Otro frente judicial
Un juez da cinco días a la Guardia Civil para que aclare cómo entró Ghali en España
Abre diligencias tras la denuncia de un abogado contra el líder polisario y contra “los funcionarios de fronteras” del aeropuerto de Zaragoza o de Exteriores que dieron su autorización
Un juez de Zaragoza ha dado cinco días de plazo al responsable de la Guardia Civil en el aeropuerto de la capital aragonesa para que esclarezca en qué condiciones entró en España el líder del Frente Polisario Brahim Ghali el pasado 18 de abril en un vuelo procedente de Argelia.
El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, ha abierto diligencias al advertir indicios de delito tras la denuncia presentada por el abogado Antonio Urdiales por falsificación o uso de pasaporte falso, prevaricación y encubrimiento contra Ghali y los funcionarios de fronteras de ese aeropuerto o del Ministerio de Asuntos Exteriores “que autorizaron la entrada de personas “provistas de documentación falsificada, siendo conocedores de que una de ellas”, el dirigente polisario, “tenía incoadas sendas causas penales por graves delitos de genocidio y torturas” en la Audiencia Nacional.
Según el denunciante, tras aterrizar su avión “en la zona militar del aeropuerto”, faltaron a su obligación “de poner estos hechos en conocimiento de la autoridad judicial de Zaragoza” y permitieron el traslado de Ghali al hospital de Logroño donde ingresó con una identidad falsa y en el que permaneció hasta la madrugada del pasado miércoles, cuando regresó a Argelia horas después de su comparecencia por viodeoconferencia ante el juez Santiago Pedraz, que rechazó acordar medida cautelar alguna contra él.
En la resolución en la que acuerda investigar los hechos -adelantada por Libertad Digital y a la que ha tenido acceso este periódico-, el magistrado requiere a la Guardia Civil para que en el plazo citado ponga nombres y apellidos a los ocupantes del avión en el que aterrizó Ghali, “identificando igualmente los documentos de viaje que portaban” y detallando “los visados de entrada y demás circunstancias que determinaron su entrada en territorio nacional”.
Con “visado de cortesía”
En la denuncia se argumenta que si el líder del Frente Polisario “accedió a territorio español con pasaporte falso o con pasaporte auténtico con un visado de cortesía en frontera, expedido por funcionario que conocía de la existencia de sendas causas penales por delitos graves en la Audiencia Nacional, silenciando tal extremo”, la competencia para investigar los hechos corresponde a los Juzgados de Instrucción de Zaragoza, al estar “totalmente desconectados” de los investigados en la Audiencia Nacional.
Se da la circunstancia de que un juzgado de Logroño también investiga, tras una denuncia de Manos Limpias, si el dirigente polisario pudo incurrir en falsedad documental al entrar en nuestro país.
Además, recuerda que el juez Pedraz rechazó investigar por falsedad documental el presunto uso de pasaporte falso por parte de Ghali rechazando que la Audiencia fuese competente para instruir ese procedimiento
El letrado hace referencia a las declaraciones de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, quien aseguró que el Gobierno autorizó la entrada de Ghali en España por motivos humanitarios, “como si tales motivos -precisa- constituyesen un supuesto de exención de responsabilidad penal”.
Frente a esta afirmación, recuerda, el Gobierno de Marruecos manifestó a través de su embajadora que el líder polisario se sirvió de documentación falsa tanto para entrar en nuestro país, “acompañado de otras dos personas no identificadas”, como para ingresar en el hospital San Pedro de Logroño, donde se dio de alta con la identidad de Mohamed Benbatouche.
Con su pasaporte “saltarían las alarmas”
Si el denunciado utilizó para su ingreso en el centro hospitalario el pasaporte expedido a nombre de Benbatouche -mantiene el denunciante- “lo más lógico es que utilizara este mismo pasaporte para traspasar nuestras fronteras, ya que con un pasaporte a nombre de Brahim Ghali rápidamente saltarían las alarmas de las causas judiciales que tramita la Audiencia Nacional”.
Y respecto al momento de expedición del visado, añade, “no parece probable que un cónsul español se hubiese prestado a conceder un visado a una persona con semejantes antecedentes procesales, por lo que es harto probable que el visado de cortesía se expidiera en frontera”.
“Resulta imposible de creer -sostiene- que las autoridades aduaneras o consulares, incluido el personal de Asuntos Exteriores, no conociesen la existencia de estos procedimientos al conceder el visado”.
“Claro ocultamiento”
El abogado concluye en su denuncia que el acceso de Ghali a España “necesariamente hubo de realizarse de forma delictiva, mediante actos de claro ocultamiento, sin duda alguna ordenados por la autoridad competente”, por lo que solicitó al juez que acordara las diligencias de averiguación que finalmente ha adoptado el instructor.
Según expone en la denuncia, en este caso “solo existen dos hipótesis”. O bien Ghali accedió a territorio nacional con pasaporte auténtico o bien lo hizo con pasaporte falso. En el primer caso, asegura, “nos encontraríamos ante un presunto delito de prevaricación y encubrimiento, ya que expedir un visado de cortesía a un ciudadano extranjero con tales antecedentes supera todos los cánones de la cortesía y se convierte en una resolución manifiestamente injusta y dictada a sabiendas”, una conducta en la que también aprecia un posible delito de encubrimiento.
Y si el máximo dirigente del Frente Polisario usó efectivamente un documento falso, continúa el denunciante, lo sucedido “es aún más grave por cuanto entraña un concierto entre denunciado y autoridades consulares o aduaneras de imposible justificación”.
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