Querella

Una acusación insta a la Audiencia a reactivar la investigación contra Ghali

El activista Fadel Breica quiere comparecer ante Pedraz y reclama al magistrado que cite a declarar además a dos testigos de las supuestas torturas que sufrió en Tinduf

Brahim Ghali (dcha.) fue ingresado en un hospital de Argel, donde le visitó el presidente argelino, tras regresar de España en junio
Brahim Ghali (dcha.) fue ingresado en un hospital de Argel, donde le visitó el presidente argelino, tras regresar de España en junioALGERIAN PRESIDENCY HANDOUTEFE

Cuando está a punto de cumplirse una semana del regreso de Brahim Ghali a Argelia tras su comparecencia judicial desde un hospital de Logroño –que se saldó sin medida cautelar alguna que restringiera sus movimientos– uno de los querellantes que denunció al líder del Frente Polisario ante la Audiencia Nacional se resiste a que se cierre la investigación.

La defensa del activista saharaui Fadel Breica –que se querelló contra Ghali por torturas, detención ilegal y un delito de lesa humanidad– ha pedido al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz que cite a declarar a dos testigos de las torturas que, según asegura, se le infligieron por parte del Frente Polisario en 2019 en los campamentos de Tinduf (Argelia), de las que responsabiliza a Ghali.

Según confirman fuentes jurídicas, en el escrito remitido al instructor el querellante solicita además comparecer en la Audiencia Nacional para prestar testimonio de lo sucedido.

La defensa de Breica, que ejerce la letrada María José Malagón, reclama la práctica de estas diligencias después de que el juez esgrimiese la falta de indicios contra el dirigente polisario –además de la inexistencia del riesgo de fuga y de destrucción de pruebas– para negarse a acordar la prisión provisional de Ghali –como reclamaron dos acusaciones– y cualquier otra medida cautelar.

De hecho, Pedraz hizo hincapié en las resoluciones en las que rechazó la imposición de cautelares en que por parte de las acusaciones no se habían solicitado diligencias. Y subrayaba, asimismo, que las declaraciones de los testigos en la causa no se han corroborado por otros indicios, por lo que resultan insuficientes para acreditar la posible responsabilidad penal de Ghali en los hechos denunciados.

La opinión de la Fiscalía

El instructor –que a tenor de los argumentos expuestos en esas resoluciones parece decidido a archivar ambas causas– aún no ha decidido si accede a la petición de la defensa de Breica y cita a declarar tanto al activista saharaui como a los dos testigos propuestos por la acusación particular. De momento, ha dado traslado de esa petición a la Fiscalía para que se pronuncie al respecto.

Pero no será ésta la única iniciativa que llevará a cabo esta acusación para evitar el sobreseimiento de las actuaciones. Según las fuentes consultadas, la defensa de Breica tiene previsto recurrir hoy mismo la decisión de Pedraz de no acordar la prisión provisional de Brahim Ghali. Y lo hará ante el propio magistrado y, de forma subsidiaria, ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

Sin embargo, la que no recurrirá la negativa del juez a acordar la prisión del líder del Frente Polisario o, en su caso, retirarle el pasaporte, es la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (Asadedh). Fuentes de este colectivo apuntan a este periódico que finalmente no tienen intención de recurrir la resolución judicial una vez Ghali se encuentra ya de nuevo en Argelia tras estar ingresado más de un mes en un hospital de Logroño convaleciente del Covid. Una acogida que el Gobierno justifica en motivos humanitarios que soliviantó a Marruecos hasta el punto de provocar en Ceuta una de las mayores crisis migratorias de las últimas décadas.

En su querella, Breica afirma que tras llegar a los campamentos polisarios de Tinduf en abril de 2019, fue acusado de traidor y impelido a abandonar el lugar. Tras protagonizar varios actos de protesta contra los dirigentes del Frente Polisario, en junio de ese año fue detenido. Durante esa reclusión, Breica afirma que fue golpeado y sometido a descargas eléctricas mientras le mantenían con los ojos vendados y las manos y pies atados. Tras ponerse en huelga de hambre, finalmente fue liberado el 10 de noviembre de 2019. «Fui arrestado de manera inhumana y sometido a severas torturas en los primeros diez días en las cárceles secretas del Frente», denunció a este periódico.