"Caso Kitchen"

La agente que admitió los seguimientos a Bárcenas: “No fue un operativo prolongado”

En su declaración policial explicó que actuaban por parejas y en turnos de mañana y tarde tanto en el domicilio del extesorero como en el taller de restauración de Rosalía Iglesias

Rosalia Iglesias, esposa del extesorero del PP Luis Bárcenas, a la salida de la Audiencia Nacional tras declarar
Rosalia Iglesias, esposa del extesorero del PP Luis Bárcenas, a la salida de la Audiencia Nacional tras declararBallesterosAgencia EFE

La agente que admitió haber participado en el dispositivo de vigilancia a Luis Bárcenas en 2013 por orden del exresponsable de la unidad de Seguimientos de la unidad de Asuntos Internos Jesús Vicente Galán aseguró en su declaración policial que “no fue un operativo prolongado” y explicó que trabajaban en turnos de mañana y tarde. Así consta en un informe de la citada unidad policial incorporado al sumario del “caso Kitchen”, en el que se investiga la supuesta operación parapolicial para sustraer al extesorero del PP documentación comprometedora para los populares en el “caso Gürtel”.

En ese documento consta la declaración policial prestada por la agente después de que se constatase, al analizar un informe de la Comisaría General de Información -una vez desclasificada la documentación referente a la “operación Kitchen” por el Consejo de Ministros en enero de 2019-, la presencia en las inmediaciones del taller de restauración de la esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias, de un vehículo adscrito a Asuntos Internos el 25 de julio de 2013. En esas fechas, reseña el informe, ese domicilio estaba siendo “objeto de vigilancia por parte de funcionarios adscritos a la Comisaría General de Información”.

Tras efectuar las oportunas gestiones para identificar a los agentes adscritos a ese vehículo, se verificó que repostó ese mismo día a las 12:28 en una gasolinera de Repsol de la capital. En los justificantes de repostajes de vehículos oficiales -donde constan fecha, km, litros y el importe- constaba el número de carnet profesional de la agente que llenó el depósito, lo que permitió a los investigadores identificar a la agente, destinada en la sección de Apoyo Operativo (Vigilancias y Seguimientos) de la Unidad de Asuntos Internos, llamándole a declarar.

Preguntada por el motivo de ese desplazamiento, la policía explicó -según reseña el informe- que recordaba “haber participado en labores de vigilancia y seguimiento relacionados con Rosalía Iglesias” en el verano de 2013, “tanto relacionados con un inmueble ubicado en la calle General Díaz Porlier como en torno al domicilio en el que residía, en Príncipe de Vergara, si bien no fue un operativo prolongado”.

Tal y como ratificó el pasado noviembre ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, instructor del “caso Kitchen”, la agente aseguró que fue el inspector jefe Galán, entonces responsable de la sección de Vigilancias, a quien “se informaba de los resultados, un testimonio que acarreó la imputación del mando policial.

Según se detalla, admitió “haber efectuado en aquella época un seguimiento a Rosalía Iglesias que condujo hasta un mercado próximo, donde se citó con otra mujer”, una actuación que llevó a cabo con otro policía del que facilitó su número de carnet profesional. Pero debido al tiempo transcurrido, dijo no poder “recordar si el seguimiento se inició desde el domicilio de Rosalía (en la calle Príncipe de Vergara) o desde la calle General Díaz Porlier”.

Otro operativo simultáneo

La testigo admitió igualmente haber formado parte de una vigilancia “en torno al domicilio de Rosalía y Luis Bárcenas”, también acompañada de otro compañero, durante la cual “detectó á otro funcionario efectuando una vigilancia sobre el mismo portal”, algo que “le llamó la atención”. Pensó, además, que el otro agente también “detectó su presencia”. En ese dispositivo, añadió, “entraron en turno de tarde, relevando a otros compañeros de la Sección de Vigilancia que trabajaron en el mismo operativo durante la mañana”. La policía contó que puso los hechos en conocimiento de Galán, “quien les confirmó más tarde que se trataba de un policía del área de Información”.

Igualmente, la testigo corroboró que -como trascendió en su día- la sección de Vigilancias y Seguimientos se encargó de trasladar a Rosalía Iglesias desde la Audiencia Nacional un día (mayo de 2012) que declaró en relación al “caso Gürtel”, aunque matizó que desconocía “el lugar exacto” al que se trasladó a la mujer de Bárcenas pues “no viajaba en el vehículo” con ella. Ese servicio, volvió a insistir, “lo dirigió” el inspector jefe Galán, aunque “también estaba al corriente el entonces jefe de la unidad”, el comisario Marcelino Martín Blas, que precisamente está citado mañana a declarar como investigado en relación a estos hechos.

En el informe se incide en que Galán se incorporó á la Unidad de Asuntos Infernos como inspector jefe en en abril de 2012, dirigiendo desde entonces la Sección de Apoyo Operativo (Vigilancias y Seguimientos), que había sido creada ese mismo año, “una vez nombrado jefe de la Unidad de Asuntos Internos Marcelino Martín Blas”.

Fue el propio García Castellón quien el pasado 31 de julio encomendó a Asuntos Internos la realización de un informe en el que plasmara todos los documentos depositados en la citada unidad policial que pudieran relacionar a Martín Blas con la “operación Kitchen”.

Asuntos Internos recuerda que ya en marzo de 2019 remitió sus conclusiones sobre los posibles vínculos con la operación hallados en el archivo de la unidad, pero matiza que ahora se está llevando a cabo “una búsqueda más exhaustiva” en la que, por ejemplo, entre la documentación intervenida a Villarejo se ha hallado una investigación llevada a cabo por Cenyt (la empresa de espionaje de Villarejo), clasificada como “Party”, sobre el patrimonio personal y familiar de Martín Blas.

Esta misma semana, el exresponsable de Seguimientos de Asuntos Internos negó que recibiera la orden de espiar a Bárcenas y que participara en esos seguimientos, desmintiendo lo que afirmó su subordinada. Galán, investigado por delitos de malversación, obstrucción a la Justicia y prevaricación, dijo que su actuación se limitó a identificar, por orden de Martín Blas, un Citroën C-4 negro en un área del barrio de Salamanca próxima al domicilio de los Bárcenas y al taller de restauración de Rosalía Iglesias. Tras comprobar la existencia de un vehículo policial en las inmediaciones e informar a su superior, relató, se decidió suspender la operación. Pero insistió en desvincularse del supuesto espionaje al extesorero del PP.