Anna y Olivia
La emotiva carta de la madre de las niñas desaparecidas en Tenerife: “No pueden imaginar lo que siento”
Beatriz, en el día de su cumpleaños, ha difundido un comunicado dirigido a sus hijas: “Yo nunca voy a parar porque mi vida no tendría sentido.”
17 días sin saber nada de Anna y Olivia, las niñas de 1 y 6 años respectivamente desaparecidas en Tenerife. Tampoco se sabe nada de su padre, Tomás Gimeno, el presunto autor de la desaparición, quien fue visto por última vez en la noche del martes 27 de diciembre en el Puerto Deportivo Marina Tenerife. Horas más tarde, la embarcación fue localizada vacía y a la deriva en la zona de Güímar y una silla de retención infantil flotando en el agua perteneciente a una de las niñas.
Las últimas informaciones conocidas al respecto de la investigación, que se mantiene bajo secreto, es que el padre mandó a espiar a su exmujer, Beatriz, la madre de las niñas, y el balbuceo de un bebé oído en una emisora náutica durante 15 minutos, tras ser hallada la lancha del padre, en la que solo eran comprensibles dos palabras: ‘Papá’ y ‘Tiburón’. Mientras, se mantienen abiertas diferentes hipótesis en torno a un caso que el juzgado instructor investiga como un presunto delito de secuestro.
En la mañana de hoy, Beatriz, la madre de las niñas, quien hoy cumple 35 años, ha hecho pública una carta, a través Joaquin Amills, portavoz de la familia y presidente de la Asociación SOS Desaparecidos. La emotiva carta ha sido leída esta mañana por el portavoz en ‘El Programa de Ana Rosa’. El emotivo contenido del comunicado ha hecho llorar a Patricia Pardo, presentadora en el día de hoy del programa. Esta es la emotiva carta de Beatriz, la madre de las niñas desaparecidas de Tenerife:
Hoy es mi cumpleaños. Como regalo pido que me ayuden a compartir las fotos y vídeos de las niñas para que alguien pronto las reconozca.
No se pueden imaginar lo que siento cada día que pasa, la incertidumbre de no saber cómo están, la incertidumbre de saber si están bien, la rabia de que ellas tengan que sufrir esta locura cuando son dos angelitos. Angelitos como todos los niños del mundo. Todos estos sentimientos mezclados cada día lo hacen más difícil. Pero están ustedes, el mundo.
No permitamos que estas cosas puedan suceder. Ando con miedo, qué escribir, qué decir, por las repercusiones que pueda tener en el padre. Pero, ¿qué hago? Todas estas incertidumbres son muy duras. Por eso les pido a todos ustedes de corazón que me ayuden a encontrarlas. Yo nunca voy a parar porque mi vida no tendría sentido.
Esto no es algo que se pueda superar, precisamente por la incertidumbre. Una enfermedad terminal o un accidente tiene que ser terrible, insuperable en muchos casos, pero una desaparición, con la incertidumbre de saber cómo están, de saber qué piensan, de saber qué están queriendo llamarme, de robar ese derecho de protección de una madre. Si puede estar en nuestras manos, que tenga un final feliz.
Doy las gracias por toda la implicación que están teniendo y cariño que están poniendo, pero no pararemos hasta encontrarlas. Vamos a demostrar que este mundo puede ser mundo más seguro, donde no se permiten tales injusticias.
Olivia y Anna, las adoro mis niñas preciosas y voy a estar fuerte por ustedes porque me necesitan fuerte.
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