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Ayuso seguirá la “vía Aznar”: potenciará su perfil nacional en la campaña catalana

Su equipo diseña una estrategia para darle mayor visibilidad fuera de la Comunidad de Madrid como hizo en su día el ex presidente desde Castilla y León

El presidente del PP, Pablo Casado y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso durante el acto de inauguración del nuevo hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal.
El presidente del PP, Pablo Casado y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso durante el acto de inauguración del nuevo hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal.Chema MoyaAgencia EFE

El modelo económico y de libertad educativa de Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, gusta en muchos sectores catalanes. Esto lo reconocen en el PP catalán, pero también lo creen, firmemente, en Madrid. Y Cataluña está ya en campaña, sin fecha electoral y con la incertidumbre de si la pandemia no servirá de justificación al independentismo para, por razones estratégicas, retrasar las elecciones más allá del 14 de febrero. Ayuso también despliega actividad por otras comunidades, en una estrategia de reforzar su liderazgo nacional que en el partido recuerda a la que aplicó también quien es hoy su jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, cuando actuaba de gurú del José María Aznar que presidía la Junta de Castilla y León. Aznar llegó a convocar una cumbre antisocialista e invitó a ella a los nacionalistas del PNV y de CiU.

En el PP de Madrid creen que el partido tiene que aprovechar la oportunidad de rentabilizar el «tirón» y el «liderazgo» de Ayuso en Cataluña. Es un intercambio de doble dirección en el que las dos partes «ganan» –puntualizan. El partido en Cataluña gana por lo que les suma la imagen de Ayuso, su discurso «desacomplejado» y el «éxito» de sus políticas, sobre todo en clave económica y en educación. Además, como otro argumento añaden que «Ayuso recorta espacio a Vox, y, precisamente, el futuro de este partido en Cataluña, y su posible irrupción en el Parlamento catalán, es una de las preocupaciones de Génova ante las próximas elecciones autonómicas». «Ayuso es una apuesta segura en Cataluña para contener el crecimiento de Vox y para dar potencia al mensaje del partido por la movilización mediática que la acompaña», explican en Madrid.

Ayuso se siente cómoda en Cataluña. Y si la dirección lo estima oportuno, se echará a la espalda la campaña catalana para «sumar». Para sumar allí y en su territorio, ya que Cataluña es el eco perfecto para su discurso en Madrid porque su cuerpo a cuerpo con el independentismo la refuerzan entre el votante de la derecha madrileña.

Ahora bien, el PP catalán ha frenado la coalición con Ciudadanos, lo que no fue capaz de hacer el PP vasco, y allí también dicen que serán ellos los que hagan la agenda y dirijan la campaña catalana. «La campaña la haremos nosotros y vendrá quién nosotros digamos. Como debe ser. Y esto lo comparte todo el partido. Los protagonistas seremos los del PP catalán», explican desde la dirección regional.

No niegan que Ayuso estará en el grupo de referentes nacionales que participarán en la campaña autonómica, pero con límites. En ese sentido, en el PP catalán advierten del error de confundir lo que funciona en Madrid con lo que funciona en Cataluña, y como ejemplo citan el caso de la ex portavoz en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo, desembarco forzado por Génova en las pasadas elecciones generales como «número uno» por Barcelona. Desde sus posiciones más duras y conservadoras Álvarez de Toledo no alteró los pobres resultados del partido por esa circunscripción electoral en el Congreso de los Diputados, tal y como estaba previsto antes de que su nombre fuera recuperado por Casado para la arena política.

Pero no todo son luces, Ayuso empieza a sentir en carne propia los celos internos y los nervios de quienes dentro de su partido la ven desplegarse a nivel nacional con una potencia que no consigue tener Pablo Casado. En ese resquemor crecen las filtraciones y los movimientos orgánicos dirigidos a cortar las alas a la presidenta madrileña antes de que sea demasiado tarde y se consolide como un referente alternativo, no en programa, pero sí en futuro, al liderazgo actual del PP. Un Feijóo, por el presidente de la Xunta referente del PP moderado, pero por la derecha.

La presidenta de Madrid arremete con desparpajo contra los líderes independentistas, promete y tiene margen para ejecutar rebajas fiscales, y cuenta con un Gobierno detrás con el que plantar cara al Ejecutivo de coalición. El choque con Sánchez tiene una base de diferencia programática, pero, sobre todo, tiene un interés estratégico porque le da rédito electoral en su granero de votos. Vox se está quedando sin discurso desde fuera del Gobierno, y Ciudadanos está dentro del mismo, por lo que su recorrido para tener un espacio propio queda también muy limitado.

La figura de Ayuso está en las antípodas de Feijóo o de otros presidentes autonómicos del partido como Alfonso Fernández Mañueco o Juan Manuel Moreno. No tiene apoyos autonómicos, y necesitaría hacerse con el control de la dirección del PP regional para estar de igual a igual con aquellos contra quienes tiene que pelear en los pulsos internos. En un partido, sin una organización territorial detrás, no eres nadie, y de ahí la relevancia de cómo se resuelva el futuro del liderazgo regional, en manos de una gestora desde la caída de Cristina Cifuentes. Génova no quiere perder el control de las decisiones.