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Inmigración ilegal

Vuelven las concertinas a Ceuta, esta vez del lado Marroquí

Rabat blinda la frontera para evitar avalanchas como las producidas entre 17 y 19 de mayo

Soldados del Ejército de Tierra observan cómo un grupo de inmigrantes escalan las rocas del espigón de la playa fronteriza de El Tarajal de Ceuta, en mayo pasado
Soldados del Ejército de Tierra observan cómo un grupo de inmigrantes escalan las rocas del espigón de la playa fronteriza de El Tarajal de Ceuta, en mayo pasadoBrais LorenzoEFE

Vuelven las concertinas a la frontera de Ceuta, esta vez del lado marroquí. Según se ha informado a LA RAZÓN en medios próximos a la Guardia Civil, desde ayer se observan trabajos, tanto en la zona de El Tarajal como en la Benzú, consistentes en la colocación de un especie de vallas militares coronadas con concertinas. No se trata de barreras de gran altura (unos dos metros), pero servirán para evitar el paso de personas.

Esta medida es complementaria con la presencia permanente, en las últimas semanas, de agentes de las Fuerzas de Seguridad que han impedido físicamente que miles de jóvenes que trataban de acercarse a la frontera española pudieran hacerlo.

Se trata de un conjunto de medidas, entre las que se incluye la repatriación de los menores que pasaron a nuestro país ilegalmente, con las que Marruecos trata de romper la mala imagen que ofreció con la avalancha masiva de mediados del pasado mes de mayo, en plena crisis diplomática por la presencia del jefe polisario Brahim Ghali en nuestro país.

Rabat, al tiempo que hace infranqueable el paso de la frontera por los espigones y la playa, ha comunicado a los habitantes de la zona de Castillejos que aquellos que dispongan de contratos de trabajo, podrán pasar a Ceuta en breve. De momento, el cierre está prorrogado hasta final de mes. Sería una forma de aliviar la precaria situación económica que ha creado la pandemia de coronavirus.

Lo ocurrido con la citada avalancha y la llegada de cientos de menores, familias enteras bebés, uno de los cuales tuvo que ser rescatado por un guardia civil en una imagen que se extendió por todo el mundo, causó un daño importante a Marruecos que, además, debe enfrentarse un debate sobre este asunto que va a tener lugar en las instituciones europeas.

Tras el regreso de Ghali a Argelia, desde algunos medios se anunció una reacción oficial de Rabat que no se ha producido. Las autoridades del vecino país han optado, al menos de momento, por el silencio en una crisis que se cree va a durar todavía algún tiempo.

Además, el comienzo mañana de las importantes maniobras militares África-Lion, con la presencia de Estados Unidos y numerosos países, entre los que no se encuentra España, permite a Marruecos consolidar su papel en el continente y, lo que es más importante para Rabat, en el asunto del Sáhara, ya que parte del ejercicio castrense tendrá lugar en este territorio.