Contabilidad opaca

Bárcenas asegura que entregó sobres con sobresueldos a Rajoy con dinero de la “caja B”

El extesorero señala al fallecido Lapuerta y admite que ambos sabían que lo que hacían “no era correcto” pero que recibieron instrucciones de Álvarez Cascos para abonar esas cantidades

Luis Bárcenas ha afirmado al tribunal de la “caja B” del PP que tanto el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy como los exsecretarios generales del partido Francisco Álvarez Cascos, Javier Arenas, María Dolores de Cospedal recibieron sobresueldos con dinero procedente de esa supuesta contabilidad opaca y que él mismo se encargó de entregarles esos sobres en alguna ocasión.

El extesorero del PP -condenado a 29 años de prisión por las actividades corruptas de la primera etapa de la “trama Gürtel”- ha añadido que también el exsecretario general Ángel Acebes y el que fuera vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato percibieron esos sobres, pero a diferencia de los anteriores él nunca se los entregó.

Bárcenas ha incluido en esa relación de dirigentes que también habrían percibido esos complementos salariales en dinero negro a los exministros Jaime Mayor Oreja y Federico Trillo, al exsenador José Miguel Ortí Bordás y al que fuera asesor del Partido Popular Pedro Arriola. El extesorero ha precisado que a partir del congreso del PP de 2008 él mismo se encargó de dar esos supuestos sobres tanto a Rajoy como a Cospedal.

Según ha explicado, antes de la victoria electoral del PP en 1996 y la llegada al Gobierno los cargos el partido percibían determinadas cantidades “en concepto de gastos de representación” que se pagaban con la contabilidad oficial. Al percibir a partir de ese momento sueldos de diputados o senadores, o en su caso ministros, ha dicho, “la propuesta que recibe el tesorero en ese momento es que no perciban menos dinero” y que se igualara la diferencia de retribución con dinero procedente de esa “caja B”.

“¿Quién dio esa instrucción?”, le ha preguntado el fiscal de Anticorrupción Antonio Romeral. “Esa es una instrucción que recibe Lapuerta del secretario general, en aquel momento Alvarez Cascos y eso se mantuvo hasta 2008″. Según ha manifestado, cuando se incorporó el siguiente secretario general, “Lapuerta le informa de lo que se está haciendo” y se continuó haciendo de la misma manera con los siguientes secretarios generales, entre ellos Arenas, Rajoy y Cospedal.

“La caja la tenía yo y la manipulación del dinero, en el sentido de meterlo en sobres y dárselos a Lapuerta lo hacía yo también. Me decía “le voy a entregar el sobre a Alvarez Cascos y a tal y tal...”, ha declarado el acusado. Lapuerta, según ha dicho, «se desplazaba al ministerio correspondiente y entregaba los sobres».

500.000 euros por manipular los papeles

El extesorero, que pretendría que el tribunal acordase un careo con Rajoy en el juicio -algo que los magistrados han rechazado hoy mismo-, ha mantenido que aunque tanto el ya fallecido Álvaro Lapuerta como él mismo, entonces gerente del partido, sabían que lo que hacían “era incorrecto y que pagar con fondos opacos era ilícito”, pero ha subrayado que el responsable era Lapuerta, quien según él “llevaba su propio control en tarjetas de visita que tenía en su agenda”, donde apuntaba supuestamente las donaciones de los empresarios que engrosaban esa “caja B”.

Asimismo, el extesorero del PP -para quien la Fiscalía pide cinco años de prisión- ha dicho que cuando El País publicó los papeles de esa contabilidad opaca, le convocaron a una reunión en el despacho del abogado de Lapuerta en la que le plantearon “la preocupación que había en el partido” respecto a esos documentos. En esa cita, ha explicado, el letrado Javier Iglesias le ofreció 500.000 euros para que reescribiera esos papeles “variando los conceptos y las cantidades de cara a hacerlos públicos y crear la duda en la opinión pública de cuáles eran los buenos y cuáles los malos”, dando a entender así que se había producido “una manipulación por parte de alguien para perjudicar al Partido Popular”.

Según la Fiscalía Anticorrupción, durante los años en los que Bárcenas y el ya fallecido Álvaro Lapuerta ejercieron sus cargos en el PP (el primero fue tesorero de la formación de 1993 a 2008, hasta que entregó el testigo a Bárcenas, que hasta entonces era gerente del partido) ambos “gestionaron” fondos en metálico aportados al PP “por donantes de quienes no podían recibir los mismos” de acuerdo con la legislación sobre financiación de partidos políticos.

“Del ingreso y gasto de esos caudales no se dejó constancia en la contabilidad que la formación política presentaba al Tribunal de Cuentas”, mantiene la Fiscalía en su escrito de acusación, que apunta a que solo parte de esos ingresos se incorporaron a la contabilidad oficial como donativos anónimos y siempre sin superar el tope legal. El control de esos ingresos y de los gastos, continúa, “se llevaba en unas hojas a modo de contabilidad paralela -contabilidad B- que cumplimentaba Luis Bárcenas y supervisaba Álvaro Lapuerta”. Se trataba de cantidades siempre en efectivo que escapaban al control del departamento de contabilidad y del cajero del partido y que se guardaban “en una caja fuerte ubicada en el despacho de Luis Bárcenas”.

La confesión de Bárcenas

En la carta remitida a Anticorrupción en la que se ofrecía a colaborar con la Justicia, Bárcenas sostiene que el ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy estaba al corriente de la supuesta financiación irregular del PP y que fue el ex líder del PP quien, en su presencia, se encargó en 2009 de destruir la documentación sobre la supuesta contabilidad opaca del partido

El exsenador sostiene que esa financiación irregular había incluido el pago de sobresueldos a altos cargos del partido, entre ellos el propio Rajoy, los exsecretarios generales María Dolores de Cospedal, Javier Arenas, Ángel Acebes y Francisco Álvarez Cascos, el exvicepresidente Rodrigo Rato, el ex ministro de Defensa Federico Trillo y el ex presidente del Senado Pío García Escudero entre otros.

Según la versión de Bárcenas desde 1982 existió en el PP un sistema de financiación institucionalizado a través de «percepciones en B que se realizaban a través de donativos» de empresarios, incluido el periodo entre 2004 y junio de 2008 (los hechos objeto de esta causa), en el que Rajoy era presidente del partido.

Y cuantifica esos ingresos en medio millón de euros en 2007 y un millón en 2008, de los que «en torno a 900.000» se emplearon, afirma, en la remodelación de la sede del PP. Antes, en 2006, sostiene que ya se habían destinado otros 600.000 a esa reforma.

El extesorero aseguró a la Fiscalía que el acuerdo con la empresa encargada de los trabajos, Unifica, fue que parte del importe se pagara “”con dinero procedente de la caja B con la finalidad de dar salida a dichos fondos y obtener al mismo tiempo un descuento de en torno a un 10%”.

Esos fondos, mantiene en ese escrito, “se nutrían con carácter general de donativos o aportaciones efectuadas por personas relacionadas con empresas beneficiarias de importantes adjudicaciones públicas” y se llevaban a cabo “con entregas en metálico”.