Juego ilegal
La Policía desmantela una timba de poker clandestina en la que se llegaban a ganar 120.000 euros
El “garito” estaba situado en una vivienda unifamiliar de Palma de Mallorca
Agentes de la Policía Nacional han desmantelado, en una operación contra el juego clandestino, una timba ilegal que se se desarrollaba en una vivienda de Palma de Mallorca. Diez personas fueron sorprendidas en el interior del domicilio mientras participaban en el juego, mientras que otras dos esperaban su turno. También se encontraban presente el organizador y una mujer que había sido contratada para hacer la manicura.
Se trataba de una vivienda unifamiliar situada en las inmediaciones del Polígono de Son Castelló en la que se practicaban juegos de naipes y se cruzaban fuertes apuestas., Ante las informaciones, se dispuso un control sobre el domicilio y se comprobó que acudían personas de diferentes nacionalidades.
El juego clandestino comenzó de manera más potente a principios del mes de julio. En ese momento, el organizador principal realizaba dos sesiones de juego denominadas “gala de tarde” y “gala de noche”. La primera de ellas en un horario de 16:00 a 23:30 horas, mientras que la de noche daba comienzo al acabar la anterior y finalizaba a las seis de la mañana. Esto ocurría durante toda la semana; los viernes, sábados y festivos había mayor afluencia. Se pudo comprobar, además, la presencia de entre 50 y 70 jugadores con un alto poder adquisitivo.
Debido a las limitaciones horarias, el organizador decidió bajar la intensidad de las partidas, fijando un límite de reposiciones con un máximo de 500 y un mínimo de 200 euros. Sin embargo, en determinadas fechas, el importe mínimo ascendía a 5.000 euros y contaba con la presencia de jugadores de la Península y de varios países de Europa, Asia y África, además de algún oriundo de las islas. Solían reunirse entre 10 y 20 participantes.
Fue el pasado sábado cuando los agentes de la Policía Nacional procedieron a realizar la fase operativa fueron sorprendidas 14 personas, entre ellos el principal organizado, una mujer contratada para hacer la manicura y tres menores de edad. Diez hombres realizaban el juego en ese momento en una mesa profesional de póquer.
El crupier disponía de fichas valorativas en una cantidad de 15.072 euros, mientras que los jugadores tenían fichas valorativas de 13.856 euros, todo ello en el marco del juego para un cruce de apuestas con valores monetarios. Otros dos hombres estaban esperando turno y, en el trascurso del operativo, acudieron más personas con intención de participar en el juego. Algunos de ellos portaban más de 4.000 euros en efectivo así como monedas, que no fueron intervenidos al no haber llegado a jugar.
En el registro se intervinieron un total de 16.675 euros en metálico, distribuidos en diversos sobres. También se intervinieron tres mesas de juego de póquer, tres maletines de aluminio con material de juego, dados, fichas valorativas, diversas barajas sin estrenar, otras ya utilizadas de una marca europea de reconocido prestigio, así como varias cajas de metacrilato con fichas valorativas con el nombre de algunos jugadores. En uno de los contenidos figuraba la cantidad de 20.000 euros a nombre de uno de ellos, que fue sorprendido participando activamente en el desarrollo del juego.
Los agentes estiman que los movimientos generados en el evento de la timba pueden oscilar entre los 20.000 y los 70.000 euros en los días de mayor afluencia. También se ha podido verificar que en algunas de las partidas se ha llegado a obtener un premio cercano a los 120.000 euros.
La zona destinada al juego disponía de servicio de catering, una especie de quiosco con dulces, licores, tabaco y habanos de alta calidad y, además, una mujer había sido contratada para servicio de manicura. La vivienda disponía de elementos de seguridad y sistema de grabación con cámaras, algunas de ellas con enfoque a la calle para controlar el exterior.
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