La mayoría de los españoles cree que el Gobierno de Sánchez no apoya a la Monarquía

Cuando restan cuatro días para que el Jefe del Estado D. Felipe VI, pronuncie su tradicional discurso navideño ante los españoles y tras el deseo expreso del Rey Emérito D. Juan Carlos de regresar a España para pasar las Navidades junto a su familia, un 44,2 por ciento de los ciudadanos respalda su decisión a pesar de que esta finalmente no vaya a materializarse.

En el lado opuesto, un 35,9% lo rechaza, según la encuesta de NC Report para LA RAZÓN. Un viaje que, como ya desveló este diario, no tendrá lugar debido la preferencia del padre del Rey de no interferir en el discurso de Navidad que deberá pronunciar su hijo el próximo jueves, con el fin de que el mensaje unitario no se distorsione ante su presencia debido a su futuro judicial en ciernes. El Rey Emérito ha optado así por mantener un perfil bajo y aplazar su viaje a una fecha indeterminada todavía.

Es precisamente la población de mayor edad –de entre 55 años en adelante–quien ven con mejores ojos su vuelta, según un 48,1%, mientras que los más jóvenes –de entre 18 y 34 años– rechazan esa opción en un 50,5% de los casos.

En unos meses convulsos para la Monarquía parlamentaria por el ataque constante de Unidas Podemos y de los socios independentistas y nacionalistas del Gobierno en el Congreso de los Diputados,–quienes no desvinculan a la figura de la actual jefatura del Estado de las presuntas ilegalidades del Rey Emérito– los españoles aprecian como el grado de compromiso de Moncloa con la Corona es insuficiente.

El 62,5 por ciento del electorado cree que para el presidente del Gobierno la Casa Real es «indiferente» –según un 29,3%– o «bajo» –33,2% –en su apoyo, según la encuesta de NC Report. Es decir, dos de cada tres españoles opinan que Pedro Sánchez no respalda de manera adecuada a la Monarquía, mientras que tan solo un 28,9 por ciento asegura que su nivel de protección es «alto», lo que es lo mismo; uno de cada tres españoles sí ve que desde el Ejecutivo central se ampara a Felipe VI.

Precisamente, esta semana Unidas Podemos, ERC, EH Bildu, Más País, CUP, BNG y Compromís registraron hasta tres peticiones de comisión de investigación sobre el uso de «tarjetas opacas» por el Rey Emérito. Dos de ellas fueron tumbadas por la mayoría de la Mesa del Congreso gracias a los votos del PSOE, PP y Vox y la última deberá calificarse en enero, aunque todo apunta a que volverá a desestimarse.

Sin embargo, desde el Gobierno, la cuota morada sigue desplegando su ofensiva antimonárquica avivando el debate entre Monarquía o República y encomendándose como tarea principal la de conseguir que el horizonte republicano en España llegue «más pronto que tarde». Unas proclamas que desde el Ejecutivo no se frenan, aunque eso sí, públicamente aseguran que garantizan su apoyo a la Monarquía parlamentaria y al jefe del Estado.

La encuesta refleja también que el debate entre Monarquía y República que los morados ven imprescindible, no es tal en la sociedad. Hasta un 53,1 por ciento apuesta por la Monarquía como forma de Estado en España, frente a un 39,2 que aboga por la República. Por edades, son los más jóvenes los que apuestan por la segunda vía, en un 62,5%, mientras que entre los mayores de 55 años ratifican la estabilidad de la Monarquía, según un 71%.

Zanjado el debate sobre el supuesto clamor notorio para avanzar hacia un horizonte republicano, según el discurso del partido del vicepresidente, otra buena muestra de ello es la valoración de los ciudadanos sobre la figura de Felipe VI. Los españoles le otorgan un 6,3 de nota, siendo –otra vez–entre la población más madura quien más le valora, con un 7,2. La horquilla entre 35 y 54 le puntúa con un 6,2 y los más jóvenes con un 5. Una nota que supera de manera amplia la nota global que reciben, por ejemplo, el presidente del Ejecutivo o sus ministros. En la encuesta de octubre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), todos los ministros –excepto la vicepresidenta económica Nadia Calviño– suspendían. Pedro Sánchez obtenía un 4,3. Le superaban la ministra de Defensa, el ministro de Sanidad o la titular de Trabajo con un 4,7. Los peores valorados eran el vicepresidente Pablo Iglesias, el ministro de Agricultura, el titular de Justicia y de Universidades con un 3,4.