Choques

Moncloa justifica las zancadillas entre PSOE y Podemos por el “contexto electoral”

El Gobierno anunció ayer la reforma de los delitos asociados a la libertad de expresión, tras conocer que los morados presentarían hoy su propia iniciativa en el Congreso

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez preside la reunión del Consejo de Ministros en el Palacio de la Moncloa, junto a los vicepresidentes del Gobierno
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez preside la reunión del Consejo de Ministros en el Palacio de la Moncloa, junto a los vicepresidentes del GobiernoPOOL MONCLOA/Borja Puig de la BePOOL MONCLOA/EFE

Guerra sucia por el relato en el Gobierno de coalición. Las zancadillas entre los socios se están sucediendo con una asiduidad mayor de lo habitual ante la inminencia del 14 de febrero. Aunque desde ambas partes se reconoce cierta gesticulación en clave electoral, la situación se está recrudeciendo en las últimas horas. A las declaraciones del vicepresidente Pablo Iglesias poniendo en cuestión la “normalidad democrática” en España se suma la carrera por apuntarse el tanto de promover la despenalización de las conductas asociadas a la libertad de expresión cuando se dan en el contexto artístico o cultural.

En Unidas Podemos hay malestar porque reconocen que anunciaron en privado al PSOE que hoy presentarían una proposición de ley para eliminar las injurias a la Corona. Esto se comunicó solo horas antes de que desde Moncloa se lanzara el anuncio de que Justicia trabajaba en una reforma del Código Penal en la misma línea. Una anuncio vago y de cuya iniciativa se desligó el Ministerio de Juan Carlos Campo, apuntando a una decisión en clave gubernamental. De este modo, desde el Ejecutivo se anticipaban a sus socios en el Congreso para que la medalla se la cuelgue todo el Gobierno y no solo uno de los partidos que lo componen.

Hoy en rueda de prensa, la portavoz María Jesús Montero ha querido restar importancia a esta circunstancia, de define como “algo menor” y ha deslizado que tanto las declaraciones de Iglesias como estos repentinos movimientos de los partidos obedecen al “contexto de campaña”, porque, fuera de este, “no se comprenderían”. “Somos un gobierno único y lo importante es la capacidad de acierto y no de quién parta la iniciativa”, ha justificado, para apuntar inmediatamente que “estamos en campaña electoral y algunas formaciones quieren apadrinar determinadas medidas y colocarse en situación de ventaja para el próximo domingo”.

Sin embargo, en este caso, como en otros como el de la “Ley Zerolo” de Igualdad de Trato, los socialistas han actuado de forma autónoma sin contar con su socio de coalición, a pesar de que se estaba trabajando internamente en una iniciativa conjunta. En el caso de la reforma de la libertad de expresión se produce, además, en un contexto de presión interna por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, después de que 200 creadores y actores entre los que estaban Pedro Almodóvar, Bardem o Serrat pidieran en un manifiesto su liberación. Desde Moncloa no ocultan que este hecho haya tenido su efecto y lo justifican en la “vocación de escucha” del Gobierno para “ser capaces de tener cintura política” y ser “sensibles” a las demandas ciudadanas.

Más garantista

Desde la mesa del Consejo de Ministros, Montero ha asegurado que es “preferible” que esta reforma se incardine a través de la reforma del Código Penal que tiene previsto llevar a cabo Justicia, en la que también se avanzará en el consentimiento en los delitos sexuales o en la rebaja de las penas por sedición, por tratarse de un proceso “más garantista” que si se promueve a través de los partidos en el Congreso, como pedía Unidas Podemos. En este punto también hay discusión, pues si bien el PSOE quiere que se haga dentro de los plazos de la reforma del Código Penal (CP), pilotada por los ministerios de Justicia e Interior; los morados quieren que se tramite por la vía de urgencia en la Cámara, de forma autónoma a la reforma del CP.