Robles y Calviño, las únicas ministras que aprueban

Hoy se cumple un año desde que los ministros del primer gobierno de coalición de la democracia desfilaran ante el Rey para jurar o prometer su cargo. Tras 12 meses en ejercicio, ha transcurrido el tiempo suficiente al frente de sus carteras para que los ciudadanos se formen una opinión fundada de lo resolutivos o no que han sido en el desarrollo de sus funciones y, lo cierto, es que la evaluación no es todo lo satisfactoria que cabría esperar. Según la última encuesta de NC Report para LA RAZÓN, de los 22 titulares que conforman el Gabinete de Pedro Sánchez, solo dos consiguen un aprobado raspado y son dos mujeres: la ministra de Defensa y la de Economía, con un 5,1 y 5, respectivamente.

Margarita Robles es la mejor valorada de todo el Gobierno. Su papel al frente del ministerio de Defensa ha estado marcado por el azote de la pandemia y por el papel destacado que el Ejército ha desempeñado durante esta emergencia sanitaria. Robles es un perfil independiente dentro del propio Ejecutivo, que despierta incluso recelos en el seno del Gabinete, dada su buena sintonía con los partidos de la oposición, que la elogian cuando tienen oportunidad. La última ocasión a cuenta del despliegue de la UME en el temporal Filomena, un despliegue que le ha acarreado roces con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska por no seguir los cauces oficiales. El liderazgo de la ministra no solo le lleva a destacar en este tipo de encuestas, sino también dentro del propio Gobierno donde algunos colegas la apodan «la ministra favorita de la derecha». Un dato que avala estas críticas internas es que el PP ha «indultado» a Robles de las peticiones de comparecencia que han registrado en el Congreso para que Ábalos y Marlaska rindan cuentas por la gestión de Filomena.

A Robles, le sigue Nadia Calviño. La vicepresidenta económica es concebida dentro del Gabinete como un contrapeso a Unidas Podemos, cuya ortodoxia sirve de muro de contención de las políticas excesivamente expansivas de los morados. Contraria a la subida del Salario Mínimo o a la derogación de la reforma laboral, la ministra de Economía es también la mejor valorada por la última encuesta del CIS que preguntó sobre los ministros. Calviño de profunda vocación europea y perfil tecnócrata, no comulga de las consignas partidistas del PSOE. Estuvo a punto de poner su cargo a disposición de Sánchez cuando se pactó la prórroga del estado de alarma con Bildu a cambio de derogar totalmente la reforma laboral y recientemente se mostró partidaria de aprobar los Presupuestos con el PP antes que con ERC. Sus choques con Podemos son una constante, especialmente con la titular de Trabajo, que es la única de la cuota morada que se sitúa entre los mejor valorados, con un 4,4. Yolanda Díaz ha logrado durante este año en el Gobierno rubricar seis acuerdos históricos con patronal y sindicatos en la mesa del diálogo social.

Entre Calviño y Díaz se encuentran, aupados por el «efecto Covid» los ministros de Sanidad (4,5) y de Ciencia e Innovación (4,4). Salvador Illa ha pasado de ser prácticamente un desconocido a adquirir una proyección tal, que lo ha catapultado como candidato a la Generalitat de Cataluña para las próximas elecciones. A la gestión de la pandemia se suma la de la investigación y las vacunas que lleva a un siempre muy bien valorado Pedro Duque a mantenerse arriba de la tabla. Peor puntuado es el relevo natural de Illa al frente de Sanidad, Carolina Darias, actual ministra de Política Territorial y Función Pública, se queda en el 3,8 sobre 10. Por encima del cuatro de puntuación se mantienen tanto el ministro José Luis Escrivá, que ha pilotado medidas populares como la del Ingreso Mínimo Vital, y la vicepresidenta primera del Gobierno y mano derecha de Sánchez, Carmen Calvo (4,1).

La parte menos notable del «ranking» se encuentra copada por la mayoría de los ministros de Podemos. Pablo Iglesias, Irene Montero, Alberto Garzón y Manuel Castells empatan con un 3,4 sobre diez. Una valoración negativa que contrasta con el índice de conocimiento que les otorga el CIS, especialmente a Montero e Iglesias, como los ministros más populares, y que va en la línea de la escasa agenda pública que ambos desarrollan. No son los únicos que tienen esta paupérrima valoración. Con un 3,4 los encuestados también puntúan al ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, que puso al sector cultural en pie de guerra durante la pandemia y el de Justicia, Juan Carlos Campo, en el punto de mira por la reforma del Código Penal para rebajar las penas de los delitos de sedición, por los que fueron condenados los líderes del «procés».

Sin embargo, la peor valorada de todo el Gabinete es la ministra de Educación y la que fuera portavoz gubernamental durante el primer Gobierno de Sánchez. La polémica ley educativa que ha aprobado el Ejecutivo lastra la puntuación de Isabel Celaá, que cierra el «ranking» de estimación con un escueto 3,3. Completan la foto del Gabinete el ministro de Agricultura, Luis Planas; el de Transportes, José Luis Ábalos, y la de Industria, Reyes Maroto, con un cuatro; el del Interior, Fernando Grande-Marlaska (3,9); la de Hacienda, María Jesús Montero (3,8) y las de Exteriores, Arancha González Laya y de Transición ecológica, Teresa Ribera, con un 3.6, respectivamente.