Delincuencia

La Policía se incauta del primer narcosubmarino fabricado en España

Tiene una capacidad para trasladar dos toneladas de estupefacientes en cada viaje

Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con las autoridades de cinco países extranjeros y bajo la coordinación de EUROPOL, han intervenido en la provincia de Málaga la primera embarcación semisumergible (narcosubmarino) localizada en España preparada para el tráfico de drogas. La embarcación, primera con esas características localizada en España, se encontraba en construcción cuando fue localizada y tiene unas dimensiones de nueve metros de eslora, tres de manga y tres de calado. Su fabricación ha sido artesanal, utilizando una quilla sobre la que se ha montado una estructura de cuadernas y refuerzos con paneles de contrachapado y fibra de vidrio para dotar al conjunto de la necesaria resistencia estructural. Contaba con dos motores de 200 CV cada uno, controlados desde una consola interior donde se encuentra el volante de gobierno y las palancas de embrague y aceleración de los motores. Los investigadores estiman que tenía capacidad para transportar hasta dos toneladas de estupefaciente

La incautación se enmarca en la macrooperación “Ferro”, llevada a cabo contra una organización criminal internacional, presuntamente dedicada a la producción y distribución de sustancias estupefacientes, que ha permitido la detención de 52 personas -30 de las cuales han ingresado en prisión provisional-.

Los agentes han realizado 47 registros en Tarragona (6), Barcelona (11), Gerona (3), Málaga (11), Castellón (4), Valencia (2), Murcia (7), Cádiz (1), Granada (1) y Badajoz (1) que ha permitido desmantelar, en la provincia de Barcelona, un laboratorio clandestino de procesamiento de clorhidrato de cocaína, así como una plantación indoor de marihuana con 1.200 plantas. Como resultado han intervenido más de 400 kilos de cocaína, 600 kilos de hachís y más de 100.000 euros en efectivo, entre otros efectos.

Los dispositivos policiales realizados han contado con la participación de más de 300 agentes así como con la colaboración de las autoridades colombianas, holandesas, portuguesas, la NCA británica, la CBP de EE.UU y EUROPOL bajo la denominada operación Taurona II. La investigación ha sido coordinada, en funciones de dirección y tutela, por la Fiscalía y el Juzgado de Instrucción 3 de Tarragona.

La investigación se inició el pasado año cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización criminal internacional presuntamente dedicada a la importación y comercialización de grandes cantidades de estupefacientes (cocaína, hachís y marihuana). Asimismo, detectaron que estaba integrada por ciudadanos de diversas nacionalidades, siendo los principales investigados españoles, colombianos y dominicanos.

Avanzadas las pesquisas, los agentes constataron que la organización criminal estaba asentada en el litoral español. En esta zona disponían de la infraestructura y la logística necesarias para transportar importantes cantidades de estupefacientes (embarcaciones, naves industriales, camiones, etc.), localizándose concretamente en Cataluña tanto los principales investigados como los centros de procesamiento.

Entre los meses de abril y diciembre de 2020 se produjeron en Colombia sucesivas incautaciones de cocaína oculta y disuelta en mercancía legal –concretamente en sustrato de coco, torta del palmiste y yeso agrícola- cuyo destino final era España, a través de Reino Unido y Bélgica. En todos los casos, gracias a la colaboración entre la Policía Nacional de España y la Policía Nacional de Colombia, se intervinieron contenedores pertenecientes a una empresa que transportaban bultos cuya mercancía estaba contaminada con cocaína. El total de las aprehensiones arrojó un total de 2.900 kilos de estupefaciente.

Días previos a la explotación de la operación en nuestro país, las autoridades interceptaron un camión tráiler en Lisboa (Portugal), con destino a Reino Unido, que transportaba ocultos, en el interior de bañeras de hidromasaje, 100 kilos de hachís y 100 kilos de marihuana.

