Memoria Histórica
Después de Franco, Queipo de Llano y Millán Astray resisten en Ceuta
El senador de Compromís Mulet pregunta por las calles de la Ciudad Autónoma que recuerdan a los militares franquistas por hechos previos a la Guerra Civil
Es el azote del Senado. El senador de Compromís Carles Mulet acumula miles de preguntas y peticiones de informes a municipios españoles en relación con los nombres de sus calles, aunque no exclusivamente, porque ha llegado a demandar respuesta sobre si España tiene un plan de contingencia ante un apocalipsis zombi. Pero su objetivo preferente son las placas relacionadas con el franquismo. Y entre las últimas, las que recuerdan en Ceuta a los generales Gonzalo Queipo de Llano, José Millán Astray y Antonio Aranda.
Basándose en una página web que se conoce por el nombre de “El gran tour del franquismo”, Compromís denunció que en las calles ceutíes todavía hay “un monumento, una lápida o inscripción y tres calles con símbolos franquistas” que deberían ser retirados para cumplir con la Ley de Memoria Histórica.
Le ha contestado la consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales de la Ciudad Autónoma, Mabel Deu del Olmo, quien señala que no existe ningún acuerdo plenario en el que se haya aprobado la retirada de los elementos mencionados. Y en el caso concreto del “cambio de denominación de las calles Millán Astray y Queipo de Llano se envió informe del consejero competente, justificando las razones por las que no se incumple la Ley de Memoria Histórica”.
En el informe se recoge que al no haber acuerdo plenario que haga referencia al cambio de denominación de las calles, “tampoco se ha comunicado al Instituto Nacional de Estadística”, según publica “El Faro de Ceuta”. Respecto a las razones por las que Millán Astray cuenta con una placa en su memoria, se explica que “recibió su denominación el 31 de enero de 1939, dentro de un acuerdo que afectaba a 28 vías. Su nomenclatura obedece a un recuerdo como personaje de la historia de Ceuta en un periodo anterior a la Guerra Civil, toda vez que el general Millán Astray fundó en 1920 en Ceuta el Tercio de Extranjeros, hoy conocido como la Legión, unidad militar de prestigio internacional y que forma parte de las señas de identidad de la población”.
En cuanto a la calle de Queipo Llano, el informe asegura que “su nomenclatura obedece” también “a un recuerdo como personaje de la historia local de Ceuta en un periodo anterior a la Guerra Civil, toda vez que fue general segundo jefe de la Comandancia General de Ceuta entre 1923 y 1924, siendo galardonado con la Gran Cruz de Mérito Militar”.
Para el secretario de la Plataforma Millán Astray,Guillermo Rocafort, el senador Carles Mulet “ha invadido de forma clamorosa la competencia exclusiva” que tienen los municipios para “decidir los nombres de sus calles”, según fija “el artículo 137 de la Constitución”. En su opinión, “lo que está haciendo el Senado es una arbitrariedad, una locura institucional, pero así está España ahora mismo”.
Deplora el abogado en declaraciones a LA RAZÓN el envío de “requerimientos senatoriales a los municipios españoles que tienen entre sus calles los nombres de personas históricos que tuvieron un papel fundamental en la Historia de España de la primera mitad del siglo XX” en los que “se forzaba a las autoridades municipales a su sustitución, pues, según dicho senador, incumplían la Ley de la Memoria Histórica”.
A instancias de la Plataforma Millán Astray, un informe de los letrados del Senado fechado en abril de 2018, recomendaba que “haya una cierta moderación y equilibrio”, explica Rocafort, para quien la Cámara Alta “ha abusado de los municipios españoles a cuenta de una interpretación ideológica muy sesgada de la Ley de la Memoria Histórica”, sirviéndose del artículo 20.2 del Reglamento del Senado.
Abunda el texto en que “podría establecerse el criterio” de que “se pueda exigir al senador que motive de manera clara y comprensible su solicitud a los efectos de valorar si es necesaria para un mejor cumplimiento de sus funciones parlamentarias. Y en todo caso, la solicitud no podrá tener relación con asuntos en los que pueda existir un interés particular del solicitante”.
“Es evidente”, razona Guillermo Rocafort, que cuando Carles Mulet “pregunta compulsivamente sobre los nombres de las calles, según él, franquistas, aunque daten de antes de la guerra, está actuando con un interés particular, y no general”.
Por otro lado, “el informe recomienda que se establezcan cupos al número de preguntas que se puedan hacer, como manera de limitar los excesos del señor Mulet”, considera el letrado, doctor en Economía, escritor y veterano de la Legión.
Previamente, el alcalde de El Piñero (Zamora), resistió a las “interpelaciones indebidas” del senador de Compromis, “y lo hizo bastante bien”, recuerda por último Rocafort. La calle dedicada a Millán Astray en la localidad que Mulet quería ver eliminada “sigue gracias a que el alcalde del PP se negó”.
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