Fuerzas Armadas
El Gobierno no recurre a los 130 equipos militares ya preparados para acelerar la vacunación
Las Fuerzas Armadas cuentan con grupos móviles listos para desplegarse en cualquier punto de España, lo que agilizaría el proceso
La posible participación de las Fuerzas Armadas en el proceso de vacunación ha estado presente desde antes incluso que llegaran las primeras dosis. Su disponibilidad, el despliegue geográfico de las unidades y la capacidad para poder cumplir con esta misión permitiría, por ejemplo, agilizar la administración de las dosis en zonas aisladas. De ahí que el Ministerio de Defensa lo haya ofrecido en varias ocasiones. Sin embargo, el Gobierno sigue sin contar con ellos, pese a que en la actualidad hay 130 equipos móviles de vacunación ya preparados y esperando a que alguien les autorice a sumar una tarea más a las muchas que ya realizan en la lucha contra el coronavirus en el marco de la “Operación Baluarte”.
Así ha respondido el Gobierno a una pregunta que el grupo parlamentario Vox hizo en el Congreso de los Diputados el pasado mes de febrero, en la que quería conocer si el Ejecutivo de Pedro Sánchez tenía intención de permitir la participación de los sanitarios militares en el proceso de vacunación de los españoles contra el coronavirus. De hecho, la formación de Santiago Abascal recordaba que la Asociación de Oficiales Enfermeros de las Fuerzas Armadas se ofreció a apoyar al sistema sanitario en esta tarea, una escala en la que en la actualidad hay unos 760 efectivos, de los que 660 están en activo y algo más de 65 en la reserva.
Si del total de sanitarios militares (unos 3.000) sólo se contase con los enfermeros de las Fuerzas Armadas, ya supondría un importante acelerón de cara a alcanzar ese objetivo del 70% de españoles vacunados (33 millones) a finales del próximo mes de agosto que anunció el Gobierno.
“Listas” por “si fuera preciso”
Sin embargo, el Ejecutivo sigue sin querer contar con los militares pese al destacado protagonismo que han tenido en las operaciones “Balmis” y “Baluarte”. En su respuesta del pasado 7 de abril, publicada hoy en el Boletín Oficial del Congreso de los Diputados, únicamente reitera que “las Fuerzas Armadas están listas para apoyar el esfuerzo sanitario nacional”, añadiendo que, “si fuera preciso”, y “conforme al criterio de las autoridades sanitarias”, podrían colaborar en “el plan nacional de vacunación, mediante el empleo de sus capacidades sanitarias y la coordinación de los refuerzos necesarios desde la red sanitaria militar”. Una tarea para la que confirman que “están preparados 130 Equipos Móviles de Vacunación” con el “propósito de poder reforzar la capacidad de vacunación nacional”.
Desde el Ministerio de Defensa, tras ser consultados por este periódico, han rechazado aportar más datos acerca de estos equipos, como, por ejemplo, el número total de efectivos que los componen, su especialidad concreta o el despliegue geográfico de los mismos.
Compra de jeringas y agujas
Una confirmación, la de la existencia de estos equipos, que llega poco después de que el Consejo de Ministros autorizase al Ministerio que dirige Margarita Robles -el pasado martes- la tramitación por el “procedimiento de emergencia de un contrato de adquisición de jeringas y agujas para la administración de la vacuna contra la COVID-19” por un importe total de 104.700 euros.
Una disposición en la que se recordaba que “Defensa, en apoyo a las medidas adoptadas por el Gobierno de la Nación, está colaborando con las autoridades sanitarias para hacer frente a la situación generada por la crisis sanitaria derivada del COVID-19”. Por ello, autoriza dichas compras para “obtener los materiales necesarios para la correcta administración de la vacuna contra la COVID-19”.
De momento, los sanitarios de las Fuerzas Armadas sólo han vacunado a los propios militares, como se vio el pasado febrero, cuando la Unidad Militar de Emergencias (UME) comenzó la vacunación de sus efectivos, que son la “punta de lanza” ante cualquier emergencia.
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