Resistencia

Leguina recurre su expediente de expulsión y carga contra Sánchez y la actual dirección del PSOE

El expresidente madrileño alega que sus opiniones han sido “respetuosas y constructivas” y acusa a la actual dirección de cambiar los umbrales de aceptación de la crítica

El expresidente madrileño Joaquín Leguina
El expresidente madrileño Joaquín LeguinaGonzalo PerezLa Razón

El expresidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, ha presentado las alegaciones al expediente de expulsión que le ha abierto el PSOE y en ellas solicita la testifical de Felipe González, Alfonso Guerra, José Luis Rodríguez Zapatero, Joaquín Almunia, José Borrell y del propio secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Esta petición la justifica en la necesidad de comprobar los “niveles de tolerancia de la crítica y discrepancia” en el PSOE, según consta en el escrito.

El exdirigente socialista defiende que sus opiniones no suponen “menoscabo” a la imagen del PSOE o de sus órganos colegiados y precisa que ni ha solicitado el voto o realizado propaganda a favor de otro partido.

En este sentido, afirma en su escrito que sus opiniones lo han sido en un contexto de “crítica respetuosa y constructiva en el seno de un partido que históricamente ha venido asumiendo y aceptando elevadas dosis de discrepancia política”.

Acabar con la crítica política

Sin embargo, afirma que ahora se encuentra con un “cambio en los umbrales de aceptación por parte de la dirección del PSOE de los niveles de discrepancia política admitidos”. En este sentido, acusa a la dirección del partido de tomar la decisión de “acabar con la necesaria y vivificante crítica y diferencia política”.

Un extremo que, según Leguina, compromete la objetividad con la que han de enjuiciarse los hechos que en la resolución recurrida se relatan. Por este motivo y para probar los niveles de tolerancia de la crítica y discrepancia del PSOE, solicita la testifical en este procedimiento de los expresidentes del Gobierno, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, del exvicepresidente Alfonso Guerra, del exsecretario general del PSOE, Joaquín Almunia, de José Borrell y del actual jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.

En primer lugar, pide que se retire el instructor del expediente de expulsión, José Vicente Sánchez Arenas, por entender que no presenta la necesaria imparcialidad para instruir el expediente disciplinario. Y en caso de que no lo haga, da por presentado incidente de recusación contra el citado instructor.

Un instructor parcial

Para apoyar esta petición, Leguina aporta tuits en los que el instructor, el mismo 6 de mayo -fecha de la incoación del expediente- defiende la potencial expulsión de Leguina y afirma que tendría que haber sido expulsado “tiempo atrás”.

El exdirigente socialista aporta también tuits del 25 de marzo de 2017 realizados por el instructor del expediente en los que apunta a que el señor Leguina estaría “anticuado” para el PSOE por apoyar a Susana Díaz en las primarias del partido. Por estos motivos, acusa a Sánchez Arenas de tener predisposición a expulsarle del partido, es decir, que tiene un prejuicio de partida que le “inhabilita” para instruir la expulsión.

Se apoya, en este sentido, en sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y del Tribunal Supremo y advierte de que, en caso de que Sánchez Arenas no se retire, persistiría en la instrucción lo que se denomina el “síndrome del juez Roy Bean”, en referencia al juez que encarna Paul Newman en la película de John Houston “El juez de la horca”. En aquel film, el juez dice a uno de los ajusticiados: “usted va a tener un juicio justo y le vamos a condenar a la horca”.