La explotación de la investigación en nuestro país se llevó a cabo en cuatro fases. La primera se realizó en noviembre de 2020, cuando los agentes localizaron los domicilios de los principales miembros de la organización en la localidad de Tarragona. Se llevó a cabo un dispositivo policial simultáneo que concluyó con la práctica de seis registros domiciliarios en diferentes puntos de Tarragona y con 13 detenciones, entre ellas la del principal investigado. Asimismo, los agentes localizaron una “cocina” en una vivienda donde incautaron 15 kilos de clorhidrato de cocaína dispuestos en bloques y listos para su distribución al por mayor, así como 60 kilos de cocaína junto a diferentes sustancias químicas (precursores), e intervinieron 13.000 euros en metálico.

La segunda fase tuvo lugar el pasado mes de febrero, cuando los agentes detectaron otra rama de la organización asentada en la Costa del Sol. Observaron que su principal actividad consistía en el tráfico de estupefacientes a través del estrecho de Gibraltar y, en este sentido, interceptaron un envío de hachís con destino a Francia e Italia en el peaje de Salou (Tarragona). Como resultado del dispositivo, los agentes incautaron 583 kilos de hachís, intervinieron 12.000 euros en metálico y detuvieron a cuatro personas. Además, realizaron cinco registros, localizando en una nave ubicada en Málaga una embarcación semisumergible acondicionada para el tráfico de grandes cantidades de droga.

La tercera fase de explotación de la investigación también se desarrolló en el mes de febrero. Los agentes tuvieron conocimiento de que uno de los principales investigados se encontraba en el Aeropuerto de El Prat con intención de abandonar nuestro país y desplazarse a Holanda, motivo por el que fue detenido. Asimismo, realizaron un registro en una nave ubicada en el municipio barcelonés de San Vicente de Castellet, donde intervinieron 21 kilos de cocaína -en planchas de 350 gramos cada una- y 2.200 sacos que arrojaron un peso total de 22 toneladas de sustrato de coco (sustancia que la organización utilizaba para ocultar la droga) impregnado con más de 300 kilos de cocaína.

Por otra parte, en el momento del registro se personaron tres individuos de origen dominicano que también fueron detenidos por los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas. De forma paralela, las gestiones de investigación realizadas permitieron la detención de otros dos individuos en las inmediaciones de una nave industrial situada en Manresa.

A mediados de febrero, los agentes realizaron nueve registros, siete de ellos en domicilios y dos en naves industriales. Fue en una de las naves, en Barcelona, donde los investigadores localizaron un laboratorio clandestino dedicado a la extracción, producción y adulteración de cocaína. Además, la sofisticación del recinto en cuanto a su instalación y la presencia de materiales específicos, revelaron que dicho laboratorio podría estar en disposición de producir también drogas de síntesis. Asimismo, hallaron 12.000 litros de precursores almacenados para el procesamiento de cocaína, lo que se traduce en una producción aproximada de 750 kilos mensuales de esta sustancia.

En dos de los domicilios registrados, los agentes intervinieron 62 kilos de cocaína ocultos y distribuidos en planchas de 350 gramos, dispuestos de la misma forma que los encontrados en la nave de San Vicente de Castellet. Todo ello apunta a que el estupefaciente tenía como destino final el laboratorio desmantelado.

Por otra parte, la organización utilizaba como fuente de financiación la plantación de marihuana, contando con toda la infraestructura necesaria para su producción y posterior distribución a Alemania. En la nave anexa al laboratorio clandestino, los investigadores localizaron una plantación indoor con unas 1.154 plantas de marihuana que arrojaron un peso aproximado de 150 kilos.

En esta misma fase, los agentes registraron una nave en Totana (Murcia) donde encontraron una lancha de fibra de vidrio de 15 metros de eslora y 4 motores de 350 CV, valorada en más de 300.000 euros, con 7.000 litros de gasolina envasados en garrafas, y en el interior de un remolque lista para ser transportada.