Partidos Políticos

Informe CIS: ¿Cómo son posibles estos bandazos?

El método para estimar el voto, la ruptura de series históricas o la periodicidad de los sondeos ponen en tela de juicio su credibilidad

El presidente del CIS, José Félix Tezanos, comparece en el Congreso de los Diputados para informar de los presupuestos 2021 de su departamento
El presidente del CIS, José Félix Tezanos, comparece en el Congreso de los Diputados para informar de los presupuestos 2021 de su departamentoMariscalAgencia EFE

Da igual que una pandemia acabe con la vida de decenas de miles de personas por una gestión tarde y cuestionada. No importa que la deuda pública se dispare y cada vez más españoles tengan que acudir a «las colas del hambre». No influyen los malos resultados electorales en dos comunidades importantes como Galicia o País Vasco. Mes tras mes, los socialistas, con Pedro Sánchez a la cabeza, obtienen una estimación del voto superior al 30% desde el mes de junio, un porcentaje superior al 28,2% con el que ganó las elecciones el 10 de noviembre de 2019.

La sospecha de intencionalidad política del CIS se alarga con cada nuevo Barómetro que publica la entidad pública. En el de ayer, por ejemplo, el socialista José Félix Tezanos, que tomó las riendas del Centro de Investigaciones Sociólogicas en junio de 2018, usó la encuesta para continuar con la estrategia de Moncloa y colocar a Vox a solo cinco puntos del PP a nivel nacional. Los expertos consultados por LA RAZÓN coinciden en subrayar que «la credibilidad sus estudios demoscópicos está por los suelos por sus contantes cambios de metodología y por introducir preguntas polémicas».

En este sentido, el sociólogo Lorente Ferrer, analista de NC Report, señala que entre las peculiaridades de la encuesta está «que el porcentaje de personas que dice haber votado al PSOE en las elecciones anteriores es superior al del resto de formaciones». El experto pone como ejemplo el número entrevistados correspondiente al barómetro 3309 de febrero de 2021. Señala que «sobre una muestra total de 3.870 entrevistas, ha encuestado a 317 votantes de más del PSOE. De 712 que deberían ser, han pasado a 1.029 votantes del PSOE». Este sesgo en la muestra que participa en los barómetros tiene una consecuencia directa: más afinidad hacia el PSOE y menos hacia formaciones más conservadoras. En su opinión, si mientras realizas la muestra te das cuenta de este desfase, tiendes a buscar encuestados con otra afinidad política para que el resultado no sea intencionado. Por otro lado, el sociólogo apunta al método que usa para interpretar los datos. «Cuando alguno de los participantes duda de su respuesta, te vales de la pregunta de autoubicación ideológica, que permite hacer interpretaciones más subjetivas», reconoce. Además, apunta a la conocida como «cocina de Tezanos». Cuando el socialista llegó a la dirección del organismo, tal y como explican en la página 54 de cada encuesta, hubo dos variaciones en la presentación de los datos. Por un lado, la presentación bruta directa de los datos, tal como los expresaban los encuestados directamente, para que cualquiera, según señala «pudiera efectuar estimaciones propias, si así lo deseaba». La segunda modificación fue el método que se usa para interpretar los datos en bruto. Desde enero de 2020 se usa el «Modelo V108» que, según explicó el propio Tezanos en el Congreso de los Diputados, utiliza 108 variables, que incluyen el recuerdo de voto de varias elecciones, variables de opinión sobre líderes políticos, identificación en los espacios ideológicos…

Encuesta CIS
Encuesta CISAntonio Cruz

Este planteamiento introducido por la nueva dirección del CIS entra frontalmente en colisión con la metodología tradicional del estudio demoscópico que presentaba los datos de voto como resultados de aplicar un modelo de estimación basado en los datos directos de opinión («intención de voto» e «intención de voto + simpatía») recogidos por la encuesta. Pero... se ponderaban los datos por recuerdo de voto imputado y aplicación de modelos que relacionan la intención de voto con otras variables. Proceso que ahora se obvia. «Evidentemente, la aplicación de modelos diferentes puede dar resultados diferentes», subraya Lorente Ferrer.

Además de cambiar el método, el CIS de Tezanos ha roto con series históricas, una decisión que disgustó a la inmensa mayoría de la comunidad sociológica y politóloga nacional. Entre los cambios más llamativos fue en el barómetro de marzo de 2020 cuando manipuló la serie histórica al preguntar la situación económica «al margen del coronavirus». Desde su fundación hasta hace un año, siempre se había formulado la pregunta con el mismo enunciado hasta que se introdujo la coletilla «al margen de la covid», cambio que impide comparar con los 40 años anteriores.

Otro aspecto que pone en tela de juicio al CIS de Tezanos es su periodicidad. Antes de su llegada se hacían cuatro estudios al año, pero ahora se realiza uno cada mes, con el desembolso que eso supone. Según los datos de la Memoria de Actividades de 2017 de este organismo, se realizaron en total 83.671 entrevistas, que supusieron un desembolso medio por cada una de 96,18 euros. Si multiplicamos las 2.500 entrevistas de las que consta un barómetro por esos 96,18 euros nos sale la cantidad de 240.450 euros por cada sondeo electoral. Las ocho nuevas encuestas, en comparación las cuatro trimestrales suponen un coste de 2.885.400 euros al año aproximado para las arcas del Estado, ateniéndonos a esta memoria. Además de la inversión –con su publicación mensual– el CIS, siempre tan favorable al Gobierno, ayuda a construir la imagen de un partido ganador y atraer votos de otros indecisos. «La gente empieza a desconfiar cada vez más y lo peor es que también lo están haciendo los propios profesionales del sector», explica Eduardo González Vega, experto en Comunicación Política en la Universidad Camilo José Cela que recuerda que este organismo público no pertenece a ningún partido sino a la sociedad.