Sin pronunciarse
El conflicto en Oriente Medio abre otra brecha entre Podemos y Sánchez
El Gobierno de coalición sigue desaparecido de la esfera internacional
Silencio absoluto del presidente del Gobierno sobre lo que está sucediendo en Oriente Medio. El presidente Pedro Sánchez, muy partidario de comentar cualquier aspecto de la realidad en las redes sociales, no se ha pronunciado sobre la nueva escalada de tensión entre Israel y Palestina.
Sí lo ha hecho la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, que reivindicó el sábado «la voz fuerte» de Europa en la resolución del conflicto, que además deberá ir de la mano de la «negociación y el diálogo». Hasta aquí la implicación de la parte mayoritaria del Gobierno de coalición que parece pasar de puntillas sobre lo que está sucediendo en el ámbito internacional ya que desde que tomó posesión, la influencia de España es mejorable.
Mientras el PSOE no toma partido, sus aliados en el Ejecutivo son transparentes y claros en su posición respecto a Oriente Medio. Exigen una condena a Israel por defenderse del terrorismo islámico. Así, otra vez, Podemos va por libre en la estrategia diplomática del Ejecutivo y asume iniciativas que ponen contra las cuerdas al ministerio de Exteriores y arriesgan las relaciones de España. Este pasado viernes, el grupo parlamentario que lidera en el Congreso Pablo Echenique dio muestra de ello, con una declaración que puede tener consecuencias. En un comunicado, los morados denunciaron los muertos en los bombardeos israelíes e instaron al cese de las hostilidades recriminando solamente a una de las partes, sin referirse en ningún momento a los cohetes que los grupos armados palestinos están lanzando disparando desde Gaza contra territorio israelí.
Frente a la toma de posición de Podemos en este conflicto, desde el Ejecutivo se remiten a la posición europea, sin tomar partido ni mostrar liderazgo, a diferencia del resto de vecinos europeos.
En el caso del presidente francés, Emmanuel Macron, el pasado viernes expresó a Israel la urgencia de «una vuelta a la paz» y le transmitió su preocupación por la población civil en Gaza, a la par que trasladó sus condolencias a las víctimas de los terroristas de Hamás. Por su parte, la canciller de Alemania, Angela Merkel, condenó enérgicamente los bombardeos de cohetes contra el territorio de Israel, los cuales califica de ataques terroristas. También, el presidente de EE UU, Joe Biden –quien por cierto todavía no ha hablado con el presidente Sánchez desde su investidura– subrayó la necesidad de que Hamás cese sus ataques. En definitiva, mientras las potencias reaccionan al conflicto, el presidente español calla y su socio minoritario trata de imponer, otra vez, su opinión.
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