La otra campaña
El otro ring electoral: las redes sociales
Los expertos señalan que en función del canal, la temática o la composición de su electorado, los partidos dedican más esfuerzos a Twitter, Facebook o Instagram
«Arrancamos la campaña. Síguelo en redes». Este fue el mensaje que uno de los partidos que se presenta a las elecciones en la Comunidad de Madrid el próximo 4 de mayo escribió en uno de sus perfiles. Atrás quedaron aquellos tiempos en que los candidatos, brocha en mano, esperaban hasta la medianoche para iniciar la tradicional pegada de carteles. En plena era digital y en medio de una pandemia, las redes sociales son el principal escaparate de los programas electorales de los partidos. Todos, sin excepción, acuden a ellas para publicar sus mensajes, vídeos o retrasmitir por «streaming» sus actos presenciales que en esta campaña se están reduciendo a la mínima expresión con actos pequeños en plazas o parques en los que el aforo es reducido. La digitalización de la campaña supone, además, una inversión bastante menor en comparación con el alquiler de grandes espacios, aunque las formaciones también destinan a ella parte de su presupuesto para la campaña.
En la batalla virtual por conseguir votantes que acudan presencialmente a votar no todos los candidatos empiezan en las mismas condiciones. Puede decirse con rotundidad que Podemos y Pablo Iglesias juegan con ventaja ya que desde que irrumpieron en la escena política convirtieron a las plataformas digitales en sus aliadas para darse a conocer. Prueba de ello es que en sus inicios cuando empezó a emitirse su programa «LaTuerka» en una televisión comunitaria vallecana conseguían un enorme impacto porque algunos de sus minutos se convertían en «trending topic». Otro ejemplo que refleja a la perfección el manejo que hace Iglesias de las redes es que sus principales anuncios políticos los publica directamente en su cuenta, lo que le permite evitar el filtro de los medios de comunicación a los que tanto critica por su falta de neutralidad. Así, por ejemplo, cuando abandonó la vicepresidencia del gobierno para encabezar la lista de su partido publicó el anuncio en su cuenta de Twiter. En declaraciones a LA RAZÓN, la consultora política Carmen Beatriz Fernández asegura que «en general en la política española quienes han sido más agresivos y quienes han venido haciéndolo mejor son Podemos y Vox. Son digamos los partidos más digitales y que han sabido sacarle mayor provecho a las redes y sus plataformas. Sin embargo, en el caso de Madrid, la presidenta Díaz Ayuso ha hecho un buen manejo de las redes sociales» Si comparamos los datos de uno y otro, Iglesias gana por goleada a Ayuso. Así, la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección cuenta con 486.000 seguidores en la red social del pajarito azul, mientras que Pablo Iglesias aglutina a 2,6 millones de personas.
El papel de estos medios en las elecciones es mucho más relevante de lo que nos podamos imaginar. Por ejemplo, se ha demostrado que uno de los factores que influye en la intención de voto es que suene el nombre de los candidatos. Antiguamente eso dependía de la cobertura que la prensa y los medios quisiesen hacer de cada uno, o de los recursos del partido. En cambio, ahora los candidatos tienen un canal directo de comunicación con los votantes, y un control sin precedentes sobre la imagen que se proyecta de ello. Rebecca Rico, directora de Escucha Social Avanzada y Digital Intelligence de Atrevia, subraya que «gracias a los avances de la tecnología como la escucha social y la automatización de marketing, pueden segmentar su comunicación casi al milímetro creando una comunicación personalizada con millones de personas». Esta situación, tal y como recuerda la experta, choca frontalmente con los mecanismos de control propios de la vida analógica ya que para las redes se aplican las mismas normas que para el resto de comunicación electoral. «Si bien la Junta Electoral no realiza un seguimiento preventivo de la actividad en las redes, sí interviene para garantizar que el proceso electoral se desarrolle conforme a los principios de pluralismo político, transparencia, objetividad e igualdad». Por ejemplo, en febrero de este año, Twitter suspendió temporalmente la cuenta de VOX, y el partido acudió a la Junta Electoral Central alegando que con ese acto se habían vulnerado dichos principios así como el derecho de participación política del candidato. En este nuevo ring en el que se han convertido las redes, en términos de tamaño de su comunidad de seguidores, Pablo Iglesias es líder en Instagram, Facebook y Twitter, seguido por Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio; lo que nos indica que sus comunicaciones tienen mayor alcance. El candidato con menos seguidores en general es Edmundo Bal, aunque es importante destacar que Ángel Gabilondo no tiene cuentas propias, y su equipo (Equipo Gabilondo) sólo tiene cuenta en Twitter. Si nos centramos en su actividad en el último mes, Mónica García ha sido la más activa de todos en Twitter, seguida por Iglesias y Monasterio. Por su parte, Pablo Iglesias ha liderado en Instagram duplicando la actividad de Edmundo Bal, y también ha sido el más activo en Facebook.
No en vano, según explica la experta Carmen Beatriz, en el análisis de Google Trends, indicador de como se mueve el ciber espacio, «Ayuso está por encima de Gabilondo e Iglesias». Además, según señala, el impacto de sus publicaciones es a nivel nacional, «algo que no pasa con los otros candidatos».
Según los expertos consultados, uno de los factores que explican el gran impacto de las redes en el mensaje político se debe también a la pandemia ya que durante el último se convirtieron en una ventana al exterior y un referente para la ciudadanía a la hora de informarse.
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