Desprotección

Pánico en el PP: Cospedal es «el muro» de Rajoy

El equipo de Génova prepara la activación de la venta de la sede con la entrada en la operación de una auditora internacional

La semana estaba torcida para el Gobierno, y en la alegría del PP ha vuelto a cruzarse el lastre de la gestión de Mariano Rajoy y de los escándalos que acompañaron a aquella etapa y a la de José María Aznar. El golpe fue ayer la decisión del magistrado Manuel García Castellón de citar a María Dolores de Cospedal y a su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, como investigados en la causa de la Audiencia Nacional sobre el espionaje al ex tesorero del PP Luis Bárcenas.

La actual dirección del PP está al margen de los hechos investigados y de los protagonistas de los mismos, pero la marca del partido está por medio, y la imputación de Cospedal abre otro frente para la organización popular. Era previsible, porque el juez tenía desde hace meses y semanas la información de policía y fiscales para emitir este auto, pero no por ello genera menos pánico en las filas populares. El motivo es simple: «Cospedal hará de contención hasta cierto punto. Cuando entra su gabinete y la secretaria, mal asunto». La reflexión esconde entre líneas el nombre del ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy, la «X» para su partido del escándalo por el presunto uso de los fondos reservados para pagar una operación contra Bárcenas. El fin era sustraerle información que afectaba al interés del PP, y, sobre todo, del líder nacional del partido, que entonces era Rajoy.

Génova responderá con nuevos recursos dialécticos, dirigidos a poner pie en pared y marcar distancias cada vez que surjan de nuevo novedades que atentan contra el buen nombre del partido por los hechos del pasado. La venta de Génova, que tanta discusión ha provocado, está en proceso de ser reactivada y la dirección estudia meter en el proceso a una de las grandes auditoras para estar bien asesorada.

Pero el PP de Casado no tiene el control ni de los tribunales ni tampoco de la comisión parlamentaria, constituida «ad hoc» para usar el «caso kitchen» por parte de la mayoría que apoya al Gobierno tanto como elemento de desgaste del PP como para dar oxígeno a Vox. Ayer ya lo aprovechó la diputada de Vox Macarena Oloa, que utilizó su turno en la «comisión Kitchen» del Congreso para leer un fragmento del auto por el que el magistrado García Castellón ha citado a Cospedal y a su marido como investigados.

La comisión, controlada por la mayoría de investidura, baraja prorrogar sus trabajos hasta diciembre, después de que ayer se aplazase la citación de Cospedal, prevista para la tarde, al conocerse que había sido imputada por la Audiencia Nacional. Por la mañana compareció su marido, y esta citación coincidió con la noticia de la imputación de ambos. En principio, los trabajos debían acabar el 30 de junio, pero la mayoría tiene la potestad de aprobar prorrogas, y el interés de esta misma mayoría es alargar sus trabajos para que tengan el mayor impacto posible desde el punto de vista mediático y político. La previsión era cerrar la próxima semana las comparecencias de Rajoy y del ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz.

Rajoy «todavía tiene sus estructuras de poder e influencia, que llegan hasta el ámbito judicial», o así confían dentro de la dirección popular. El escudo para evitar que el ex presidente del Gobierno pueda verse en la misma situación que Cospedal. En la nueva dirección del partido creen que «no habrá pruebas» para sostener la implicación de Rajoy ante un juzgado, pero también creen que «todo depende de que funcionen bien los muros de contención». El «aparato» del PP tiene en mente el esquema de un triángulo, que implica en Kitchen a la Génova dirigida por Cospedal, a Interior, y en último, o primer término, a Moncloa. Comentan que es allí donde se tomaban las decisiones, y no descartan que «aparezcan por medio los servicios de inteligencia».

Cospedal se presentó ayer en el Congreso, pese a que su comparecencia había sido aplazada, y se quejó de que no se la hubiera avisado. No obstante, desde la Mesa de la comisión informaron de que ella había solicitado en las últimas fechas aplazar su comparecencia en varias ocasiones.

La valoración oficial de las novedades judiciales la puso el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en su calidad de portavoz nacional del partido. «Mientras no haya una sentencia condenatoria hay una presunción de inocencia que está reconocida constitucionalmente, que conviene respetar siempre».