El perfil

Carolina Darias: de segundona anodina a inexperta caótica

La titular de Sanidad llegó casi de incógnito y su gestión se ha caracterizado por los continuos bandazos

Ilustración Carolina Darias
Ilustración Carolina DariasPlatónLa Razón

Fue una gran desconocida, anodina, de perfil bajo como segundona de Salvador Illa en el comité de crisis y ruedas de prensa por la terrible pandemia. Más allá de su entorno cercano y el PSOE de Canarias, Carolina Darias San Sebastián era desde su llegada a Madrid como ministra de Política Territorial toda una mujer enigma. Para unos es una burócrata de partido sin ninguna experiencia sanitaria, mientras que sus compañeros de partido la definen como “trabajadora, luchadora y conciliadora”. Cualidades que destacan en La Moncloa y justifican la decisión de Pedro Sánchez de nombrarla ministra de Sanidad en sustitución de Illa. Como titular de Administración Territorial y Función Pública nunca dio un solo titular de prensa, algo que cambió por completo al asumir la cartera de Sanidad. Su perfil de mujer discreta se tornó en ruedas de prensa y declaraciones contradictorias, bajo un auténtico maremoto informativo frente a la mayor crisis sanitaria que se recuerda. “De anodina a caótica en la gestión”, dicen en sectores sanitarios cualificados, donde es criticada y para algunos, “Hasta llega a hacer bueno al desastre de Salvador Illa”.

Su paso por el Ministerio está lleno de altibajos continuos. Polémicos informes del Instituto de Salud Carlos III sobre las vacunas, calendario y dosis sin aclarar, injerencias con las Comunidades Autónomas, declaraciones contradictorias sobre medidas restrictivas, choques con el sector de la restauración, hotelero y comercial, divergencias profundas en los Consejos Interterritoriales, bandazos a toda mecha sobre las mascarillas…

Un cúmulo de temas que, sin embargo y según fuentes de La Moncloa, no han mermado la confianza del presidente, aunque ahora ya nadie las tiene todas consigo ante el anuncio de una remodelación ministerial a mediados de julio. Por el momento, esta mujer menuda, con altas dosis de miopía que combate con unas lentes y profundo acento de su tierra canaria, sigue el mando de Sanidad y repite lo que dijo al salir de sus treinta días de encierro por haberse infectado del Covid, tras la manifestación feminista del 8-M: “El mundo de la ciencia nos va sacar de esto”. Pero la comunidad científica observa con estupor la actuación de la ministra.

Carrera ligada al PSOE canario

La trayectoria política de Carolina Darias San Sebastián ha estado siempre vinculada al PSOE de las Islas Canarias, donde fue concejal en el Ayuntamiento de Las Palmas, diputada, presidenta del Parlamento y Consejera de Economía, Conocimiento y Empleo hasta que, a sugerencia de su mentor, el presidente canario Ángel Víctor Torres, la llamó Pedro Sánchez a Madrid para nombrarla ministra de Política Territorial y Función Pública.

Nacida en Las Palmas de Gran Canaria, se licenció en derecho por la Universidad de La Laguna y opositó al cuerpo de Administradores Públicos del archipiélago. Hija única de padres separados, Carolina se educó con su madre, María Sebastián Calleja, que falleció a los cincuenta y siete años víctima de un cáncer. Este drama la marcó profundamente y ella misma ha confesado que el ejemplo de la figura materna ha guiado su trayectoria y recuerda su gran empeño en que estudiara. “Era una mujer generosa, entregada a los demás, yo me reflejo en ella”, afirma la ministra. Casada con el músico José Alfonso García, cantante de un conocido grupo de folklore canario, “Los gorriones”, tiene tres hijas adoptivas con quien se la ve a menudo pasear por Las Palmas.

Apegada a su tierra, le gustan los típicos “asaderos”, barbacoas que se celebran en Canarias en medio de un gran ambiente. Ella se describe como un hibrido entre “canariona, majorera y chicharrera”, tres gentilicios referidos a Gran Canaria, Fuerteventura y Tenerife que reflejan los orígenes de sus padres y el vínculo insular. También le gustan el cine y sobre todo la música canaria, que comparte con su marido, miembro de “Los gorriones”, toda una institución de folklore popular con cincuenta años de vida y veintidós discos a sus espaldas.

Profundamente feminista

Aficionada a la gastronomía de las islas, le apasionan las papas con mojo picón y los guisos de gofio. Carolina Darias se declara profundamente feminista, asistió a la manifestación del 8-M y fue la segunda ministra en contraer el Covid después de Irene Montero. En su equipo dicen que es una mujer muy trabajadora, enérgica y discreta, pero su gestión es muy contestada en sectores científicos y sanitarios por su inexperiencia, al igual que sucedía con su antecesor, Salvador Illa, filósofo de profesión.

Su única experiencia en el ámbito sanitario fue en su etapa como portavoz en la Comisión de Sanidad del Parlamento canario. Anteriormente, como concejala del Ayuntamiento de Las Palmas, protagonizó un conflicto con el PP al contratar el consistorio a su marido, José Alfonso García, para una plaza de administrativo en el servicio de limpieza local sin que hubiera constancia de un proceso de selección público. Después, bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, fue subdelegada del gobierno y mantuvo algunas polémicas con organizaciones sobre el tema de la inmigración ilegal y los derechos de los menores extranjeros no acompañados en las Islas Canarias.

Pero en su equipo destacan su obsesión por los acuerdos y ella misma, en sus intervenciones en el Congreso, el Senado y los Consejos Interterritoriales, se declara “ministra del consenso”. Su nombramiento en sustitución de Salvador Illa siempre los han definido en Moncloa como “un relevo lógico y natural”. Pero la patata caliente frente a esta era post-Covid sigue y la última decisión de Pedro Sánchez de suprimir la obligatoriedad de las mascarillas en espacios libres puede acabar en un caos impredecible. Veremos como Carolina Darias, quien se estrenó en el cargo casi de incógnito, batuta ahora la crisis sanitaria en medio de esta enrevesada y trágica situación.