Alertan de la posible presencia de yihadistas entre los inmigrantes que llegan a Canarias

Los inmigrantes que viajan desde Canarias a la Península y que tienen su pasaporte en regla, no son sometidos a ningún tipo de control, salvo el PCR que se les realiza al llegar a las islas para detectar si tienen coronavirus, según han informado a LA RAZÓN agentes policiales que trabajan sobre el terreno. “El Ministerio del Interior lo sabe”, subrayan.

La posible presencia de elementos yihadistas que tienen como misión atentar en Europa no se descarta y se recuerda que existen precedentes recientes, como el de Niza.

Lo ocurrido con la llegada al aeropuerto de Granada de unos 200 inmigrantes en tres vuelos a lo largo de los últimos días y el aparente descontrol en el que han quedado, ha suscitado el escándalo al ser denunciado por las autoridades locales y autonómicas.

Sin embargo, se trata de un fenómeno que se viene produciendo desde hace meses. Recientemente, fue el aeropuerto de Elche el destino de uno de estos vuelos con 74 inmigrantes, 50 de los cuales quedaron en libertad para ir donde quisieran. como ha ocurrido en Granada. Algunos fueron transferidos a un CIE donde pueden estar un máximo de 40 días.

Lo más preocupante entonces fue que tres de ellos llevaban documentación falsa, lo que vendría a avalar la actuación de las mafias con fines todavía no determinados.

El pasado 29 de octubre, un tunecino de 21 años, Brahim Aoussaoui, degolló con un cuchillo a dos personas y decapitó a una tercera en la basílica de Notre-Dame de Niza. Había llegado a Europa a través de en la isla italiana de Lampedusa y, en este caso, se le sometió a los controles administrativos habituales en la Unión Europea.

A diferencia de lo que está ocurriendo en Canarias, en que los inmigrantes marroquíes suelen arribar con sus pasaportes en regla y dinero para comprar un pasaje con destino a la Península, carecía de documentación y la Cruz Roja le extendió un documento a los solos efectos de identificación.

Aoussaoui había llegado a Lampedusa el pasado mes de septiembre a bordo de una barcaza. Fue identificado, le hicieron un PCR, pasó dos semanas de cuarentena a bordo de la nave Rhapsody y, al dar negativo, se le trasladó, ya en el continente, a Bari. Se le entregó un documento de expulsión con la orden de abandonar Italia en una semana. Veinte días después, reapareció en la basílica de la ciudad de Niza con las consecuencias fatales ya conocidas.

La Policía española ha detenido en lo que va de año a varios individuos vinculados al terrorismo yihadista, que habían llegado a España en patera. El más significativo fue el rapero egipcio, que tuvo nacionalidad inglesa pero que se le retiró, Abdel-Majed Abdel Bary, de 29 años. Se trata de un terrorista retornado, de los más buscados en Europa, que viajaba junto con otros dos individuos que conformaban una célula. Habían viajado en patera desde Argelia.

El pasado mes de octubre fue arrestado otro presunto yihadista, esta vez en Canarias a donde había llegado en patera en 2018 y permanecía en situación irregular. Formaba parte de una red internacional para captar mujeres con el fin de casarlas con terroristas de Daesh y que pasaran a formar parte de la organización criminal.

Varios de los autores de los atentados de París de 2015 habían llegado, también por vía marítima, a Europa como inmigrantes ilegales. Al llevar documentación falsa, la mayoría de ellos lograron pasar los controles y consiguieron reagruparse en la capital francesa para perpetrar las acciones criminales en las que fueron asesinadas 130 personas y 415 resultaron heridas.