gobierno se produce también después de varios roces en el seno de la coalición, también a causa de la política migratoria derivada de la crisis de inmigración en Canarias. El vicepresidente trató de forzar vía enmienda de los Presupuestos Generales con los partidos independentistas a la parte socialista para frenar los desahucios. Un gesto que molestó en Moncloa, y que ahora logrado en parte vía acuerdo interministerial, pese a que varios ministros llegaron a acusar a los morados de «desleales» y de «incumplir lo pactado» en el protocolo de actuación dentro del Gobierno de coalición.
Tras una semana de presión continua por parte de los morados, el presidente del Gobierno y el vicepresidente limaron asperezas y acercaron posturas en materia de desahucios, abriéndose a negociar Moncloa una respuesta a la dramática situación, aunque el acuerdo limita la moratoria al estado de alarma y no hasta 2022, como buscaba Iglesias. Pero, tras la tormenta, Iglesias vuelve a ganar la partida.
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